¿Cómo llegó a París?
Con muchas ganas. Estoy cada vez mejor, pero el favorito para el oro es el inglés Mo Farah.

¿Cómo será la final?
Farah lanzará un ataque largo para evitar sorpresas. Es valiente. Yo tengo un buen final, esa es mi mejor baza. Si llego bien a los últimos metros creo que tengo más chispa que él.

¿Le sorprendería a usted ganar el oro?
No.

¿Cuántas medallas ganará La Roja en estos Europeos?
Yo creo que nos moveremos en torno a cinco, como en Turín en 2009.

¿Cómo ve a los españoles del 1.500?
Muy bien. Creo que Olmedo es el más fuerte ahora mismo. Tiene muchas posibilidades de ganar el oro. Diego Ruiz es muy bueno negociando tácticamente las carreras. Y me encantaría, por amistad, que Higuero hiciera un gran papel.

Con la ‘operación Galgo’, usted se convirtió en paradigma de la autenticidad del atletismo.
Estoy cansado de este tema. Según el periódico que leas, parece una cosa o la contraria. Lo único que quiero es que se lleve la investigación hasta el final y los culpables paguen.

¿Qué opina de Marta Domínguez?
Lo de los pendientes fue de risa. Sinceramente, creo que no acertó con su entrevista en televisión. Debería haber dado una rueda de prensa, abierta a todos. Pero no hablaré más de este asunto: me di cuenta de que me restaba energía.

¿Y cómo se ve el ‘caso Contador’ desde fuera?
Yo escuché a un experto decir que para dar positivo con clembuterol había que comer varios kilos de carne. Luego escuché a otro científico decir que con comer cien gramos de carne contaminada ya puedes tener problemas en un control. ¿A quién hacemos caso? Ahora bien, Contador se ha defendido con coherencia, se ha comportado como corresponde a un inocente.

¿Qué hematocrito tiene usted?
42 por ciento [el límite permitido es 50].

¿Cuál es la solución del atletismo español?
Ir a buscar el talento a los colegios. Y también profesionalizar a los entrenadores.