Este artículo se publicó hace 17 años.
El Oporto tasó a Pepe en ocho millones de euros en diciembre
El Oporto recompró en diciembre los derechos del futbolista de un fondo de inversión con sede en las Islas Caimán por un precio cuatro veces menor del que luego tuvo que pagar el Madrid.
El traspaso de Pepe al Real Madrid cayó en julio sobre el fútbol con estruendo. Un golpe de sorpresa que retumbó por su precio, los 30 millones de euros a los que aún nadie, ni la parte compradora ni la vendedora, han conseguido colgarle una explicación.
Pero lo raro de la operación no se detiene en su coste final. Hay muchas maniobras alrededor, que investiga ahora la policía judicial portuguesa, y que suenan raras. El Oporto, por ejemplo, recompró en diciembre los derechos del futbolista de un fondo de inversión con sede en las Islas Caimán por un precio cuatro veces menor del que luego tuvo que pagar el Madrid.
Las preguntas se amontonan. ¿Por qué decide recomprarlo en diciembre de 2006? ¿Conocía ya el Oporto el pelotazo que tenía cerca? ¿Por qué recuperó el total del valor de Pepe y no de otros futbolistas que también forman parte de la cartera del fondo? ¿Por qué había tanto interés en que fuera Pepe? El Oporto no está por la labor de dar muchas explicaciones. A través de su director de comunicación, Ruí Cerqueira, el club luso admitió haber recomprado los derechos de Pepe en diciembre, pero se negó a compartir más información. "No hay más comentarios", dijo.
FP Football Players
Poco después de contratar a Pepe del Maritímo por 2,3 millones de euros, en septiembre de 2004, el Oporto, en un comunicado oficial a sus accionistas, informaba de que un porcentaje de los derechos del joven central habían sido vendidos a FP Football Players Fund, Limited, un fondo de inversión domiciliado en el paraíso fiscal y gestionado por el grupo Orey, un holding portugués de empresas. La operación suponía ceder el diez por ciento del pase del futbolista por 150.000 euros. Es decir, que por entonces el Oporto tasó en un millón y medio de euros.
Tres años después, el Oporto lanzaba al grupo Orey una jugosa oferta: recomprar su parte del jugador por casi seis más del capital invertido. La firma ni se lo pensó. "Aceptamos", dice Rogerio Celeiro, un ejecutivo de Orey, "porque nos dieron 800.000 euros". No le llamaron la atención las prisas del club luso ni que su interés se centrara concretamente en Pepe y no en otros futbolistas con presencia en la cartera. Seis meses después, tras saber que el Oporto revalorizó estratosféricamente al jugador tras su traspaso al Real Madrid por 30 millones de euros, los inversores tampoco se tiran de los pelos.
"No nos extrañó el interés repentino del Oporto", afirma Rui Mesquita, empleado de la sociedad gestora del fondo, "para nosotros fue un buen negocio. En este tipo de negocios no podemos mirar al pasado ni el futuro. En su momento, insisto, hicimos un buen negocio".El fondo fue constituido con el objetivo de hacer negocio con el traspaso de jugadores. Un poco de paciencia le habría venido mejor. Pepe valía ocho millones cuando lo revendió; seis meses después, 30.
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