El Ministerio de Hacienda ha enviado al Ayuntamiento de Madrid una carta en la que explica que asumirá un control semanal de las cuentas públicas del Ayuntamiento, al entender que que sigue incumpliendo la regla del techo de gasto, en medio de una discrepancia entre ambas administraciones sobre el cálculo de esta norma financiera. 

La regla de gasto, incluida en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, impide que las administraciones aumenten su gasto público más allá de una tasa de referencia basada en el crecimiento a medio plazo de la economía española. En el caso de Madrid, el gasto incluido en su plan económico financiero (PEF) para 2017-2018 se habría excedido en unos 238 millones de euros para este año y en 243 millones para el próximo, según los cálculos de Hacienda.

El Ministerio de Hacienda tutelará las operaciones financieras de la corporación madrileña después de que la semana pasada rechazara por tercera vez el Plan Económico y Financiero (PEF) presentado por el Gobierno de Manuela Carmena. Este control se ejercerá directamente en comunicación con la interventora del gobierno municipal de Ahora Madrid.

Ante el incumplimiento de la regla de gasto, Hacienda instó al Ayuntamiento a tomar medidas que consistirían en una serie de acuerdos de no disponibilidad presupuestaria (recortes de diversas partidas). Ahora, el Ministerio aplica las medidas coercitivas contempladas en los artículos 25 y 26 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Carlos Sánchez Mato, responsable del Área Económica del Ayuntamiento de Madrid, en una intervención en el pleno municipal. E.P.

La semana pasada, en una carta del  secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya Romero, ya adelantaba que el plan económico del Ayuntamiento partía de una "premisa errónea" y es que para determinar el techo de gasto de los años se ha tomado como base "el gasto ejecutado en 2016 pese a haber excedido el máximo legal".

Por su parte, la alcaldesa Manuela Carmena envió una comunicación a Hacienda en la que habló de "discrepancia de criterios en el cálculo de la regla de gasto" y señaló que el Ayuntamiento utilizaba una aplicación informática del ;inisterio, por lo que calificó de "sorprendente" que se pusiera en cuestión las cuentas del consistorio.

Los gestores de la capital consideran excesivamente restrictiva la regla de gasto, aprobada en España en plena crisis económica, cuando se consideraba prioritario contener el gasto público local. En estos momentos, la mayoría de las corporaciones locales españolas cumplen con los objetivos de estabilidad presupuestaria.