Pendientes de Pau para pensar en las medallas
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Las selecciones de Francia y España volverán a enfrentarse en el campeonato del Mundo de baloncesto una semana después, pero con un cambio sustancial, que ahora está en juego un pase a las semifinales (22 horas, Palacio de los Deportes de Madrid). Siete días después del 88-64 que el equipo español endosó al francés, en la primera fase del campeonato en Granada, vuelven a medir fuerzas con un pase a semifinales de por medio. Este aspecto lo cambia todo. No hay red. No hay posibilidad de fallo. El que pierda dirá adiós al Mundial.
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Son los mismos equipos con los mismos jugadores, pero el baloncesto no son matemáticas y no se puede corregir, directamente, que la victoria volverá a ser española y por un amplio margen de puntos. Además, ser 'entrañables enemigos vecinos' no hace sino complicar un poco más las cosas, porque en estos 'clásicos' aparecen otras variables que pueden hacer que el partido se complique todavía más.
La selección española sigue teniendo una superioridad notable en el juego interior con Pau y Marc Gasol y Serge Ibaka. La lesión en el aductor de la pierna derecha de Pau es asunto de preocupación en el conjunto del equipo español desde que en el tercer cuarto del partido contra Senegal pidió el cambio y vio el último cuarto desde el banquillo. Esta semana se ha entrenado al margen del grupo para intentar minimizar las molestias y llegar en las mejores condiciones al partido de esta noche contra los galos. Y es que el mayor de los Gasol es clave en los partidos contra Francia. En los tres partidos que él no ha estado en los últimos 15 enfrentamientos entre ambas, España ha perdido.
El que seguro que estará es su hermano Marc, que hoy se "se ha reincorporado" a la concentración de la selección española, después de haber viajado a Barcelona en el día de ayer por haber sido padre y jugará sin problemas.
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Los dos equipos han evolucionado en esta semana y tienen la referencia del partido de Granada. Allí Francia intentó endurecer el encuentro y no permitió que su rival corriera. Seguirá en el empeño. El equipo de Juan Antonio Orenga ha ido mejorando la defensa, asfixiante por momentos, y es consciente de que deberá esforzarse y sufrir para obtener el mismo resultado, la victoria.
"Será un partido de más nervios. Nosotros, como los aficionados, nos sentimos favoritos, pero debemos tener cuidado porque los franceses tienen jugadores NBA que saben jugar", dijo el capitán español Juan Carlos Navarro. Otro aspecto en el que España es superior, en principio, es en la profundidad del banquillo. El entrenador español, Juan Antonio Orenga, tienen múltiples opciones jugando con tres exteriores 'bajos', con dos y hasta tres bases en pista y recambios para todos los puestos.
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Vicent Collet, técnico de los franceses, tiene muchas menos opciones, entre otras cosas porque no tiene recambios que mejoren, en ningún aspecto, a sus dos figuras NBA, a Nicolas Batum y Boris Diaw. Además de que sus pívots altos son jóvenes y sin experiencia a los que este tipo de partido puede sobrepasarles.
El Palacio de Deportes de Madrid puede ser otro factor importante. Hasta el momento, las holgadas victorias de la selección han hecho que el apoyo del público no fuera fundamental, pero en caso de un partido igualado la fuerza que llega desde la grada puede ayudar y mucho. El ambiente tibio que se vivió ante Senegal ha hecho que la selección pida un ambiente infernal a partir de esta noche en el pabellón madrileño.