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Bruselas pide recortar el consumo de gas desde este mismo verano: propone limitar el aire acondicionado a 25 grados
La Comisión Europea plantea un plan de contingencia que recoge una serie de medidas para reducir la demanda ante el previsible corte de suministro por parte de Rusia, entre ellas poner la calefacción a 19 grados en invierno e incentivar a las empresas que reduzcan su consumo de gas. Las familias serían las últimas en sufrir racionamientos.
Madrid-Actualizado a
La Comisión Europea lleva tiempo preparándose para capear el más que previsible corte de gas por parte de Rusia a todo el bloque de la Unión Europea (UE) de cara al próximo invierno, pero ahora ha decidido acelerar el proceso y propone una serie de medidas para que los países de la UE empiecen a ahorrar gas desde ya, en pleno verano, y acumular reservas para el próximo invierno.
Bruselas plantea un plan de contingencia que recoge una serie de medidas para reducir la demanda de gas desde este mismo verano, pero también para incentivar que empresas e industrias recorten el consumo y sustituyan el gas por otras fuentes de energía, incluidos el carbón y la nuclear.
Un escenario que no parece sencillo pues con la ola de calor aumenta el consumo de gas. De hecho, la demanda de gas natural para generación eléctrica ha batido su récord histórico en España por tercera vez en menos de un mes después de rozar este miércoles los 804 gigavatios hora (GWh), un registro por encima de los 770 GWh del pasado 16 de junio, cuando España atravesaba otro episodio de calor extremo.
El plan, que se dará a conocer el próximo miércoles, ha sido bautizado con el título de Ahorra gas para un invierno seguro. Propone, entre otras medidas, que en verano se obligue cuando sea "técnicamente y legalmente posible" a que el termostato de edificios públicos, oficinas y edificios comerciales nunca esté por debajo de 25 grados en verano y tampoco por encima de 19 grados centígrados durante el invierno.
El plan de contingencia remarca que "cada ciudadano y cada hogar puede ahorrar gas" y pone el acento en el volumen de este combustible que se utiliza en sistemas de calefacción o refrigeración, aunque recuerda que los hogares, la calefacción urbana y algunos servicios sociales esenciales son consumidores protegidos y serían los últimos en sufrir racionamientos si los hubiera.
En este sentido, la Comisión Europea también tiene previsto sugerir a los países de la UE que incentiven con compensaciones económicas la reducción del consumo de gas de empresas. El borrador del documento de Bruselas, al que ha tenido acceso Efe, defiende que la UE todavía es capaz de minimizar el impacto de un "posible gran corte" del suministro de gas en invierno si adopta ya una serie de medidas e incentivos.
El texto subraya que los flujos de gas desde Rusia han caído un 30% en comparación con la media del periodo 2016-2021 y parte de esta reducción "ha sido el resultado de acciones repentinas, injustificadas y unilaterales de Gazprom para disminuir o detener las entregas a consumidores europeos con el objetivo de trastocar la actividad económica y manipular los precios".
"No hay razones para pensar que este patrón cambiará. En cambio, una serie de señales, como la última decisión de reducir aún más el suministro a Italia, apuntan a un probable deterioro de las perspectivas de suministro de gas", advierte la Comisión Europea.
Además, "la Comisión apoya firmemente las mejores prácticas, como la idea de subastas o sistemas de licitaciones para incentivar una reducción del consumo de consumidores industriales dejando que las industrias ofrezcan esas reducciones del consumo de gas a cambio de compensación", propone el documento.
Estas subastas, continúa el texto, podrían ser organizadas entre varios países "para maximizar las posibilidades de consumidores que operan en varios Estados miembros y para Estados miembros con menos medios fiscales".
Otra posibilidad son los llamados "contratos de interrumpibilidad", que contemplan la concesión de compensaciones económicas para financiar una reducción predeterminada del consumo de gas durante un periodo de desconexión.
"Después de haber agotado todas estas medidas, los Estados miembros quizás necesiten empezar a restringir parcial o totalmente (el consumo) de grupos específicos de consumidores que hayan sido identificados en sus planes de emergencia", reconoce Bruselas, para después indicar que tal priorización puede diferir de unos países a otros.
Ahorrar durante el verano
El informe recalca que "el ahorro de gas se puede materializar ya durante el verano" con una reducción del consumo eléctrico que conllevan los sistemas de refrigeración y en invierno puede ser mayor utilizando "fuentes alternativas de calefacción", como bombas de calor en los edificios o con campañas de concienciación para bajar un grado la temperatura del hogar.
Con respecto a las plantas que generan electricidad, el plan recoge la posibilidad de impulsar el uso de combustibles fósiles distintos al gas pero avisa de que pasar a utilizar biomasa y diésel "requiere garantizar que hay disponibles cantidades suficientes para las plantas que los utilicen".
En esta línea, recuerda que algunos países han anunciado la reactivación de plantas de carbón y otros han retrasado sus planes para el cierre de las centrales nucleares. Bruselas no censura estas decisiones, pero remarca que las medidas para sustituir el gas "son temporales por naturaleza y deben ser diseñadas de forma que no comprometan" los objetivos climáticos de la UE.
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