El partido era especial, pues Xavi igualaba los 549 partidos de Migueli como futbolista que más veces ha vestido la camiseta del Barça. El Camp Nou se preparó para la ocasión y hasta el propio Tarzán hizo el saque de honor. Pero el Barça no tuvo su mejor tarde y el Levante bien pudo aguarle la fiesta. Sólo Pedro homenajeó a Xavi como la ocasión y el protagonista merecían. El canario, que ya suma ocho goles esta temporada, hizo un doblete a la vuelta de vestuarios que a la postre sirvió para que el líder sumara su undécima victoria consecutiva en Liga.

Sin Messi, que regresó a tiempo para seguir el partido desde la grada y el miércoles reaparecerá en San Mamés, al Barça también le faltó su pegada habitual, aún más añorada si el fútbol no fluye como debe. Guardiola desconfiaba del primer partido del año, por mucho que su rival hubiera cerrado el anterior con un 8-0 en el Bernabéu. Sin Piqué, sancionado, y sin Puyol, lesionado con Catalunya, Pep apostó por Busquets como central junto al también reubicado Abidal. La decisión tenía su lógica, pues sólo Sergio tiene la salida de balón de Piqué, aunque el experimento no resultó. Sobre todo porque Mascherano no hizo de Busquets y a Busquets le costó hacer de Piqué.

El experimento de colocar a Busquets de central no resultó 

El Levante salió claramente a contener, sin perder nunca las posiciones y con toda la paciencia que poco a poco le fue faltando al Barça para tejer su juego. Mascherano no interpretaba bien lo que necesitaba su equipo y ninguno de los tres de arriba, ni Pedro, ni Bojan, ni Villa generaban los espacios necesarios para que Xavi e Iniesta pudieran encontrarles.

Reina evitó con un gran estirada que Iniesta abriera el marcador, un gol que hubiera cambiado el guión del partido, pero que al no llegar lo dejó como estaba: con el Barça atascado por parte azulgrana. El Levante incluso tuvo un par de llegadas, una de ellas propiciada por una imprecisión de Valdés y otra en la que Abidal pudo cometer penalti sobre Juanlu. La intención del equipo de Luis García no iba más allá que la de mantenerse bien colocado, pero ello también le permitió coger la confianza necesaria para volver a merodear el área del Barça con peligro.

Con esos ingredientes, el partido se empezó a embarullar, sobre todo por parte del Barça, pues el Levante seguía jugando igual. Reina volvió a exhibir sus prestaciones a tiro de Xavi y el Levante alcanzó el descanso con su puerta a cero.

A la falta de fluidez se unió la ausencia de Messi, el más determinante

Era de suponer que Guardiola aprovecharía el intermedio para hacer algún reajuste . No hubo cambios, aunque un gol de Pedro antes de los dos minutos de la reanudación lo cambió todo.

Al minuto del gol de Pedro Guardiola movió banquillo y sustituyó a Mascherano para dar entrada a Thiago, cuyo portagonismo no se hizo esperar con un disparo que atajó Reina no sin apuros. Sin embargo, y en otra demostración más de que al Barça le estaba costando ser el Barça, Rafa Jordá tuvo opciones de empatar en una llegada meteórica y que dejó en evidencia las prestaciones de Busquets como central, pues el delantero levantino le ganó con claridad la espalda y sólo la ingenuidad de su remate facilitó la tarea a Valdés.

Otra vez Pedro, y otra vez a pase de Alves, batió a Reina y desbarató cualquier aspiración del Levante, que siguió sin perder el sitio, aunque ya a sabiendas de que su único objetivo era no salir goleado. Pedro, en una gran combinación con Thiago, estuvo a punto de hacer el tercero, aunque para entonces el Barça se había encontrado a sí mismo y todo hacía indicar que llegaran más goles. Y llegó uno, pero sorprendentemente del Levante, en un empalme de Stuani a pase de Valdo, que habían entrado por Rafa Jordá y Xisco Nadal, respectivamente.

En otras circunstancias se podría pensar que el Barça sufrió para ganar, aunque lo que en realidad ocurrió es que le costó jugar, un mérito que le corresponde al Levante, cuya derrota fue tan digna como meritorio su papel.

Con todos los respetos para Migueli, legendario central azulgrana, Xavi representa mejor el estilo de juego del Barça, de ahí el hecho de que en su próximo partido vaya a ser ya el jugador que más veces ha vestido su camiseta es algo más que una simple efeméride. Tal y como apuntó Guardiola, si sus tendones aguantan, hay Xavi para rato.