Este artículo se publicó hace 12 años.
Neptuno desata el éxtasis rojiblanco
La plantilla del Atlético, que llegó a Madrid a mediodía, recorre sus calles y visita las instituciones antes del colofón en Neptuno
La celebración en la Plaza de Neptuno, marcó el éxtasis final de los festejos por la conquista de la Liga Europa , con miles de aficionados rojiblancos que desbordaron el tradicional lugar de celebraciones del Atlético de Madrid y coparon las calles adyacentes. Antes, centenares de seguidores habían acompañado a los jugadores a la Catedral de La Almudena y el número aumentó durante el periplo por el Ayuntamiento y la sede de la Comunidad. Pero nada pudo compararse con la llegada a la Plaza de Neptuno, un lugar que los atléticos sienten como propio y donde fue imposible contener la euforia.
El autobús descapotado entró en la plaza a las ocho de la tarde, jaleado por una afición que coreó con insistencia del nombre del colombiano Radamel Falcao, el héroe de la final, al marcar dos goles, y del técnico Diego Simeone. Una vez en la plaza, miles de personas entonaron el himno, bufandas y banderas al aire, aplaudieron a sus ídolos y vivieron la apoteosis final cuando el capitán anudó una bufanda al cuello del dios Neptuno.
La fiesta rojiblanca comenzó nada más aterrizar en Barajas. Con cánticos de "campeones, campeones", los seguidores de los rojiblancos han aplaudido y coreado distintos lemas mientras los jugadores abandonaban sonrientes la terminal de Barajas y se subían a un autobús. La mayor ovación la ha recibido el capitán, Antonio López, que era el que portaba la Copa de la Liga Europa.
Los jugadores rojiblancos y la directiva han continuado su jornada de festejos comiendo a las las 14.00 horas en un céntrico restaurante madrileño para desplazarse posteriormente al estadio Vicente Calderón.
Marcha triunfal por MadridY tras ello, a las 17 horas han salido a las 17.00 horas del estadio Vicente Calderón en un autobús descapotable con el lema "Campeones, tres títulos europeos en dos años" dentro del cual realizarán un recorrido por diversas instituciones oficiales antes de llegar a la estatua de Neptuno, lugar habitual de celebración de los aficionados.
Vestidos con camisetas rojiblancas y cubriéndose muchos de ellos la cabeza con gorras debido al intenso calor que hace hoy en Madrid, los miembros de la comitiva han ido subiendo uno a uno al vehículo entre los gritos de los seguidores que se concentraban a la puerta del feudo colchonero.
Entre los más aclamados se encontraban el técnico Diego Pablo Simeone, el turco Arda Turan y el brasileño Diego, al que han recibido con cánticos de "Diego quédate".
La plantilla ha acudido a ofrecer el título a la virgen de Almudena a la catedral. En una breve ceremonia, el obispo auxiliar, César Franco agradeció el gesto del club rojiblanco. "En esta copa, está la deportividad, la solidaridad, el espíritu de equipo y la exigencia. Pido para todo el club que esos valores del deporte sean para todas las personas", explicó.
Por su parte, el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, afirmó que la expedición llegaba a la catedral "para dar las gracias y ofertar la copa": "A la Virgen le pedimos que siga intercediendo por esta gran familia rojiblanca, la cual siempre le está muy agradecida", añadió. Tras las palabras de ambos, los miembros de la primera plantilla subieron hasta el altar y, de vuelta al autobús, se dirigieron al Ayuntamiento.
De ahí, el autobús ha seguido por las calles de Madrid, abaraotadas de rojiblancos, hasta la plaza de Cibeles por la calle Alcalá. Ahí les ha recibido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. La alcadesa, que ya había acompañado al equipo a la final de Bucarest agradeció el esfuerzo de los jugadores y técnicos.
"Sois embajadores de la marca Madrid y la marca España. Una parte fundamental del proyecto olímpico", aseguró la alcaldesa. "Gracias Falcao, gracias Diego por esos goles que significaron el triunfo, gracias a todo el equipo por esa victoria. Gracias Simeone por dirigir al equipo a la victoria y gracias a Cerezo que debe estar si cabe más orgulloso de presidir ese gran club", añadió.
La siguiente parada, en la sede de la Comunidad, permitió que toda la plantilla viese cómo la afición rojiblanca se había echado a la calle, porque ya en la Puerta del Sol fueron aclamados por miles de seguidores. Esperanza Aguirre recibió a la expedición y no dudó en calificar a la afición del Atlético como "la mejor del mundo". "Merecen disfrutar esta copa tanto como los jugadores. Hacéis que el Atlético sea parte de la historia", aseguró la presidenta madrileña.
Aguirre celebró la visita rojiblanca a la sede de la Comunidad: "Es una alegría enorme tener aquí al Atlético una vez más. Anoche hicisteis un partidazo contra un rival digno y duro. Los madrileños nos sentimos muy orgullosos de vosotros". "Este título confirma al Atlético como uno de los grandes de Europa y del mundo. Gracias por llevar el nombre de Madrid y de España a lo más alto", prosiguió.
El presidente del Atlético de Madrid, que regaló una reproducción del trofeo de la Liga Europa y una camiseta con su nombre a Aguirre, abrió los horizontes del equipo: "Esperamos repetir título en el mes de agosto con la Supercopa". Cerezo subrayó que "hay una gran unión entre los jugadores y todos quieren y adoran a este club".
"Simeone -Diego Pablo, el técnico- ha hecho un equipo nuevo en tres meses con trabajo, ganas, entrega e ilusión", elogió el presidente atlético, quien no olvidó dar "gracias a los aficionados por su apoyo incondicional". Y de fin de fiesta, Neptuno, donde le tocó el turno a Antonio López, el capitán que ingresó con 14 años en el club y que dejará la entidad al finalizar la temporada, fue como hace dos años el de maestro de ceremonias. Presentó a cada jugador de la plantilla y les dedicó a cada uno un comentario jocoso, celebrado por todos los hinchas.
Subidos a la pasarela que rodeó a la fuente, los jugadores disfrutaron tanto como los aficionados, se fueron pasando de mano en mano el pesado trofeo, hasta que Antonio López ascendió por la escalinata hasta la estatua, anudó una bufanda al cuello y una bandera al tridente, mientras miles de seguidores coreaban: ¡campeones, campeones!.
Fue el final de una fiesta que comenzó en Bucarest, en el momento en el que Wolfgang Stark dio por finalizado el partido y confirmó al Atlético como el nuevo campeón de la Liga Europa.
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