Este artículo se publicó hace 4 años.
Precio de la luzEl recibo de la luz subirá pese al avance de las renovables y el autoconsumo
La CNMC alerta de cómo los proyectos de mejora de la red de distribución para integrar la energía verde, mejorar las infraestructuras actuales, construir las nuevas conexiones con Francia y Portugal y optimizar las de las islas amenazan con cargar casi 6.500 millones de euros en las facturas de consumidores y empresas los próximos seis años.
Zaragoza-
El despliegue de las renovables, cuya principal consecuencia económica consistirá en abaratar el precio de la electricidad en España al tirar a la baja del disparatado sistema de subastas y tarifación que llega a generar beneficios de 10.000 euros por hora para las compañías, encarecerá en casi 6.500 millones de euros en los próximos cinco años la factura energética de familias y empresas, que tendrán que asumir el coste de las mejoras que necesita la red de transporte y distribución.
Es una de las paradojas de un sistema en el que los consumidores financian al 100% la construcción y el mantenimiento de la red de media y alta tensión, de titularidad estatal, con la que opera un sector privatizado en su práctica totalidad, fuertemente subvencionado a pesar de ellos y, al mismo tiempo, con desmesurados márgenes de mejora en transparencia con los consumidores.
Esos casi 6.000 millones de euros se desglosan en la Propuesta de Planificación de la Red de Transporte enviada por Red Eléctrica a la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) y en el dictamen de esta, que aboga por buscar nuevas fórmulas para que los bolsillos de los consumidores no terminen soportando todo el peso de esas inversiones.
Las principales partidas son los 1.759 millones de euros destinados a la integración de las renovables (más 141 al año de mantenimiento), los 1.468 de los enlaces a la red y los 1.133 para mejoras en las infraestructuras actuales, a las que se añaden otras que suman 1.326 y entre las que destacan 473 para apoyo a la distribución y 227 para garantizar la seguridad del suministro.
"Va todo al recibo a través de los peajes"
Esos conceptos, con los que Red Eléctrica prevé elevar la potencia de 5.448 kilómetros de líneas ya existentes, monitorizar otros 690 e instalar 2.190 de tendidos, 146 cable soterrado y 466 de submarino con las islas, hacen un total de 5.684 millones de euros, que, en cualquier caso, no incluyen los 647 en los que está presupuestada la conexión de alta tensión de Francia y España por el golfo de Vizcaya ni, tampoco, los 112 del enlace con Portugal por Galicia. La factura total se eleva a 6.443.
"Eso va todo al recibo a través de los peajes de acceso", explica la consultora de temas energéticos Sara Pizzinato, que añade que "se trata de una actividad regulada en la que la distribución y el transporte de la electricidad es un monopolio natural del Estado", que repercute íntegramente los costes a los usuarios.
No obstante, esa cifra puede variar en los próximos años. "La senda anual de inversión puede superar algunos años el límite de inversión referido hasta en un 20% siempre que en el conjunto del periodo dicho limite sea respetado", señala Red Eléctrica en un comunicado sobre los criterios de la CNMC, en el que recuerda que las inversiones se programan con base en el 0,065% de "las previsiones de evolución del PIB", una variable macroeconómica que se encuentra en una fase de revisiones a la baja.
Esas inversiones, necesarias para impulsar el despliegue de las renovables y la transición hacia un modelo energético sostenible, tendrán un paradójico efecto alcista en la parte del recibo no vinculada al consumo de electricidad al mismo tiempo que la mayor aportación de energía de fuentes limpias tira a la baja de la que sí lo está. Esta no supera en España el 30%, mientras el resto del precio viene marcado por los peajes, la potencia y los impuestos.
El autoconsumo se comerá el 8% del mercado
¿Qué parte de esos más de 6.000 millones asumirán los hogares? En principio, y grosso modo, unos 1.500 millones de euros en seis años, a una media de 250 por ejercicio que supondría un encarecimiento del 1,7% (pagan 14.800 millones), aunque en la práctica resulta imposible calcular con precisión esa cifra ya que intervienen muchos factores.
Por una parte, los hogares consumen, principalmente en los electrodomésticos y la iluminación, algo más de un 25% de la electricidad que se distribuye en el país, algo más que los servicios y prácticamente la mitad que la industria, aunque no con los mismos precios, ya que estos dos últimos sectores acuden cada vez más a las compras mayoristas.
Y, por otra, está por ver qué volumen de consumidores de energía de cada uno de esos grupos sale del mercado eléctrico actual tras la abolición del 'impuesto al sol' y, también, en función de la evolución de la crisis, que ya ha obligado a más de 150.000 autónomos y pymes a reducir su potencia o suspender sus contratos y a otros 31.000 a pedir el aplazamiento de los pagos por no poder atenderlos.
La CNMC calcula que el autoconsumo "pasará de representar un 0,6% del total de demanda nacional en 2020 a un 7,9% en 2026", lo que equivaldría a 19.750 de los casi 250.000 gigawatios.hora del año pasado. Ese trasvase se concentrará en los primeros cinco años, en los que el crecimiento del mercado eléctrico español será "negativo, excepto en 2026 donde es prácticamente nulo", según las previsiones de la CNMC.
El riesgo de perder el 12% de la energía renovable generada
El PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) marca como objetivo que en 2030 el 42% de la energía final y el 74% de la generación eléctrica sean de origen renovable, lo que, según indica la CNMC, plantea la paradoja de que "para lograr la descarbonización de la economía, se pretenda la electrificación de la misma, dando lugar a que el consumidor eléctrico tenga que hacer frente a un mayor esfuerzo económico, dado el incremento de costes que debe soportar".
Y, en este sentido, apunta que se "deberían considerar medidas innovadoras que llevasen a que dicha inversión fuera repartida entre todos los consumidores de energía y no solo imponérselas a los consumidores eléctricos, lo que disminuiría el precio relativo del suministro eléctrico, favoreciendo de este modo la descarbonización" al elevar su competitividad.
En cualquier caso, el supervisor de los mercados avala la necesidad de acometer esas inversiones de mejora en la red ante la incapacidad de la red actual para absorber la producción de todos los parques autorizados o con los permisos en tramitación: "si no se hiciera la nueva red", señala, la aportación de las renovables al sistema eléctrico se quedaría 17 puntos por debajo de lo previsto (un 52% frente al objetivo del 69% de 2026) ante el elevado volumen de pérdidas, que llegaría al 12% de la producción (23.800 gigawatios al año).
El pago de los 190 nuevos enganches a la red
Por último, la CNMC incluye en su informe otras dos sugerencias sobre quien debe soportar los costes de las inversiones en el sector eléctrico.
En este sentido, considera que "no deberían imputarse con cargo a los consumidores eléctricos, sino que deberían autofinanciarse, con cargo a la partida presupuestaria que corresponda", la mejora de las conexiones con Andorra y Marruecos.
Estas infraestructuras, señala, "suponen grandes inversiones" pero tienen un aprovechamiento "para el sistema eléctrico peninsular prácticamente despreciable" por ir "encaminadas a la garantía de suministro de los países vecinos".
La comisión propone también estudiar que sean las propias empresas generadoras de energía renovable las que, "considerando el interés de los mismos" en una medida que "busca garantizar la facilidad de acceso de los agentes", financien las 190 ampliaciones previstas en subestaciones eléctricas para que puedan conectarse al sistema.
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