La Justicia ha declarado nulo el despido de la ingeniera Azahara Peralta, la denunciante del caso Acuamed, que se negó a corromperse en los hechos investigados por la Audiencia Nacional en las obras del embalse de Flix (Tarragona).

La sentencia, que llega casi dos años y medio después del despido disciplinario, condena a la empresa Acuamed -que ya admitió en sede judicial el despido improcedente- a la readmisión inmediata de la trabajadora, despedida tras negarse en varias ocasiones a asumir una reclamación del contratista de la obra que ella misma dirigía, pese a las presiones de de los directivos de la empresa.

La Azahara Peralta llevó a la empresa pública a los tribunales reclamando su admisión al considerar que la despidieron porque no actuaba de forma irregular, "por no corromperse". Según cuenta la exdirectora, se negó a beneficiar a FCC con un contrato de 36 millones de euros. Ahora el Juzgado de los Social nº20 de Madrid le da la razón.

La Plataforma por la Honestidad (PLxH), que representa a los denunciantes de corrupción y abusos de poder, espera que los miembros del Consejo de Administración de Acuamed decidan "finalizar el calvario de esta denunciante", que como en el caso de otros muchos denunciantes, "agotan su tiempo, esfuerzo y recurso en obtener una sentencia firme que les devuelva la estabilidad, prestigio y honor que les fue arrebatado por defender los intereses públicos".

Asimismo, la PLxH confía en que los dirigentes políticos "posicionen en lado de los sociedad civil que reclama un auténtico estado de derecho, en el se proteja a los denunciantes de corrupción".