Este artículo se publicó hace 13 años.
El Madrid vence de blanco y negro
Los de Mourinho han ganado sus cinco partidos de pretemporada
El partido de Leicester fue tan de pretemporada que los dos equipos hasta se permitieron la frivolidad de cambiar de equipación al descanso. La mercadotecnia gana otra partida. El Madrid jugó de blanco la primera mitad y de negro la segunda. A decir verdad, con ninguna de las dos equipaciones brilló demasiado, porque fue la típica cita veraniega. Los jugadores no corren, sólo trotan, atacan a ráfagas, se empeñan en lo bonito y no en lo bueno. Dejan detalles, nunca conclusiones.
El mejor, una vez más, fue Benzema. Marcó el segundo tanto de los blancos vestido de negro en ese momento y regaló el primero a Callejón. A veces se pierde y se equivoca en alguna elección, pero en líneas generales brilla. Si es capaz de trasladar eso a los partidos de verdad, el Madrid de esta temporada será mejor equipo del que se vio la anterior. Higuaín, que le sustituyó en la segunda parte haciendo así su debut en este curso, tendrá trabajo para quitarse del medio al francés, que demuestra un talento que vale mucho dinero. El argentino, que no ha sido capaz de alcanzar el estatus de intocable en la delantera blanca, sabrá luchar, aunque sólo sea por la costumbre
El partido ante el Leicester fue lento y no permite grandes conclusiones
También dejó su impronta Coentrao. Tiene maneras el portugués. Y es polivalente. A Mourinho sólo le falta poner a su paisano a repartir petos y recoger balones, el resto de funciones las ha hecho casi todas. Al menos trata de esmerarse, intenta alguna que otra filigrana y alegra los tristes partidos de pretemporada. Cristiano, uno de los que se suele sumar a cualquier partido, aunque sea una pachanga, no apareció mucho. A él le tocó ir sólo de negro fue ssuplente, pero cuando salió no se dejó ver.
Mourinho también hizo pruebas en la medular. La primera, fallida, cuando empezó sin Xabi Alonso en el campo. Y eso se nota mucho. El año pasado el equipo ya era disfuncional sin el tolosarra y en este a la espera de lo que pueda hacer Sahin, que empezó a entrenarse el viernes las cosas no han cambiado. Con él los arreones no son casualidad sino plan preconcebido. En su ausencia, el mejor lanzador del equipo, como se demostró en el primer gol, fue Marcelo. Un gran lateral izquierdo sobre el que no deberían recaer esas funciones con regularidad.
En la segunda parte, además de la entrada de Xabi Alonso, apareció en el medio del campo Pepe. El portugués ya tuvo su sitio ahí en los momentos cumbre de la temporada pasada, por lo que su posición sólo reafirmó lo que ya se conocía una variante muy del agrado de Mourinho. Su función, que es defender, ayer no pudo ser testada porque el Leicester ni siquiera atacó con prestancia. Algo parecido le pasó a Varane. Es nuevo y se le mira más, pero de momento tampoco ha sido exigido para saber de su calidad. Tiempo tendrá el joven central para ello. Lo mejor, los resultados: cinco partidos, cinco victorias.
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