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Val D'Isere, un patio de butacas bajo cero

El público verá la totalidad de las pruebas del Mundial de esquí alpino en una silla

PACO GRANDE

Esta es la cuarta vez que Francia organiza unos Mundiales de esquí alpino, después de que lo hiciera en Chamonix (1932 y 1962) y Grenoble (1968), y la primera en la mítica estación de Val D'isere. La importante cita ha corrido serio peligro de no celebrarse debido al retraso en las obras.

Solucionados los problemas de logística, la organización ha diseñado un original planteamiento de las competiciones con vistas a primar el espectáculo y con un claro objetivo: que todo el público que acuda a las pruebas pueda ver casi al completo su desarrollo desde la línea de meta.

Van a ser los mundiales del cara a cara. Los hombres corre-rán en la pista Bellevarde y las mujeres en La Solaise, uno de los trazados originales donde se montó el primer remonte en 1942. Ambas pistas están enfrentadas y estratégicamente marcadas cara a cara en las montañas y son visibles casi en su totalidad desde la línea de llegada, tal y como fue previsto por la organización.

Mundiales con éxito en cuanto al número de países participantes: 67 federaciones nacionales se han inscrito en estos campeonatos. España tendrá en Carolina Ruiz a su mejor representante y a la esquiadora con alguna posibilidad de subirse al podio, toda vez que María José Rienda, lesionada el noviembre del año pasado en Aspen, durante la disputa del segundo Gigante de la temporada, aún se encuentra en plena recuperación de la rodilla izquierda.

El Supergigante femenino, en el que estará Carolina Ruiz, abre esta 40 edición de los Mundiales inaugurados oficialmente ayer. La italiana Nadia Fanchini, líder de la especialidad, la última ganadora en Cortina, la sueca Jessica Lindell, o la jovencísima revelación, Lara Gut, son algunas de las candidatas a colgarse las primeras medallas en la carrera que abre la competición. Ania Paerson y Lindsey Vonn, oro y plata hace dos años, también cuentan, aunque casi más para el descenso, en el que la joven suiza Dominique Gisin se ha plantado con sus dos últimas victorias en Altenmark y Cortina entre las mejores.

En la historia de la participación española en los mundiales, la familia Fernández Ochoa sale nuevamente ganadora. Paco Fernández Ochoa es el mejor de todos los esquiadores españoles, con el bronce que consiguió en Saint Moritzel 10 de febrero de 1974. Su hermana Blanca fue cuarta en el eslalon de Vail en 1989.

 

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