Este artículo se publicó hace 4 años.
Crisis del coronavirusPor qué el plan anticrisis de Bruselas no es un rescate
La Comisión Europea acaba de poner sobre la mesa un fondo de recuperación con 750.000 millones para hacer frente a la crisis derivada de la pandemia del coronavirus. La estrategia adoptada en esta ocasión por la UE se aleja de la seguida durante la crisis
Irene Sánchez Artero
Bruselas-Actualizado a
Esta semana, la Comisión Europea ha hecho pública su propuesta para el presupuesto de la UE para los próximos siete años (el llamado Marco Financiero Plurianual 2021-2027), que incluye un nuevo fondo de recuperación, al que Bruselas ha bautizado como Próxima Generación UE (Next Generation EU). Es el salvavidas ideado por el Ejecutivo comunitario para aliviar las arcas nacionales de los socios europeos más golpeados por el la pandemia del coronavirus, entre los que se encuentran España e Italia.
Algunas voces han alertado de que este fondo de recuperación podría tratarse de un rescate encubierto. Las autoridades europeas son tajantes al negarlo.
"No es un instrumento de rescate", ha dicho este mismo jueves el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. "Ya conocemos la experiencia del pasado y no vamos a cometer los mismos errores", ha argumentado, en referencia a la estrategia adoptada por la UE en la crisis de la deuda de 2020, que obligó a adoptar severos ajuster y reformas a los países que se vieron obligados a pedire el auxilio financiero de sus socios (Grecia especialmente, pero también Portuigal, Irlanda, España y Chipre).
La eurodiputada de Unidas Podemos, Sira Rego, considera que el instrumento presentado por la Comisión Europea tiene potencial para ser positivo y beneficioso para la ciudadanía y lamenta que su compañero en la Eurocámara, el portavoz del PP Esteban González Pons, repitiera, "hasta en tres ocasiones, que la propuesta era un rescate a los ciudadanos y no a los gobiernos". "La diferencia entre este plan y el rescate que solicitó el Gobierno de Mariano Rajoy es que en aquella ocasión España asumió ajustes para salvar a los bancos", concluye.
Estas son algunas de las claves para entender la propuesta que ja presentado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
¿Qué ha presentado la Comisión Europea?
La Comisión Europea ha presentado su propuesta para el Marco Financiero Plurianual para el periodo 2021-2027. Bruselas plantea dotarlo de 1,1 billones de euros. Además, ha aprobado un fondo de recuperación dotado con 750.000 millones de euros para hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus.
El objetivo de este plan es aliviar los estragos del virus en el bloque comunitario. De los 750.000 millones propuestos, 500.000 millones corresponden a subsidios a fondo perdido y 250.000 millones, a préstamos.
¿Qué tiene de novedoso este plan?
Este fondo iría ligado al presupuesto europeo para el periodo 2021-2027 y se financiaría a través de la emisión de deuda por parte de la propia Comisión con un vencimiento máximo de 30 años. Se devolverían entre 2028 y 2058. Además, se prevé que el fondo esté disponible hasta el 31 de diciembre de 2024.
Este instrumento estaría respaldado por el propio presupuesto europeo. No es la primera vez que la Comisión Europea utiliza esta herramienta, pero sí que lo hace a esta escala. Para hacerlo, Bruselas propone elevar el techo de gasto hasta el 2% del PIB europeo. Esto implicaría duplicar la tasa actual.
El experto del think-tank Bruegel Grégory Claeys señala que "la propuesta demuestra que es posible pedir prestado a una escala macroeconómica relevante a nivel de la UE para impulsar la economía europea al aumentar el gasto en programas comunitarios en tiempos de crisis. Este es el principal de cambio de juego". Este experto, además, aplaude que la Comisión Europea "haya alcanzado esta cifra sin recurrir a su hechizo multiplicador".
Si España hace uso de este fondo de recuperación, ¿estaría pidiendo un rescate?
No, el Ejecutivo comunitario ha insistido en que las ayudas del fondo de recuperación no estarán sujetas a condiciones ligadas a reformas económicas como en la crisis precedente.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha sido muy cuidadoso con las palabras que empleaba en la rueda de prensa de este jueves. Ha defendido que "no es un programa de ajuste" sino que se trata de "una herramienta nueva, voluntaria y basada en las prioridades nacionales". "Es un instrumento voluntario; ningún país tiene la obligación de incurrir en préstamos, ni acceder a subvenciones", ha señalado el comisario italiano.
¿Qué acogida ha recibido?
La propuesta de la Comisión de Ursula von der Leyen tuvo una cálida acogida por parte de los países del sur y una mucho más fría de los halcones del euro. Este club, formado por los Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia (que se autodenominan los frugales), que a menudo coquetea con Alemania y Finlandia, rechaza cualquier mutualización de la deuda e insiste en que las nuevas ayudas a los países sean a través de préstamos.
También se muestra algo crítico el catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, Juan Torres López, quien lamenta que la propuesta de Bruselas sea "insuficiente, insolidaria, irresponsable e insostenible". Teme que sea "contraproducente" si finalmente va acompañada de condiciones "que frenen todavía más a las economías de por sí más necesitadas de estímulo". Además, considera que es completamente "ajena a las propuestas laborales, fiscales o financieras que están tomando otros países".
¿El fondo de recuperación implica una nueva dosis de austeridad encubierta?
El eurodiputado de Catalunya en Comú, Ernest Urtasun, reconoce que la condicionalidad será la gran batalla en la negociación de este fondo. Le preocupa una vinculación "excesiva" con el llamado Semestre Europeo (el examen anual que realiza la Comisión sobre la situación macroeconómica y de las cuentas públicas de los socios europeos) o, lo que es lo mismo, al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que establece los límites al déficit y la deuda pública.
Insiste en que su grupo entiende que los países deban diseñar sus planes de reconstrucción en base a unas orientaciones y aplaude que se tengan en cuenta asuntos ligados con la transición ecológica, digital o a cuestiones sociales. Sin embargo, el catalán considera que "estas grandes orientaciones deben de debatirse en la Eurocámara".
Siguiendo esta línea, la eurodiputada de Unidas Podemos, Sira Rego, recuerda que "las cosas no salen gratis en Europa" y por ello considera que hay que estar alerta. "Que las transferencias acaben bajo la lupa del Semestre Europeo puede ser un arma de doble filo", razona. Así, lamenta que haya algunos países insolidarios dentro del bloque y denuncia la doble moral de los Países Bajos, que, son de facto, "un paraíso fiscal dentro de la UE".
Más tranquilo se muestra el socialista Jonás Fernández, que no teme que la condicionalidad ligada al fondo implique una austeridad encubierta. Según explica, Bruselas elaborará un menú de reformas, analizada por el Parlamento, y los gobiernos nacionales propondrán su propia agenda en el marco de las recomendaciones europeas. "Así funciona cualquier país, entre el gobierno central y las autoridades autonómicas, y lo mismo ocurrirá en Europa, aunque con menor poder coercitivo de las instituciones comunitarias", ha señalado.
Eulalia Rubio, investigadora en el Instituto Jacques Delors de París, es positiva y afirma que, "en principio este fondo evitaría la situación de endeudamiento masivo a nivel nacional que hubo en la última crisis, y por tanto no habrá tanta necesidad ni presión para que los Estados reduzcan déficits y deudas".
Torres López, por su parte, sostiene que la única manera de sortear esta crisis y el colapso de la vida económica, "es que los gobiernos sostengan los ingresos que se pierden". Para esto hace falta endeudarse y Torres señala que "si los bancos centrales no apoyan ese endeudamiento, mediante reestructuraciones o incluso quitas, no habrá manera de evitar una depresión muy larga". "No es malo que haya condiciones, sino que se establezcan las que no se deben de establecer", sentencia.
¿Son las únicas ayudas para salir de la crisis?
Hay otro paquete de medidas. A este fondo habrá que sumarle el plan anticrisis que ha aprobado el Eurogrupo. Es un paquete que pretende movilizar hasta 540.000 millones de euros a través de tres vías: 240.000 millones en créditos a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE, o fondo de rescate); otros 100.000 millones a través de un fondo contra el desempleo (conocido como SURE, por sus siglas en inglés); y, finalmentge, una línea de crédito de 200.000 millones de euros a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
¿España ha acudido o espera acudir al MEDE?
El Gobierno quiere evitar tener que recurrir a este mecanismo, que es el que gestiona el fondo de rescate de la UE. El líder del PP, Pablo Casado, viene sosteniendo que el Ejecutivo de Pedro Sánchez "oculta un rescate", porque tiene la intención de acudir a los préstamos del MEDE. Pero la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, mantiene que no hay necesidad.
Así lo explica también el eurodiputado Ernest Urtasun, quien destaca que España no tiene la necesidad de acudir a los fondos del MEDE porque "se está financiando bien en los mercados". Además, subraya, pedir préstamos a este fondo "lanzaría el mensaje de que España tiene problemas de financiación y podría desencadenarse algún efecto negativo como el encarecimiento de la emisiones de la deuda", que es otra de las cosas que se quiere evitar en esta crisis.
Sin embargo, el eurodiputado Jonás Fernández, insiste en que es pronto para valorar si España solicitará financiación o no a través del MEDE e insiste en que todo dependerá de "la evolución de la deuda pública"
El socialista le quita hierro al asunto y destaca que, quegun se ha acordado ahora, el MEDE podrá dar financiación sin condicionalidad alguna. Dicho con otras palabras: "no se puede hablar de rescate como en la crisis previa en la que el gobierno de Rajoy solicitó ayuda sujeto un programa de ajuste", dice.
En esta misma línea se mueve la eurodiputada Sira Rego, quien denuncia el intento de desgaste del Gobierno por parte de la derecha española. Celebra que el plan presentado por la Comisión deje "fuera de juego" al Partido Popular e insiste en que el fondo "tiene potencialidad de ser positivo y beneficioso para las familias trabajadoras".
¿Cuánto dinero movilizará Bruselas en total?
El Ejecutivo comunitario ha planteado un paquete de 2,4 billones de euros, que sale de la suma del fondo de recuperación (750.000 millones de euros), el Marco Financiero Plurianual para el próximo periodo (1,1 billones) y la triple red de seguridad aprobada por el Eurogrupo (540.000 millones de euros).
¿Cuáles son los siguientes pasos para dar luz verde al plan anticrisis?
La propuesta de Bruselas ahora debe de ser discutida por los jefes de Estado y de Gobierno (previsiblemente, en una cumbre en julio, probablemente ya presencial, en Bruselas). Solo una vez que haya recibido el visto bueno de todos los países, por unanimidad, pasará al Parlamento Europeo, encargada de dar el aprobado final.
Todas las fuentes consultadas coinciden en que esta propuesta es tan solo un punto de partida y auguran un debate largo y tenso. Grégory Claeys insiste en que la pelota está en el tejado de los socios europeos. "Esperemos que la propuesta no se diluya y este paso hacia delante no implique dos hacia atrás", ha subrayado.
¿Cuándo llegará el dinero procedente del fondo de recuperación?
Consciente de la emergencia de la crisis, la Comisión Europea propone que una parte de este fondo se ponga a disposición de los Estados miembros a partir de septiembre de 2020. Para ello, los jefes de Estado y de Gobierno deberían de dar su aprobación antes de verano.
De este modo, Bruselas podrá adelantar 11.500 millones de euros del fondo con un paquete de transición para apoyar a las regiones más afectadas, un instrumento de apoyo a la solvencia de empresas y a la acción exterior.
El resto del instrumento estaría a disposición de los Estados miembros a partir del 1 de enero de 2021, con la entrada en vigor del Marco Financiero Plurianual 2021-2027.
¿Cuáles son los países más beneficiados de este plan anticrisis?
Los países del sur concentran más del 50% de las ayudas del fondo. España e Italia serían los principales beneficiarios, al ser dos de los países más golpeamos por la cCovid-19. Madrid podría acceder al 20% del plan, con 140.446 millones de euros, de los cuales 77.324 serían a través de transferencias directas y el resto con préstamos. Roma, por su parte, percibiría 172.745 millones: 81.807 de subsidios y el resto a través de préstamos.
Según cuenta Eulalia Rubio, es posible que España reciba una partida importante de los 50.000 millones en fondos de cohesión de emergencia. En este caso, "los fondos no se repartirán según el nivel de riqueza de los países, sino en función del impacto social y económico de la crisis, ponderado eso sí por el nivel de riqueza de los países", ha señalado.
¿Cuál es el proceso para acceder a estas ayudas?
Los países del bloque podrán presentar su plan de recuperación y resiliencia a partir del 15 de octubre junto con el borrador del presupuesto del año 2021. En todo caso, el plazo para presentar sus propuesta es hasta el 30 de abril de 2021.
A partir de entonces la Comisión Europea tendrá hasta cuatro meses para evaluar la propuesta y decidir si cumple o no con los requisitos. Una vez que Bruselas de luz verde, serán los Estados miembros los que avalen el plan.
La ratificación por parte de los países será por mayoría cualificada, lo que evitaría que los autodenominados frugales bloqueen por inercia todos los planes.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.