Este artículo se publicó hace 13 años.
Una victoria para Tito
La inesperada enfermedad del ayudante de Guardiola desdramatiza la cacareada polémica con Ibrahimovic
Hace ocho meses, el vestuario del Barcelona se quedó helado al conocer que uno de sus integrantes, Abidal, padecía un tumor hepático. El martes, antes de viajar a Italia para disputarle al Milan la primera plaza del grupo H de la liguilla de la Liga de Campeones, y después de ver cómo el defensa superaba con éxito la enfermedad, la plantilla azulgrana recibió otra sacudida inesperada: Tito Vilanova no les acompañaba a San Siro por una cuestión similar. El segundo entrenador azulgrana se preparaba para ser intervenido de un tumor en la glándula parótida, uno de los principales segregadores de saliva, en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Eso les contó a los jugadores del Barça el doctor Pruna, pues ninguno sabía de la enfermedad de Vilanova, mano derecha de Pep Guardiola, el único, por otra parte, que conocía su estado en el vestuario. "Tito no quería que nadie supiera nada hasta hoy [por el martes], cuando ya tenía que entrar en quirófano", reveló Guardiola, desde Milán, cuando los médicos encargados de la intervención ya habían confirmado el éxito de la misma y habían diagnosticado que, en tres o cuatro semanas, Vilanova podrá reincorporarse a su rutina habitual.
Eso era casi lo único que preocupaba al técnico: la salud de su amigo, el personaje sin cuya presencia e intervención los éxitos del Barça se contarían de otro modo. El Milan, la primera plaza del grupo y su morboso reencuentro con Ibrahimovic pasaron a un plano secundario. Guardiola y sus muchachos desean más que nada sumar un triunfo esta noche en San Siro, un escenario de altura, para poder dedicárselo a Tito. Y demostrarle que la experiencia de Abidal ha cuajado; que han interiorizado todo lo que él les enseñó en aquel y en muchos otros momentos de dificultad. "Tito es más importante que una victoria, pero nos comportaremos como él nos ha ayudado a entender que tenemos que hacerlo", aseguró Guardiola, convencido de que sus pupilos, como la familia de Vilanova, sabrán sobreponerse a este nuevo golpe.
Afectado, pero "optimista", el técnico del Barça hizo de su rueda de prensa un monográfico dedicado a su ayudante. El club azulgrana, respetando el deseo de privacidad expresado por Vilanova, se había limitado a comunicar que el técnico "estaba siendo operado de la glándula parótida". Pep fue más explícito. Y, sin utilizar la palabra tumor, dio a entender que fue eso lo que se le extirpó. "Ha venido a los entrenamientos porque no quería pararse, pero los médicos vieron que tenía algunas cosas que no eran del todo buenas y las tenía que curar", informó. "Aunque son enfermedades diferentes, es un caso parecido al de Abi y el impacto es el mismo", añadió.
"Ha sido una noticia dura", confirmó Puyol. "Le enviamos mucha fuerza y ánimos; seguro que pronto estará con nosotros", añadió el capitán del Barça. "Estoy tranquilo porque me consta que los médicos han hecho un gran trabajo y porque estos días he visto a Tito muy fuerte", concluyó Guardiola. Sin Iniesta, Adriano ni Alves, el técnico compondrá un once para intentar superar a un Milan que, avisó, será más fuerte que en la ida. A Ibrahimovic, si se lo cruza, le dará la mano "con naturalidad". Luego, confiará en que Messi, que nunca ha marcado ante un equipo italiano, supere también esa barrera y brinde una nueva victoria a Tito.
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