Este artículo se publicó hace 17 años.
Una técnica de Jiménez priva al Unicaja de la victoria ante el Aris
En un partido muy disputado, un error arbitral dejó a los visitantes sin triunfo en su debut en la Euroliga (87-83).
El Aris de Salónica consiguió el primer triunfo de la temporada en la Euroliga tras derrotar al Unicaja por 87-83 en un encuentro de mucha intensidad, que se decidió en los minutos finales gracias a la intensidad defensiva local y a un error arbitral, al señalar una falta técnica al alero Carlos Jiménez, por simular una falta personal, que significó la reacción de los locales.
El encuentro comenzó con el Unicaja muy centrado y con un quinteto donde sólo el alero Carlos Jiménez, era nacional. El Aris, apoyado por una masa enfervorizada, que llenó el pabellón Alexandrio Melathron de Salónica (Grecia), comenzó a buscar su primera victoria en la Euroliga apoyado en sus mejores jugadores, el base estadounidense Terrel Castle y su compatriota, el ala-pívot Jeremiah Massey.
Los primeros minutos fueron de tanteo. Con intercambio de canastas, aunque el Unicaja dejó claro que no se amilanaba ni por el ambiente ni por el potencial del rival. El pívot senegalés Boniface N?Dong y el ala-pívot estadounidense Marcus Haislip, demostraban su calidad tanto en el rebote como en el tiro exterior. El primer cuarto, muy igualado, acabó 24-23.
El Aris de Salónica se había visto sorprendido, quizás por el cinco inicial del Unicaja, sin los internacionales, el base Carlos Cabezas y el escolta Berni Rodríguez, por lo que en el segundo periodo, con ellos en la cancha, cerró el rebote, defendió de una manera muy agresiva, que le valió para someter al equipo andaluz a un severo correctivo.
Un parcial de 7-0 de los locales, 31-23, en el minuto tres, puso la máxima diferencia en el marcador. El Unicaja pasaba sus peores momentos y los jugadores se veían superados en todo momento por el Aris. Tuvo que ser el pívot Germán Gabriel, con un triple, quien cortara la maquinaria del conjunto griego.
Reacción justo antes del descanso
El Unicaja cambió por completo. Era otro equipo. Concentrado y sin excesivas fisuras. El Aris desarbolado, tenía muchas dificultades para atajar el entramado defensivo del equipo cajista. Un triple del base Carlos Cabezas, situó a los malagueños por delante, 37-39 en el minuto 19. Al descanso se llegó con 40-39 favorable al conjunto de Salónica.
Los mejores minutos del Unicaja llegaron en el tercer periodo. Mandó en el marcador y supo administrar su potencial físico. El Aris tenía muchos problemas para subir el balón, por la presión de los bases cajistas, y por lo tanto, la circulación, era escasa y con dificultades. El equipo malagueño espoleado por el escolta croata Davor Kus, obtuvo la máxima diferencia 53-61, a falta de un minuto para que concluyera el cuarto.
El partido estaba encarrilado, pero en Grecia, ante un ambiente tan hostil y frente a un equipo heleno todo puede ocurrir. Y pasó lo que nadie esperaba. Un parcial de 7-0 del Aris, 66-65, en prácticamente dos minutos, le dio la vuelta al electrónico. El Unicaja erraba una y otra vez en el aro contrario. No podía con el sistema defensivo de los locales.
Faltaban ocho minutos. Emoción, igualdad, agresividad de los dos equipos. La clave del encuentro fue una técnica, que los árbitros se inventaron al alero Carlos Jiménez, por simular una falta personal, cuando restaban tres minutos para que concluyera el enfrentamiento. Del 75-74 se pasó a un peligroso 79-74.
El Unicaja no respondía y el Aris muy meticuloso en sus acciones dispuso de una ventaja de siete puntos 83-76, minuto 38. El conjunto malagueño parecía roto pero por dos veces con dos triples de Marcus Haislip 83-80 y de Cabezas 87-83, buscaba la reacción y la victoria, pero no pudo ser. Al final 87-83.
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