La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dijo el martes que pronosticaba un tipo de depósitos del BCE en cero o "ligeramente por encima" a finales de septiembre, lo que implica un aumento de al menos 50 puntos básicos desde su nivel actual (ahora está en el -0,5%).

Sus comentarios mantuvieron viva la especulación sobre una mayor subida de tipos del BCE este verano para combatir una inflación récord, resultado en parte de la subida de los precios de la energía debida a la invasión rusa de Ucrania, así como de los grandes estímulos del sector público durante la pandemia.

"Es muy probable que pasemos a territorio positivo al final del tercer trimestre", dijo Lagarde en una entrevista con Bloomberg TV.

Al pedírsele que aclarara ese comentario, añadió: "Cuando se sale de (los tipos) negativos se puede estar en cero, se puede estar ligeramente por encima de cero. Esto es algo que determinaremos en base a nuestras proyecciones y... orientación futura".

Los inversores han estado especulando sobre si el BCE subirá los tipos en incrementos de 25 o 50 puntos básicos desde que el gobernador neerlandés Klaas Knot planteó esta última opción la semana pasada.

El gobernador del banco central de Francia, François Villeroy de Galhau, intervino en el debate el martes, diciendo que "la subida de 50 puntos básicos no pertenece al consenso".

Lagarde había afirmado el lunes que el BCE saldría de los tipos negativos a finales de septiembre, lo que muchos inversores interpretaron como una subida hasta el nivel de cero mediante dos subidas de 25 puntos básicos cada una.

Esto ya se consideraba un cambio notable para un banco central que no ha subido los tipos durante más de una década, que ha cobrado a los bancos por su efectivo inactivo durante ocho años y que hasta hace poco había descartado prácticamente la posibilidad de subir los tipos este año.

Los mercados monetarios prevén ahora una subida de 63 puntos básicos para la reunión del BCE del 14 de septiembre y de 108 puntos básicos para finales de año.

Inflación récord

La inflación de la zona euro ha sido durante meses mucho más alta de lo que esperaba el BCE, alcanzando un máximo histórico del 7,4% en abril y obligando al banco central a seguir a sus homólogos mundiales, como la Reserva Federal, en la senda de la subida de tipos.

Villeroy dijo que el BCE volvería a situar el crecimiento de los precios en su objetivo del 2% para 2024, incluso superando el tipo neutral —un nivel de interés no observable que no estimula ni frena la economía— si fuera necesario.

Sin embargo, Lagarde insistió en que el BCE sólo actuaría de forma gradual porque la inflación estaba impulsada por la oferta —en referencia al encarecimiento del combustible debido a la guerra de Ucrania y a las restricciones relacionadas con el COVID en China— y no por el aumento de la demanda.

"No creo que estemos en una situación de aumento de la demanda en este momento", dijo Lagarde. "Definitivamente es una inflación impulsada por el lado de la oferta de la economía".