No diga semifinal, diga Alemania
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Una vez más, y ya van cuatro veces consecutivas, Alemania volverá a disputar las semifinales de un Mundial. El combinado teutón se deshizo por la mínima (0-1) de una peleona Francia, que intentó hasta el final igualar la contienda, pero que ve cómo se prolonga su particular leyenda negra frente a la escuadra germana. Un cabezazo de Hummels al filo del cuarto de hora del encuentro le bastó a los de Joachim Löw para clasificarse entre las mejores cuatro selecciones del planeta, en un choque en el que fueron de más a menos y en el que la gran actuación de Neuer, otra más, evitó que Brasil viviese una nueva prórroga.
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Maracaná acogió uno de los clásicos del viejo continente. Francia y Alemania, tradicionales rivales en cualquier escenario, se daban cita en el mítico estadio brasileño con el objetivo de prolongar una ronda más su estancia en el Mundial sudamericano. Dos de las favoritas para alzarse con el cetro el próximo 13 de julio que volvían a verse, casi 30 años después, en una eliminatoria mundialista.
Con varios cambios respecto al duelo de octavos ante Argelia, Löw optó por dar mayor consistencia al centro del campo, para tratar de contrarrestar el poderío físico galo en la medular, alineando a Kedhira junto a Schweinsteiger y Kroos, recuperando a Lahm para su posición natural, el lateral derecho. Además, optó por poner de inicio también a Miroslav Klose, apostando por una referencia fija en la punta de ataque Por su parte, Deschamps apostó por Griezmann, que le había dado grandes resultados saliendo desde el banquillo, por Giroud.
Los primeros compases del choque dejaron ver a una Alemania con mayor posesión y control del partido mientras que Francia, bien parapetada atrás, esperaba sus opciones a la contra. Así, mientras los germanos pasaban y combinaban para avanzar metros hacia la portería de Lloris, los galos buscaban constantemente las carreras de Griezmann, Valbuena y Benzema a la espalda de la zaga teutona. En una de estas, el futbolista de la Real Sociedad tuvo una gran oportunidad de adelantar a los suyos, pero erró en el pase de la muerte a un Benzema que ya estaba con la caña preparada en el corazón del área. Caprichos del fútbol, inmediatamente después Alemania asestaba el primer golpe, a la postre definitivo, gracias a Hummels. El central del Borussia Dortmund se zafó de Varane en un lanzamiento de falta de Kroos y conectó un gran testarazo ante el que Lloris nada pudo hacer.
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El tanto cayó como un jarro de agua fría sobre la escuadra de Didier Deschamps, que tardó varios minutos en reaccionar. Mientras, los teutones consiguieron trenzar varias jugadas de tiralíneas que a punto estuvieron de servir para aumentar su renta. No fue hasta el último tramo del primer acto cuando Francia reaccionó. Valbuena, con un gran disparo, tuvo la mejor oportunidad para empatar la contienda, pero Neuer sacó una mano providencial para repeler el peligro. La ocasión espoleó a Les Bleus, que a base de mandar balones largos a la espalda de la defensa alemana, consiguieron poner en apuros a los de Löw. El pitido del colegiado señalando el descanso fue recibido casi con agradecimiento por parte de Alemania, incapaz de contrarrestar el ímpetu ofensivo francés.
En la reanudación, Francia salió con una marcha más que los germanos y gozaron de las mejores oportunidades. Desde la izquierda, los galos conseguían llegar una y otra vez a los dominios alemanes, pero en el último pase o en el disparo siempre se topaban con una pierna rival que conseguía alejar, momentáneamente, el peligro. Y si no, ahí estaba Neuer, imperial bajo los palos, actuando como un muro infranqueable. Si contra Argelia el arquero del Bayern de Munich destacó por su faceta de líbero, ante Francia demostró su poderío bajo los palos y en cualquier balón aéreo, desquiciando a la línea ofensiva francesa.
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Con el paso de los minutos, los de Deschamps fueron, como no podría ser de otra forma, avanzando líneas y dejando cada vez más espacios atrás. Espacios que no supieron aprovechar bien los germanos, que dispusieron de dos grandes oportunidades para sentenciar la eliminatoria. En la primera, una llegada por la izquierda de Özil derivó en un centro raso al área que llegó a las botas de Schürrle, pero Lloris sacó un pie providencial para enviar el balón a saque de esquina. Poco después, de nuevo Schürrle dispuso de la oportunidad de ver puerta, pero esta vez el estómago de Varane se interpuso entre el ariete y la portería. No convencía Alemania después de maravillar al planeta en su partido inaugural ante Portugal, pero lo cierto es que demostró ese grado de competitividad que se le demanda en citas importantes.
Antes, en la otra orilla, Hummels estuvo a punto de volver a convertirse en goleador, pero contra su equipo después de rematar involuntariamente hacia su marco un balón repelido por la defensa germana. Francia quemó sus naves e introdujo a Remy y Giroud en un desesperado intento por alcanzar el empate y, con él, la prórroga, pero finalmente fue Benzema el que dispuso de la última ocasión para Francia. El jugador del Real Madrid recibió un balón en el flanco izquierdo del área y conectó un potente disparo a puerta, pero ahí estaba, quién si no, Neuer para sacar una nueva mano que sirvió para despejar el esférico y para firmar la participación de Alemania, por cuarta edición consecutiva, en las semifinales de un Mundial.
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