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Mal día de las españolas en la exhibición de la australiana Snowsill

Emma Snowsill gana el pulso a la favorita Vanessa Fernandes. Ana Burgos acabó vigésima y Ainhoa Murúa, vigésima octava 

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La australiana Emma Snowsill conquistó el oro olímpico de triatlón, uno de los escasos reconocimientos que contiene su ilustrada carrera, en un nuevo mano a mano que mantuvo con la portuguesa Vanessa Fernandes, conformada con el segundo puesto en una prueba que contempló el gris resultado de las representantes españolas, Ana Burgos y Ainhoa Murúa.

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No hubo sorpresas inesperadas en el escenario creado alrededor del embalse de las 13 Tumbas de la Dinastía Ming. Snowsill, más en forma que la número uno del mundo, fue la más solvente y la más regular. Terminó su participación con un tiempo de 1.58.27. Ganó con soltura.

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Los duelos entre Snowsill y Fernandes vienen de lejos. Acumulan numerosas cuentas pendientes. Vanessa es la primera mujer que posee la Triple Corona -Mundial, Europeo y Copa del Mundo en un mismo año. Es la mujer con más triunfos en la historia de la Copa del Mundo, veinte.

Le tenía tomada la medida a la australiana, debutante en unos Juegos. De hecho, se impuso casi siempre a su rival en el 2007. Sin embargo, llegó a Pekín con el lastre de ciertas carencias físicas. Estuvo de baja en los últimos meses. Y no acabó varias de las pruebas previas a Pekín. Es la segunda vez que la primera atleta del mundo cae este año ante Snowsill.

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Ambas llegaron con retraso a coger las bicicletas para afrontar el segundo tramo de la competición. Snowsill y Fernandes recuperaron el mano a mano. Se situaron en la parte alta del pelotón. Siempre en cabeza. El grupo que las españolas no pudieron alcanzar. Ni siquiera el segundo, que se unió a las adelantadas antes de la conclusión de los 40 kilómetros.

Los últimos diez kilómetros, de carrera a pie, establecieron definitivamente las situaciones. Fernandes desfalleció. Aguantó el tipo gracias a su calidad y a la amplia renta que había acumulado mientras Snowsill metió la directa hacia la línea de meta.

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