Una Eurocopa atrás. Un chaval de Tuilla (Asturias) se comía las uñas en su casa de Zaragoza frente al televisor. No aguantaba sentado y miraba de reojo la réplica de la Copa del Rey que hacía unos meses había logrado ante el Real Madrid. Ese Guaje sabía que el momento de enfundarse la roja llegaría y que ya vendrían eurocopas para demostrar su valía. Unos meses después, Luis convocó a Villa. Cuatro años más tarde, David es el referente goleador de la selección. Ni las molestias que arrastraba hace unos días podían impedir su debut. Él sabe mejor que nadie que éste tiene que ser su torneo.

Con el 7 a la espalda, camiseta por fuera, sus botas de la suerte con el nombre de Zaida (su hija) y la responsabilidad de ser el jugador más en forma, no falló. No se había llegado ni al descanso y Villa ya llevaba dos goles. Su sociedad con Torres promete. En los 27 encuentros que han disputado juntos, España acumula una estadística de éxito: 20 partidos ganados, cuatro empates, 54 goles a favor y un total de 26 tantos para el dúo de ataque que aniquiló a Rusia.

La comunión entre ambos es exquisita. El Niño, en una dosis de generosidad, le cedió el gol del estreno. Después, se sirvió de la elegancia de Iniesta para apuntillar a Akinfeev. Era su noche. Aquella que tanto soñó cuando se quedó fuera de la Eurocopa de Portugal.

Con el último, llegó la dedicatoria para su socio. “Me he ido a por él (Torres) porque le he visto triste. Se está hablando mucho fuera del grupo humano de la selección sobre su rendimiento y que no está entrando mucho en juego. Se lo he dedicado porque ha realizado una gran primera parte y, de hecho, mis dos primeros goles son fruto de su trabajo”, explicó Villa, que se empeñó en exteriorizar su apoyo al delantero del Liverpool. “Todos tenemos que estar con él, porque es un jugador fundamental para nosotros”.

Los goles le elevan a máximo goleador de la roja. Cada dos partidos marca un gol (17 tantos en 32 apariciones). Su encuentro ante Rusia le pone como referente de los elegidos para la gloria de marcar. Su nominación como mejor jugador del partido borra de un plumazo las continúas referencias al otro 7, que ahora le pertenece por trabajo y derecho.

Nadie que se hubiera puesto la camiseta de España lo había logrado antes en una fase fina de la Eurocopa. De hecho, sólo Emilio Butragueño, en la famosa noche de Queretaro del Mundial de México, le supera en número de goles en un partido con la selección. Sus tres tantos le convierten en el séptimo jugador en una Eurocopa en conseguir un hat-trick .

El dolor en el dedo de una de sus manos, tras la celebración de su segundo gol, no borrará a Villa un partido que recordará toda su vida.