Splitter es una joya. Uno de esos jugadores capaces de sobreponerse a las circunstancias y ganar encuentros por sí solo. Lo demostró ayer en el Palau, en un encuentro magistral, en el que su inagotable repertorio desarmó al Axa Barcelona y alimentó al Tau, que se anotó el primer partido de la serie para robar a los azulgrana un arma preciosa: la
inexpugnabilidad del Palau, que mañana vivirá el segundo acto, y el factor cancha.

Fue el primer cuarto un concurso de triples que iniciaron Lakovic y Acker de manera fulgurante y al que respondieron Prigioni y Teletovic con tanta eficacia que el Tau, que se había visto con un 8-0 de salida, les tomó la delantera a los azulgrana. Mucho tuvo que ver en la recuperación de los bakonistas Splitter, una tortura para los pívots del Barça. Posee tantos recursos el brasileño para manejarse en la pintura que cualquier intento por frenarle fue en vano. Ni Marconato ni Kasun pudieron con él.

No aprovechó el Barça el descanso que Spahija concedió a Splitter y, lejos de recortar una desventaja que se había ido a los 15 puntos (21-37), protagonizó un segundo cuarto nefasto. El Tau había dormido el partido hasta tal punto que el Barça entró en barrena. Cuatro míseros puntos anotaron los azulgrana en seis minutos, hasta que Grimau tomó cartas en el asunto y decidió contrarrestar como pudo el festival anotador del Tau. Apenas lo logró: 32-46, al descanso.

El Barça, que había dominado con mano de hierro en todo el play off, se veía contra las cuerdas. Le quedaba medio partido para apelar a la magia del Palau y protagonizar un remonte épico. Ilyasova se encargó de liderarlo. Con 10 puntos y buena defensa sobre Splitter, el ala-pívot turco concedió una nueva vida al Barça, que se colocó a un suspiro de los vitorianos (56-60). Singleton apareció entonces para enfriar los ánimos azulgrana y asegurar el primer golpe de mano del Tau.