Berlín sospecha que 17 marcas de coches podrían estar trucando sus emisiones
El Gobierno alemán pacta con cinco fabricantes germanos una revisión "voluntaria" a lo largo de este año de los de 630.000 vehículos sospechosos "de toda Europa".
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BERLÍN.- El Gobierno alemán alertó este viernes de que 17 fabricantes de vehículos a los que ha investigado podrían estar desconectando de manera irregular los dispositivos de control de emisiones de algunos de sus modelos, contaminando así en realidad más de lo permitido. El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, realizó esta advertencia al presentar los resultados de una investigación encomendada por Berlín a su Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) a raíz del escándalo Volkswagen el pasado septiembre.
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Las marcas y modelos alemanes afectados son Audi (A6), Porsche (Macan), Volkswagen (Amarok, Crafter), Opel (Insignia, Zafira) y Mercedes (V250 bluetec). El ministro explicó que ya se ha acordado con estos cinco fabricantes una revisión "voluntaria", que tendrá lugar a lo largo de este año, de los de 630.000 vehículos sospechosos "de toda Europa".
El informe de la KBA, de 134 páginas, argumenta que la horquilla de temperaturas en las que estos sistemas se desconectan en los modelos citados es demasiado amplia, algo que no parece estar justificado técnicamente. Con el sistema activado, los modelos analizados cumplían los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), pero al alcanzarse ciertas temperaturas y desactivarse los dispositivos de limpieza los vehículos sospechosos superaban con creces esos límites. "En la investigación de algunos modelos surgieron dudas en la comisión de investigación sobre si la horquilla de temperaturas elegida (por cada fabricante) se justificaba totalmente por motivos de protección del motor", indicó Dobrindt.
En noviembre, tras analizar unos dos tercios de todos los modelos, la KBA ya avanzó que había detectado valores de emisiones de gases por encima de lo permitido en varios fabricantes. Entonces abrió una fase de consultas con los constructores afectados e indicó que posteriormente podrían buscarse "consecuencias legales".