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Semana de elogio al 'match play'

Los 64 mejores del mundo se enfrentan en esta modalidad

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A Tommy Aaron, ganador del Masters de Augusta de 1973, le encargaron hace años una definición rápida sobre el golf. "Es un juego principalmente acerca de los errores", contestó. Algo de razón tenía, quizá sea una de las modalidades en las que más eco psicológico arrastre el fallo: es una carga que se acarrea a corto, medio y hasta largo plazo. Ben Hogan dijo una vez que el ganador es el jugador que mejor falla.

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El Ritz-Carlton Golf Club en Arizona, diseñado por Jack Nicklaus, reunirá desde hoy y hasta el domingo a los 64 mejores jugadores del mundo en un torneo bajo la modalidad de uno contra uno, competición eliminatoria a hoyos ganados y no a golpes totales. El ganador deberá completar cinco días casi sin errores para levantar el Accenture Match Play. De la élite sólo faltarán Paul Casey y Phil Mickelson

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Cinco jugadores españoles han entrado en el cuadro del Accenture

El match play es un sistema de juego a cara o cruz. No hay mañana para el perdedor, ni solución al día siguiente para una mala vuelta. Pierdes y a casa. Eso le consigna una emoción que el tradicional medal play no tiene. Son escasísimas las ocasiones en que se usa este sistema a lo largo del año. Ayer uno de los portales más influyentes de Estados Unidos propugnaba la vuelta del PGA, el último Major del calendario anual, al duelo mano a mano, que ya decidía el ganador del torneo de 1916 a 1957. Sería una manera de revitalizar el Grand Slam con menos tirón de los cuatro y con las peores audiencias televisivas del cuarteto. Además, el regreso del golf al catálogo olímpico hará que sus fechas tradicionales tengan que ser alteradas cada cuatro años. "Proporciona un sentido de urgencia, de que algo puede ocurrir en las primeras horas del torneo. Algo que no sucede con otro sistema. O sigues o a casa", apunta Ricky Fowler, uno de los estadounidenses con plaza en el cuadro.

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Las bolsas de palos de cinco españoles han encontrado hueco entre la lista de participantes. El último en clasificarse después de su triunfo en Dubai, Rafa Cabrera Bello, a punto ha estado de quedarse sin sus herramientas de trabajo por un problema en la facturación de su equipaje. El canario se estrena en este campeonato del mundo ante un hueso duro: el australiano Jason Day rozó la victoria el año pasado en el Masters y en el US Open.

Sin duda, Gonzalo Fernández Castaño se ha llevado el premio gordo al quedar emparejado con Tiger Woods en la primera ronda. "No soy el favorito, no tengo nada que perder y al mismo tiempo no creo que él esté en plena forma, por lo que es una buena oportunidad. Si juego bien, puedo ganarle. Si llego al tee de salida pensando: ¡Oh no! ¡Juego contra Tiger!' no será la forma de empezar un torneo", asegura el número 42 del mundo.

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Gonzalo Fernández Castaño se medirá con Tiger Woods en primera ronda

Álvaro Quirós tiene cierto favoritismo en su emparejamiento con el escocés Martin Laird. Sergio García y Miguel Ángel Jiménez tendrán que enfrentarse en busca de un puesto en los octavos de final. El castellonense llega después de su exhibición en la última ronda del Northen Trust Open el pasado domingo. Al Niño podría aplicársele otra frase de esas célebres de este deporte adjudicada al actor Arnold Daly: "El golf es como una aventura amorosa: si no te lo tomas en serio, no es divertido; y si la tomas seriamente, te romperá el corazón". Ese delicado equilibrio es el que necesita encontrar el de Borriol para situarse de nuevo en la élitemundial. Algunas buenas señales llegaron al final de la temporada y ahora es momento de que las consolide ante los mejores.

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