Comercio China contraataca la guerra comercial de Trump con nuevos aranceles y recurrirá ante la OMC
Los aranceles tienen un valor de 16.000 millones de dólares, una medida que responde a la entrada en vigor en Estados Unidos de gravámenes por el mismo valor a bienes chinos.
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pekín, Actualizado:
China respondió este jueves a EEUU con nuevos aranceles del 25%, por valor de 16.000 millones de dólares, a bienes estadounidenses, un contraataque inmediato tras la entrada en vigor de gravámenes por la misma cuantía en Washington y que dificulta aún más las negociaciones para frenar la guerra comercial.
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El régimen de Xi Jinping aseguró que se trata de una contramedida "necesaria" ante las medidas proteccionistas de Donald Trump y que volverá a presentar una queja formal contra EEUU ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para defender el sistema multilateral del comercio.
Este nuevo episodio de la guerra comercial abierta entre las dos mayores economías del mundo empezó a las 00.00 horas de Washington (04.00 GMT y mediodía en China), cuando las Aduanas de EEUU empezaron a cobrar oficialmente las tarifas del 25% ya anunciadas a 279 productos chinos, incluyendo ciertos tipos de aceites lubricantes y tubos de plástico flexibles, entre otros.
"China se opone firmemente (a los nuevos aranceles) y tiene que tomar una vez más las contramedidas necesarias", aseguró en un comunicado el Ministerio chino de Comercio.
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Como ya había amenazado Pekín, inmediatamente después empezó a aplicar aranceles por el mismo valor a productos importados desde EEUU, aunque de momento las autoridades chinas no han precisado qué bienes se han visto afectados.
Pese al contraataque, China ha vuelto a insistir en que espera que EEUU haga esfuerzos para llegar a un acuerdo y mantenga una actitud "racional" durante las conversaciones previstas para la próxima semana con el objetivo de poner fin a las tensiones comerciales. "Esperamos que EEUU pueda hacer esfuerzos conjuntos con China y seguir una actitud racional y práctica para buscar buenos resultados", afirmó hoy el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Lu Kang, en rueda de prensa.
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Preguntado por la delegación china de autoridades de segundo nivel que ya se encuentra en la capital estadounidense, donde ayer iniciaron una ronda de reuniones que continúa hoy con un equipo de la Administración de Trump, Lu rechazó proporcionar detalles al respecto.
"Después de un tiempo de silencio, las conversaciones ahora se reanudan, pero no hay participantes de alto nivel involucrados", explicó el analista de la consultora Oxford Economics, Tianjie He, que considera "poco probable" que esta nueva ronda de diálogo sirva para que EEUU suspenda los aranceles ya impuestos. En su opinión, "el riesgo de que las tensiones comerciales sigan aumentando es alto" y se estima que los aranceles causen una ralentización del 0,1% en el crecimiento del PIB de ambos países en 2019.
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Precisamente el estancamiento de las conversaciones entre Washington y Pekín en materia comercial ha provocado que en los últimos meses ambos países hayan impuesto de manera recíproca aranceles que alcanzan los 50.000 millones de dólares.
La de hoy es la segunda ronda de tarifas que Trump impone a China y que se suma a los gravámenes que entraron en vigor el pasado 6 de julio a importaciones chinas, valorados en 34.000 millones de dólares, una medida que fue respondida entonces por Pekín con gravámenes similares.
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En medio de estas tensiones, China ha anunciado que volverá a recurrir ante la OMC y presentará una queja formal contra EEUU para "salvaguardar el libre comercio y los mecanismos multilaterales, así como sus derechos e intereses legítimos", ya que considera que las medidas proteccionistas de Trump van en contra de las reglas de la organización.
Trump justifica sus recientes medidas arancelarias contra China para lograr la reducción del abultado déficit comercial con el gigante asiático, algo que de momento no ha logrado.
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El Gobierno estadounidense ha calculado que en la primera mitad del año el desequilibrio en el intercambio comercial bilateral a favor de Pekín aumentó un 8,3%, después de que en todo 2017 alcanzase el récord de 375.000 millones de dólares. La intención manifiesta de Trump era reducir el déficit en 200.000 millones para 2020.