Público
Público

Bajar los tipos, ¿y después qué? Cinco preguntas para el BCE

El banco central de la Eurozona acometerá esta semana previsiblemente su primer recorte en el precio del dinero desde  2016, pero los expertos no tienen claro cuáles serán sus siguientes pasos.

El logo del BCE delante de su sede en Fráncfort. REUTERS/Heiko Becker
El logo del BCE delante de su sede en Fráncfort. Heiko Becker / REUTERS

El Banco Central Europeo (BCE) parece dispuesto a recortar el jueves los tipos de interés por primera vez desde 2016, cuando los colocó en el 0%, pero lo que suceda después es un rompecabezas mayor.

La inflación se ha acercado al objetivo del 2% del banco, pero aumentó más de lo esperado en mayo y sigue siendo persistente en el sector dominante de los servicios. La economía del bloque se está recuperando más rápido de lo previsto y el mercado laboral sigue siendo tenso, lo que arroja incertidumbre sobre cuántas veces recortará los tipos el BCE este año.

"El recorte en sí no será una gran noticia. Es más la pregunta: ¿cuál es el mensaje en torno a lo que está por venir?", dijo Jens Eisenschmidt, economista jefe para Europa de Morgan Stanley, que anteriormente estuvo en el BCE.

He aquí cinco preguntas clave para los mercados:

¿Recortará finalmente el BCE los tipos de interés esta semana?

Es lo más probable, dado el número de dirigentes monetarios que han prometido una bajada de tipos en junio.

Se espera un recorte de 25 puntos básicos que situará el tipo de facilidad de depósito en el 3,75%, frente al récord del 4% que alcanzó el pasado mes de septiembre, y el tipo general, en el 4,25%, desde el 4,5%.

¿Cómo será la trayectoria de los tipos después de junio?

Eso es mucho menos seguro.

Los mercados esperan ahora menos de 60 puntos básicos de recortes este año, es decir, dos bajadas, y menos del 50% de posibilidades de un tercero, frente a los tres de la última reunión del BCE en abril y los cinco de enero.

Muchos analistas siguen esperando tres recortes, en junio, septiembre y diciembre, reuniones todas ellas en las que el BCE publica nuevas previsiones económicas.

Los halcones del BCE (partidarios del endurecimiento monetario) intentan descartar la posibilidad de un recorte en julio. Otros, como el gobernador del banco central francés, François Villeroy de Galhau, no quieren cerrar la puerta.

Por lo tanto, no es previsible que lleguen muchas pistas de la jefa del BCE, Christine Lagarde, el jueves. Los analistas creen que repetirá el mantra del banco de que "depende de los datos".

"Creo que serán mucho menos prescriptivos sobre lo que viene a continuación de lo que han sido en torno a la reunión de junio", dijo el economista jefe para Europa de BNP Paribas, Paul Hollingsworth.

¿Hasta qué punto es un quebradero de cabeza para el BCE la aceleración del crecimiento salarial?

No mucho, según los economistas.

Antes de recortar los tipos, los dirigentes monetarios querían ver más indicios de ralentización del crecimiento salarial, pero los datos de mayo mostraron que volvió a aumentar hasta el 4,69% durante el primer trimestre. Sin embargo, este dato se vio distorsionado por la elevada cifra de Alemania, donde el crecimiento salarial está poniéndose al día para estar en línea con la inflación.

El BCE dio muestras de no estar preocupado, publicando el mismo día un blog en el que subrayaba que otros indicadores salariales apuntaban a una moderación de las presiones. Incluso el alemán Joachim Nagel, uno de los principales halcones, quitó hierro a los datos.

Foto de archivo de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa en la sede de la entidad monetaria de la Eurozona, tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno, para decidir sobre los tipos de interés. REUTERS/Kai Pfaffenbach
Foto de archivo de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa en la sede de la entidad monetaria de la Eurozona, tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno, para decidir sobre los tipos de interés. Kai Pfaffenbach / REUTERS

Sin embargo, la inflación de los servicios, que refleja la demanda interna, repuntó en mayo, mientras que el bajo nivel récord de desempleo también puede arrojar incertidumbre sobre cuánto se enfriarán los salarios.

Los datos salariales "dan más razones para ser gradual en el ciclo de recorte de tipos, simplemente porque hay que esperar antes de tener más confirmación de que realmente se llegará al 2% (de inflación) con el tiempo", dijo Eisenschmidt de Morgan Stanley.

¿Y el fortalecimiento de la economía de la zona euro?

Tampoco es motivo de preocupación.

La economía del bloque creció un 0,3% durante el primer trimestre, superando las expectativas del 0,2%. Los datos prospectivos de la actividad empresarial también han superado las previsiones, lo que indica que la recuperación se mantiene.

Los economistas consideran que estas cifras son una buena noticia para el BCE. El repunte de la actividad podría ayudar a mejorar el débil crecimiento de la productividad, achacado en parte a la acumulación de mano de obra en las empresas, lo que impulsaría la confianza en la ralentización de la inflación. Además, las cifras de crecimiento no son lo bastante elevadas como para preocuparse de que la demanda reavive la inflación.

"Los últimos datos económicos son alentadores. Quita argumentos a las palomas (partidarios de la relajación monetaria) más acérrimas que dicen que la economía tiene problemas y hay que recortar rápido", dijo Reinhard Cluse, economista jefe de UBS en Europa.

¿Qué mostrarán las nuevas proyecciones del BCE?

El banco revisará ligeramente al alza sus previsiones de crecimiento e inflación, pero esto no debería desbaratar su expectativa de que la inflación vuelva al objetivo a finales de 2025.

"El panorama general debería seguir siendo el mismo que en marzo", afirmó Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias de Economía