Goirigolzarri presume de haber destapado el las tarjetas 'black'

MADRID.- El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha lamentado públicamente que la imagen de la entidad se vea salpicada por actuaciones del pasado como fueron las tarjetas opacas de Caja Madrid.

"En algunas ocasiones, como con las tarjetas black, fuimos muy conscientes de los efectos que iba a tener en términos de imagen, pero no dudamos del camino que teníamos que seguir: profesionalidad y transparencia", ha explicado el banquero.

Por eso, en la rueda de prensa de presentación de resultados, Goirigolzarri ha defendido haber denunciado esos hechos porque la posibilidad de devolver las ayudas al contribuyente depende de la forma de hacer las cosas de Bankia.

"Nuestra actuación está inspirada por un gobierno corporativo excelente", ha incidido Goirigolzarri, quien recordó que en cuanto llegó a la presidencia del grupo se renovaron los consejos de administración de Bankia y su matriz, BFA, incorporando a "personas de reconocido prestigio y con currículos excelentes".

Además, ha destacado que en el verano de 2012 el grupo empezó una revisión de todas las operaciones que no tuvieran visos de ortodoxia bancaria y cuando llegó a la conclusión de que no era así, se puso en conocimiento de supervisores e instancias judiciales.

Renuncia a retribución variable

Precisamente esa merma en la imagen ha debido de ser la razón por la que Goirigolzarri ha renunciado a una retribución variable de 250.000 euros. Tanto el presidente de Bankian como el consejero delegado de la entidad, José Sevilla, cobraron en 2014 un sueldo fijo de 500.000 euros, idéntico al año anterior, y renunciaron a una retribución variable que podía ascender a 250.000 euros para cada uno.

Además, según la información remitida hoy por el banco a la CNMV, los dos primeros ejecutivos no recibieron ningún tipo de complemento salarial adicional, como aportaciones a planes de pensiones o acciones de la compañía.

El otro ejecutivo de la entidad, Antonio Ortega, que se incorporó al consejo de Bankia en junio de 2014, mantuvo también su sueldo fijo de 500.000 euros e igualmente renunció al variable.

El resto de miembros del consejo de administración de Bankia, que están en calidad de independientes y no tienen derecho a variable, volvieron a ganar 100.000 euros en 2014.

Satisfecho con las posibles indemnizaciones

Por otra parte, Goirigolzarri, ha mostrado su satisfacción por la solución adoptada finalmente por si hubiera que compensar a pequeños accionistas por las irregularidades de la salida a bolsa de la entidad.

Ayer se estimó que el coste de estas posibles indemnizaciones podría llegar hasta 780 millones y de esa cantidad Bankia asumirá el 40%, 312 millones de euros, mientras que su matriz, participada íntegramente por el Estado, pagará los 468 millones restantes.

Este reparto de cargas contenta a Goirigolzarri y está en línea con el que había defendido el ministro de Economía, Luis de Guindos, sin embargo, según distintas informaciones, no habría gustado en un primer momento al Ministerio de Hacienda.

Sobre esta cuestión, hoy en rueda de prensa, Goirigolzarri ha reconocido que había "distintas sensibilidades" y una cierta tensión, que a él no le desagradó, porque promovió un debate "enriquecedor" y le resulta lógico que cada uno cumpla su misión.

En su opinión, eran "discusiones leales y legítimas" sobre un tema que nunca ha pensado que fuera sencillo y que explica que haya habido "confrontación de opiniones".

Sin amenazas de dimisión

El banquero ha negado rotundamente que amenazara con dimitir, ha asegurado que ha trabajado "cómodamente" con las instituciones y se siente muy satisfecho con el resultado final porque cree que es una solución "equilibrada".

Y como muestra de ello, ha recordado, que ayer, disipadas las dudas sobre el reparto del coste de las posibles indemnizaciones, la acción de Bankia se anotó la mayor subida del IBEX 35.

Cada diez céntimos que avanza la acción del banco, su valor aumenta en 1.151 millones y eso supone 714 millones de euros para el contribuyente por la participación en la entidad del Estado, que sigue siendo su principal accionista.