La Comisión Europea mejoró este martes su previsión de crecimiento para España, pero alerta de que la recuperación española es 'débil' comparado con los países de su entorno. Esa es la conclusión del comisario de Economía, Olli Rehn, cuyos cálculos pronostican un crecimiento del 0,8% del PIB para este año, una décima más que lo calculado en otoño y la mitad de la media de la zona euro. La visión de conjunto del Ejecutivo comunitario sobre el futuro económico de España sigue siendo muy distinta de la del Gobierno, que espera un crecimiento del 1,3% para este año.

A pesar de cálculos tan divergentes, la Comisión respaldo las medidas que está tomando el departamento de Elena Salgado, asegurando que son 'muy valientes e importantes' para enderezar el rumbo de la economía. En particular, el comisario se refirió a la reducción del déficit, a las reformas estructurales como la del mercado laboral y las pensiones y la 'reestructuración del sector de las cajas de ahorro', vista como imprescindible desde la capital comunitaria para neutralizar las dudas de los especuladores.

Preguntado por la posibilidad de enviar una misión de la Unión Europea a España para supervisar la puesta en marcha de las medidas, el comisario de Economía la descartó indirectamente. 'Estamos en contacto regular con el Gobierno español y estamos siendo informados sobre los planes actuales y las medidas adoptadas y previstas por el Gobierno', aseguró.

Los cálculos de Bruselas también pronostican una inflación para España del 2,4%, dos décimas por encima de la media de la eurozona. Los precios subirán con fuerza por primera vez desde el estallido de la crisis por el encarecimiento de la energía y la introducción de nuevos impuestos, según el análisis de los técnicos comunitarios.

'Se está consolidando la recuperación económica', aseguró Rehn. 'Los déficits públicos están empezando a disminuir gracia a las medidas de saneamiento', pero la salida del pozo 'es desigual y muchos Estados miembros están atravesando un difícil período de ajuste', alertó.

Para Rehn, los datos son esperanzadores, pero no como para echar las campanas al vuelo. La inestabilidad en los mercados de deuda sigue y el crecimiento, motor del empleo, es todavía moderado en algunos países como España. El ritmo de la recuperación sigue siendo considerablemente más alto en los países vecinos. Mientras que Bruselas calcula un 0,8% para España en este año, Alemania registrará un 2,4%, Francia y Holanda un 1,7%, Italia un 1,1%.