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Banco Popular releva a su presidente

Emilio Saracho Rodríguez de Torres sustituirá a Ángel Ron al frente de la entidad, una de las más castigadas por la burbuja inmobiliaria. Sus acciones suben un 13,6% en bolsa

El hasta ahora presidente del Banco Popular, Ángel Ron (i), y su sustituto Emilio Saracho. REUTERS

AGENCIAS

MADRID.- Tras varias semanas de fuerte castigo en bolsa y crecientes tensiones en el consejo acerca de la gestión de la entidad, Banco Popular echó el freno de emergencia el jueves y anunció que ha puesto en marcha el proceso de relevo de su actual presidente. Ángel Ron cesará como presidente de Banco Popular tras la junta de accionistas de la entidad que se celebrará en el primer trimestre de 2017, momento en que abandonará sus funciones en la presidencia y en el consejo de administración, que serán asumidas por Emilio Saracho una vez que haya aceptado el cargo.

Según ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consejo finalmente ha aprobado por unanimidad abrir un proceso para sustituir a Ron por Saracho al frente de la presidencia del banco.

En su reunión extraordinaria de hoy, el consejo de administración ha agradecido a Ron los servicios prestados al banco y ha destacado su esfuerzo y determinación por conducir a la entidad "a través de una crisis de duración y proporciones sin precedentes". Además, le ha solicitado que, hasta su sustitución, siga dirigiendo el banco con la misma dedicación.

Por otra parte, también se ha acordado crear una vicepresidencia primera del consejo de administración, cuyo titular será designado próximamente, así como ratificar a Francisco María Aparicio Valls como consejero, secretario y letrado asesor del consejo de administración.

Asimismo, ha acordado cubrir cualquier vacante adicional que pueda producirse en el consejo de administración en el futuro, "con la persona que proponga la mayoría de los consejeros independientes del banco para, previos trámites y aprobaciones que procedan, ser ratificado por la correspondiente junta de accionistas".

Desde la banca de inversión

Saracho, de 61 años y uno de los tres vicepresidentes mundiales de JPMorgan Chase (el mayor banco por activos del mundo) ha desarrollado los últimos veinte años de su carrera en Londres y toda su trayectoria ha estado vinculada a la banca de inversión. El ejecutivo madrileño ha desarrollado puestos de responsabilidad en Santander y Goldman Sachs. Desde 1998, trabaja en JPMorgan, lo que le convierte en el español que más alto ha llegado en el sector de la banca de inversión internacional.

Además, Saracho es consejero de Inditex, y consejero no ejecutivo independiente de IAG. En los últimos días, el nombre de Saracho  ya estaba en todas las quinielas y parecía el candidato más probable para relevar a Ron.

La noticia de la sustitución de Ángel Ron ha hecho que las acciones del Popular suban con fuerza en bolsa. Al cierre, los títulos del banco marcaban una revalorización del  13,66%.

Descontento de los accionistas con Ron

El relevo se produce después de muchos rumores, que apuntaban al descontento de algunos consejeros, como la familia mexicana Del Valle o la consejera independiente Reyes Calderón, con la gestión de Ron, y con la pérdida de valor en bolsa de la entidad, entre otras razones.

Una oficina del Banco Popular en el centro de Madrid. REUTERS/Andrea Comas

Una oficina del Banco Popular en el centro de Madrid. REUTERS/Andrea Comas

Durante el mandato de Ron, Popular, el banco español más expuesto a la crisis del ladrillo en España, se ha enfrentado a un deterioro de su balance y unas mayores exigencias regulatorias. Desde que accedió al cargo en 2006, la acción del Popular ha caído más de un 95%, muy por encima de sus competidores (en lo que va de año pierde en bolsa un 66% por las dudas acerca de la solidez de su balance). 

El banco, que obtuvo la nota española más baja en las últimas pruebas de estrés a la banca europea, cerró en junio una ampliación de capital de 2.500 millones de euros para limpiar su balance y anunció provisiones de 4.700 millones, al tiempo que ponía en marcha una reducción de plantilla de casi 2.600 empleados e iniciaba el proceso para sacar de su balance 6.000 millones de euros en activos inmobiliarios tóxicos.

El sostenido debilitamiento del banco en la bolsa había atraído este año a numerosos fondos especulativos que aceleraban con sus posiciones vendedoras la trayectoria bajista y forzaron la intervención del supervisor bursátil, que está investigando estas transacciones, según medios.

Guindos afirma que "ni desde el punto de vista del Gobierno, ni desde el de los supervisores existe la más mínima duda sobre la solvencia del Banco Popular"

Desde la ciudad suiza de Lucerna, el ministro de Economía Luis de Guindos salió en defensa del banco. "Ni desde el punto de vista del Gobierno, ni desde el de los supervisores existe la más mínima duda sobre la solvencia del Banco Popular", dijo el ministro a periodistas.

Agregó que la entidad "ha sido un banco tradicionalmente muy eficiente en España, que se ha encontrado en ocasiones con un problema de acumulación de activos, pero tiene planes para limpiar esos activos relacionados con el sector inmobiliario". De Guindos añadió que espera que el nuevo presidente y un consejo unido trabajen en esta dirección.

Tambores de fusión

El relevo en la cúpula coincide también con especulaciones en la prensa sobre una nueva ronda de consolidación en el sector bancario español. El diario Expansión dijo el jueves, sin citar a sus fuentes, que Popular está manteniendo contactos con BBVA y con otras entidades españolas para explorar una posible fusión que facilite la limpieza de su balance.

Analistas en Madrid dijeron que una operación corporativa podría tener sentido para la entidad, que espera cerrar este año con pérdidas de 2.000 millones de euros debido al saneamiento necesario de su cartera de activos inmobiliarios tóxicos. La caída en bolsa ha reducido la capitalización del banco a 3.500 millones de euros, lo que podría facilitar una operación corporativa, aunque analistas advirtieron que cualquier entidad interesada tendría que hacer frente también a los costes relacionados con el saneamiento de los activos tóxicos.

Ante este panorama, el número de pretendientes quedará muy reducido, según los expertos. Sabadell dijo en junio que sus conversaciones con Popular concluyeron sin resultado, Bankia , participada por el Estado español, tiene prohibidas por ahora las operaciones corporativas y Caixabank está en proceso de tomar el control de la entidad financiera lusa BPI.

Con eso, solo quedarían en España los dos grandes del sector, Santander y BBVA, pero ninguna de las dos entidades se ha manifestad al respecto. BBVA vale 11 veces más en bolsa que el Popular y el Santander incluso 18 veces más.

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