Rating S&P saca a Bankia del bono basura
La firma de rating mejora la calificación de Bankinter, Ibercaja y Abanca, mejora la perspectiva de Santander y CaixaBank, y rebaja la del Popular
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MADRID,
La firma S&P Global Ratings, anteriormente Standard and Poor's (S&P), ha revisado al alza el rating de Bankia, a la que ha sacado de la calificación de bono basura después de cinco años. También ha revisado al alza las calificaciones de solvencia de Bankinter, Ibercaja y Abanca.
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La calificadora ha tomado esta decisión tras considerar que la banca española ha "absorbido ampliamente" el coste del crédito de la burbuja inmobiliaria y la consecuente "profunda" crisis económica.
"Esperamos que la recuperación económica continúe y que el mercado inmobiliario gane más dinamismo", ha señalado S&P, que considera, además, que los riesgos económicos a los que ha hecho frente la banca española "se han reducido" y ve como "positiva" la tendencia de los riesgos económicos y de la industria financiera.
Asimismo, la calificadora de crédito ha revisado de 'estable' a 'positiva' la perspectiva de la nota de solvencia de Santander ('A-'), CaixaBank ('BBB'), Kutxabank ('BBB-') Cecabank ('BBB') y Caja Laboral ('BBB-'), mientras que ha rebajado la de Popular ('B+') de 'positiva' a 'estable'.
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S&P también ha confirmado los 'ratings' de Sabadell ('BB+') y de BBVA ('BBB+') y mantiene sin variaciones la perspectivas de ambas calificaciones.
La calificadora atribuye la mejora generalizada del sector bancario español a un entorno económico más favorable gracias al "sólido" crecimiento económico de España --2,3% en 2017 y 2% en 2018--, a la recuperación gradual en el mercado inmobiliario y a una menor incertidumbre política tras la formación de Gobierno.
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Niveles elevados de activos improductivos
No obstante, S&P advierte de que el alto nivel de activos improductivos de la banca, aproximadamente el 15% del total a cierre de 2016, podría representar un "riesgo de cola" si la situación económica empeora. En este sentido, proyecta que los activos tóxicos del sector se habrán reducido hasta el 11% en 2018.
La agencia estima que la rentabilidad podría mejorar moderadamente en los próximos años, aunque los retornos "probablemente" se equipararán a los costes del capital, puesto que el crecimiento en los volúmenes de negocio no será lo suficientemente fuerte para compensar el impacto negativo de los bajos tipos de interés en la generación de beneficios.
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Tras esta actualización de las notas de solvencia de la banca española, tan solo cinco de las 15 instituciones financieras examinadas por S&P obtienen una calificación en grado especulativo, lo que en la jerga del sector se conoce como bono basura.
Para S&P el actual escenario económico de España, en el que prevé que se reduzca el déficit fiscal y la deuda pública se estabilice, provocará que las condiciones del crédito en España converjan con las de la media de la zona euro, lo que ofrecerá al Gobierno el suficiente espacio para reforzar la economía y mejorar, en última instancia, la resiliencia de esta ante shocks potenciales.
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En el caso concreto de Bankia, la calificadora ha elevado un escalón su nota de deuda a largo plazo desde 'BB+' hasta 'BBB-', de forma que saca a la entidad del 'grado de especulación', conocido como 'bono basura', y la sitúa en el 'grado de inversión'. La perspectiva de la entidad se mantiene como 'positiva'.
S&P espera que la entidad continúe este año y el próximo fortaleciendo "gradualmente" su solvencia mediante una "retención de ingresos" y la "emisión de instrumentos híbridos".
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Valora la liquidez de Bankinter
La calificación que S&P otorga a Bankinter ha mejorado de 'BBB-' a 'BBB', con lo que se mantiene en el 'grado de inversión' y, concretamente, dos escalones por encima del bono basura. La calificadora valora así el "éxito" de la entidad en "aumentar su posición de liquidez".
La perspectiva 'positiva' de esta entidad indica la posibilidad de una mejora de su calificación en los próximos doce o veinticuatro meses si el entorno económico y operativo de España se convierte en un entorno "de apoyo" y, consecuentemente, se traduce en un "fortalecimiento de la capacidad de crédito de los bancos".
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En cuanto a Ibercaja, S&P ha decidido aumentar su nota un escalón, hasta 'BB+' ('grado de especulación'), y ha hecho lo mismo con Abanca, a la que deja en 'BB-' (también en 'grado de especulación').
Por otra parte, la calificadora ha decidido mantener la nota de BBVA en 'BBB+', en 'grado de inversión', cuya revisión al alza se encuentra "limitada" por el rating de España, aunque reconoce que la capacidad de crédito del banco por sí misma podría fortalecerse en los próximos doce o veinticuatro meses si mejora el entorno económico y operativo del país.
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"Esperamos que BBVA continúe desarrollando sus franquicias de inmobiliario en los países en los que opera, con el foco en fortalecer la rentabilidad mientras conserva lo que vemos como una estrategia conservadora", ha indicado S&P.
Baja la perspectiva de Popular
S&P ha decidido rebajar la perspectiva de Popular de 'positiva' a 'estable' y mantener su rating a largo plazo en 'B+' ('grado de especulación').
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Esta decisión refleja la visión de S&P de que el banco está "fallando" en restaurar su perfil financiero como estaba previsto. "Entendemos que la estrategia 2016-2018 previamente anunciada y sus objetivos se han puesto en espera hasta que el nuevo presidente esté en su lugar", añade la calificadora.
Por el contrario, ha elevado la perspectiva de Santander a 'positiva' por las señales de que el banco está acelerando la emisión de instrumentos de deuda para absorber pérdidas en 2017 y 2018.
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La calificadora ha tomado la misma decisión en el caso de CaixaBank, en cuyo caso la perspectiva positiva asume que la toma de control de BPI no debilitará "significativamente" la posición de capital de la entidad catalana y que el banco luso será integrado como estaba previsto, "sin problemas materiales inesperados".
Además, ha mantenido tanto el rating 'BB+' ('grado de especulación') como la perspectiva 'positiva' de Sabadell, una calificación que podría mejorar si el banco alcanza sus objetivos estratégicos.