Este artículo se publicó hace 4 años.
Abengoa firma una tercera refinanciación de su deuda para volver a esquivar la quiebra
En una compleja operación en la que han participado organismos estatales, bancos acreedores, inversores y proveedores, la empresa recibirá una línea de crédito de hasta 230 millones con aval del ICO. La Junta también aportará 20 millones.
Madrid-Actualizado a
El grupo industrial español Abengoa ha firmado un nuevo proceso de reestructuración de su deuda, el tercero en cuatro años, con el que espera superar la profunda crisis financiera que atraviesa sorteando el concurso de acreedores, según ha informado en un comunicado enviado a la CNMV.
Se trata de una compleja operación en la que han participado organismos estatales, bancos acreedores, inversores y proveedores, con algunos flecos aún por cerrar.
En el marco de la ansiada operación, cuya firma se ha retrasado varias veces, se agruparán los activos de la empresa en una nueva sociedad denominada Abenewco 1, que recibirá una línea de financiación de hasta 230 millones de euros por 5 años con el aval del Instituto de Crédito Oficial, como parte de las ayudas estatales a las empresas durante la pandemia de coronavirus. También contribuirá con 20 millones de euros la Junta de Andalucía.
Asimismo, se concederán avales a 5 años por 126,4 millones de euros, ampliables a una cifra de hasta 300 millones, con el fin de garantizar las necesidades de liquidez del grupo, que ha visto comprometida su actividad por la falta de caja. Los avales darán a las entidades que los proporcionen hasta un máximo del 3,52% en Abenewco 1.
Los activos de la empresa se agruparán en una nueva sociedad denominada Abenewco 1
La nueva crisis de Abengoa se ha desencadenado en el contexto de la pandemia de coronavirus, que ha reducido sus ingresos, mermando los proyectos de sus clientes y complicando las cadenas de suministros, sumándose todo ello a los problemas derivados de inversiones poco rentables y una elevada deuda.
Al cierre de 2019, Abengoa tenía una deuda financiera bruta de casi 6.000 millones de euros, con unos ingresos de 1.493 millones de euros y un resultado operativo bruto (ebitda) de 300 millones.
Abengoa evitó convertirse en la mayor quiebra corporativa de la historia de España en 2016, después de que su dirección llegara a un acuerdo para refinanciar deuda por 9.000 millones de euros, en un proceso que otorgó a los acreedores el control de la empresa.
Nuevas condiciones
NUEVAS CONDICIONES
El convenio suscrito por la sociedad y un grupo de inversores y acreedores permitirá reestructurar deuda financiera existente, aplicando una quita del 50% o, en su lugar, convirtiendo deuda en instrumentos convertibles en acciones de Abengoa en diciembre.
Dicha conversión opcional en capital, por lo que estos acreedores pasarán a ser accionistas, en el caso de que no lo sean ya, ascenderá a un máximo del 0,10% del capital de Abenewco 1, y dará derecho a recibir dividendos en función del importe de financiación capitalizado durante 10 años.
En cuanto a otras modificaciones incluidas en la reestructuración de la deuda, se modificará el tipo de interés y se prolongará el vencimiento hasta 6 meses después del vencimiento de la nueva liquidez otorgada.
Como comisión por la operación, estos acreedores podrán recibir hasta un 5,49% del capital de Abenewco 1.
También se modificarán las condiciones de algunas líneas de avales existentes, así como las condiciones de una emisión de convertibles realizada en abril de 2019.
Como consecuencia de la reestructuración, con la conversión de los títulos convertibles en diciembre se romperá el actual grupo Abengoa, que pasará a tener una participación minoritaria (del 3,52% antes de la dilución por la emisión de nuevas acciones) en Abenewco 1.
En cuanto a los proveedores a los que debe dinero Abengoa, se les ofrecerá un canje voluntario de su deuda por la participación en un préstamo sindicado a largo plazo.
Flecos pendientes de la operación
En cualquier caso, Abengoa destaca en el comunicado enviado el jueves a la CNMV que la reestructuración no es suficiente para reequilibrar el patrimonio de la sociedad, que actualmente se encuentra en causa de disolución, y para sacar a la empresa de su situación actual será necesario que un 95% de los acreedores de un pasivo de 153 millones acepte convertir su deuda en préstamos participativos en la sociedad.
"A fecha de hoy el porcentaje de adhesiones alcanzado es insuficiente a estos efectos", dijo Abengoa.
La empresa ha abierto desde este mismo jueves un periodo de adhesión al contrato de reestructuración para los acreedores que aún no han suscrito la operación, con la finalización del plazo el 11 de septiembre. En el caso de los bonistas, el plazo para aceptar las modificaciones de sus títulos acabará el 4 de septiembre.
A corto plazo, queda por ver si se reanudará la cotización de Abengoa, cuya negociación en bolsa se suspendió el 14 julio cuando cotizaban a 0,0161 euros en espera del resultado de las negociaciones, y también está previsto que el grupo comunique sus resultados trimestrales.
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