Mou, el yo lo primero
El luso buscó todos los focos, aguó la fiesta del Inter y dejó mal al Madrid
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Con la zona mixta ya casi desierta, Massimo Moratti, presidente del Inter, procesaba relajado con algunos periodistas españoles e italianos la reconquista europea de su club. "¿Mourinho? Lo que me importa es la Copa que hemos ganado, lo demás, me la suda". Moratti sabía antes del partido que Mourinho daría el portazo, pero no esperaba que fuera tanrápido, que con el champán regurgitando aún en su garganta tuviera que escuchar el anuncio de la marcha del técnico portugués al Real Madrid.
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Mourinho aguó la fiesta del Inter y le dio igual. Es capaz de torpedear la celebración de un club que llevaba 45 años persiguiendola vieja Copa de Europa y sufriendo las frecuentes conquistas de su vecino en los últimos años. Menos aún le importa que su club de destino no haya hecho público que Pellegrini no sigue al frente. "Me da pena que el entrenador que me trajo al Inter ahora se vaya al Real Madrid", dijo serio Sneijder, con más cara de derrotado que de vencedor.
El rumano Chivu era otro de los que parecía más afectados por el adiós del luso. Se negaba a aceptar la realidad: "No sé, para mí sigue siendo mi entrenador. No quiero imaginar si tendrá batallas tácticas con Guardiola en la Liga".
Las declaraciones de Mourinho en la zona mixta fueron in crescendo. Empezó con el "me cansé de Italia, me voy", pasó al "sí, entrenaré al Real Madrid" y terminó, ya sin tapujos, hablando de los motivos de su futuro fichaje por el club blanco: "Si eres entrenador o jugador y no has entrenado o jugado en el Real Madrid, en tu carrera queda un vacío. Tengo dos casas, Stamford Bridge, San Siro y probablemente una tercera, el Bernabéu. Mi objetivo ahora es ser el primer entrenador que logra tres Copas de Europa con tres clubes distintos".
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La ambición de Mourinho destapa a un personaje que no se para hasta alcanzar sus objetivos. "En Italia ya no tengo nada que ganar", abundó. Sus aspavientos durante los partidos y sus discursos incendiarios hablan de un entrenador pasional, pero a su vez esconde un personaje frío y calculador: "No quiero hablar con los jugadores de mi marcha para que no me hagan llorar o cambien mi decisión".
"Mourinho es el mejor entrenador del mundo y una gran persona", decía con tono de despedida el veterano guardameta Toldo. "Con Hitzfeld, es el mejor entrenador que he tenido", afirmaba Lucio. "No sé si es el mejor, pero nos hizo creer que somos un buen equipo, que el fútbol cambió y que hoy todos tienen que defender", explicaba el central Samuel. "Él le ha dado mucho al Inter y el Inter le ha dado mucho a él", convino Maicon.
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Mourinho tiene previsto hablar hoy con Florentino Pérez para cerrar un acuerdo por cuatro años a razón de diez millones de euros al año. Sin ser aún oficialmente entrenador del Madrid, Mourinho mandó un mensaje admonitorio a Florentino y los que serán sus jugadores: "Con el dinero y con la camiseta no es suficiente para ganar. Se necesita actitud y mentalidad para ponerse a disposición del equipo. Eso hicimos en el Inter, desde el utillero hasta el que no juega ni un solo minuto".
Con Mourinho todos trabajan por igual. Es una de sus condiciones innegociables para trazar su camino al éxito. Después, con su objetivo cumplido y su ego contento, suele dar un portazo. "Después de lograr la tercera Copa de Europa regresaré a Inglaterra porque el fútbol inglés es mi pasión".