La selección española femenina de fútbol quedó eliminada del primer Mundial de su historia después de caer este miércoles por 1-2 ante Corea del Sur en el tercer y último partido de la fase de grupos, después de ceder su ventaja ante el empuje y la fortuna rival en la segunda mitad.

España necesitaba la victoria para no depender de nadie. Un gol de Vero Boquete hizo soñar con el billete para los octavos, pero de nuevo el desatino en las ocasiones de gol, sobre todo en la primera parte, y la losa y el bajón que supuso el empate coreano al inicio de la segunda mitad, fueron demasiado para las de Ignacio Quereda que se marchan de Canadá con el escaso consuelo de haber dejado su estilo en esta aventura y de tener por delante un buen futuro.

La selección volvió a firmar un comienzo prometedor, pero continuó con su preocupante falta de gol. Natalia Pablos antes de los cinco minutos, ya había gozado de dos ocasiones para poner el 1-0, pero primero no llegó a un buen centro de Marta Corredera y poco después se revolvió rápidamente dentro del área, aunque su disparó su fue junto al palo.

Las de Ignacio Quereda imponían su estilo ante un rival que acertó a que ese buen comienzo de las españolas no fuera a más. Las coreanas apenas creaban peligro y sufrían para controlar el fútbol combinativo de España, que no sacaba provecho de esa superioridad y además recibía un susto serio cuando Ji se plantaba delante de Ainhoa Tirapu, apareciendo por detrás salvadora Vero Boquete.

Esta oportunidad de las asiáticas fue lo único notable que firmaron en una primera parte de claro color del combinado español. Corea mostraba sus carencias atrás, principalmente por los costados, pero España insistía demasiado por la izquierda con Alexia Putellas y olvidaba un tanto el lado contrario donde Corredera amenazaba con ser un puñal.

Sin embargo, esta encontró un balón con el que desbordar, curiosamente cambiada de banda. La jugadora del FC Barcelona recibió y se deshizo con suma facilidad de su defensa para enviar un balón letal al corazón del área. Ahí apareció Boquete para no perdonar y premiar el mejor empeño de las suyas y avistar más cerca los octavos de final. Natalia Pablos rozó el segundo y las asiáticas alcanzaron el descanso con margen.

El empuje de Corea

Corea salió un poco más agresiva, sabedora de que ni siquiera el empate le valía y equilibró un tanto la balanza. Ji volvió a ver como una defensa española le arrebataba en el último momento el balón cuando se disponía a probar a Ainhoa. Poco después, España perdió un balón en una contra y recibió como castigo el tanto del empate por medio de Cho, que cabeceó sin oposición dentro del área pequeña.

Tocaba remar a contracorriente en busca de otro gol porque las noticias del Brasil-Costa Rica no eran demasiado halagüeñas. Lo peor, además, es que las de Quereda habían dejado de pisar las inmediaciones del área de Kim, mientras que las coreanas se encontraban más a gusto por el cariz que tomaba el choque y por su mejor tono físico.

Por ello, el seleccionador nacional movió el banquillo en busca de recuperar energía y metió a Sonia Bermúdez en lugar de Natalia Pablos. Un disparo de Silvia Meseguer y un mano a mano no demasiado bien resuelto por Corredera provocaban el despertar español en un partido que se abría de forma definitiva y que tuvo un final cruel.

Entrando en la recta final, llegó el mazazo del segundo gol coreano, un centro chut envenenado de Kim Sooyun que sorprendió a Ainhoa. Con los nervios atenazando las piernas y la cabeza de las españolas, no hubo milagro en forma de goles y España dijo adiós con amargura a su primera aventura mundialista con el reflejo de su torneo, una falta de Sonia Bermúdez que pudo ser el empate y golpeó el travesaño en el descuento.