Este artículo se publicó hace 5 años.
Precio del petróleo¿Hay que prepararse para una subida de los carburantes?
Si se mantiene, el encarecimiento del petróleo derivado del ataque a dos refinerías saudíes afectará al bolsillo de los consumidores.
Vicente Clavero
Madrid-
El precio del petróleo experimentó una fuerte subida al inicio de la semana. Eso ha puesto en alerta a los agentes económicos, porque puede echar leña al fuego de la desaceleración.
Los consumidores también tienen motivos para preocuparse, dada la facilidad con que el encarecimiento del crudo suele trasladarse al precio de venta al público de los carburantes.
¿Pero qué es lo que ha pasado?
El sábado, dos importantes plantas petroleras situada en el este de Arabia Saudí, la de Abqiq y la de Khurais, sufrieron un ataque con drones que dañó gravemente sus instalaciones. Tanto el Gobierno de Riad como la administración Trump aseguraron que la agresión procedía de Irán, cosa que este país niega. Como consecuencia de ella, la producción de petróleo se ha visto reducida en 5,7 millones de barriles diarios.
¿Y eso es mucho?
Nunca antes se había visto un recorte tan abrupto. Ni siquiera cuando tuvo lugar la Guerra de los Seis Días en 1967, la revolución de los ayatolás a finales de los setenta o la invasión de Kuwait por Saddam Hussein en 1990. El golpe hizo que el crudo Brent experimentara el lunes una subida del 14,6%, la mayor registrada desde su creación en 1987. El precio del barril de referencia (159 litros) quedó fijado ese día por encima de los 68 dólares, tres por encima de la previsión media para todo el año contenida en los Presupuestos del Estado de 2019.
Pero el petróleo ha estado más caro…
Sí, mucho más. Hace apenas seis años, por ejemplo, el petróleo se estabilizó por encima de los cien dólares. Y entonces la economía mundial era más dependiente de él que ahora. Pero esta subida llega en un momento de grandes incertidumbres, derivadas sobre todo de la guerra comercial entre China y Estados Unidos y del brexit. Una escalada del precio del crudo empeoraría aún más las amenazas que acechan el crecimiento.
¿Se puede hacer algo para evitar esa escalada?
Arabía Saudí, que ha sido históricamente el principal país exportador, se ha comprometido a atajar la situación dando salida a los dos millones de barriles diarios adicionales que pueden producir otras plantas e incluso a echar mano del petróleo que tiene almacenado. Estados Unidos también está dispuesto a poner en el mercado parte de sus reservas estratégicas, menos necesarias desde que se ha hecho autosuficiente, gracias a la aplicación de nuevas técnicas de extracción.
¿Pero les interesa?
La planta de Abqaiq es la mayor de Arabia Saudí y una de las más grandes del mundo. Junto con la de Khurais, absorbía prácticamente la mitad de la capacidad productiva del país. Por lo tanto, el ataque ha sido un auténtico mazazo para su economía, que necesita hacer algo para mantener el nivel de ingresos. Además, el Gobierno de Riad no puede permitir que se devalúe la petrolera estatal Aramco, valorada en dos billones de dólares y de la que tiene previsto sacar a Bolsa próximamente un 5% del capital.
¿Y Estados Unidos?
En este caso, las razones son más de tipo político. Si la Administración Trump se queda de brazos cruzados y la reducción de la oferta mundial de crudo se mantiene en el tiempo, es altamente probable que eso repercuta en el precio que pagan los estadounidenses, por ejemplo, cuando acuden a las gasolineras para llenar los depósitos de sus vehículos. Teniendo en cuenta que están en año preelectoral, no parece, por tanto, que la inacción de la Casa Blanca sea un escenario previsible, aunque con Trump nunca se sabe.
¿Cómo nos va a afectar a los españoles?
Depende de cuánto duren los efectos del incidente del sábado. Si se prolongaran, la subida del petróleo acabaría proyectándose, más bien pronto que tarde, sobre el de los combustibles. Aunque, por supuesto, no de forma lineal. Según los expertos, un encarecimiento del barril en torno al 14% haría que los consumidores finales pagaran un 5% más que ahora. Hay que tener en cuenta que existen otros costes, como el refino o los impuestos, con un importante peso en el precio final.
¿Cuánto sería eso en euros?
La cifra exacta es difícil de precisar porque el precio final varía de unas gasolineras a otras. Pero si ahora cuesta alrededor de 71,5 euros llenar un depósito de 55 litros de gasolina, pasaría a 75 euros. En el caso del gasóleo de automoción, el salto sería de 66 a más de 69 euros, siempre aproximadamente.
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