Luis, el mejor seleccionador

Pasado el trámite de Grecia, la cabeza de Luis Aragonés empezó a ser monotemática: Italia. Aunque no lo diga, le gusta el reto. Es de esos partidos en los que sabe que, si sale ganador, el mote de El Sabio quedará grabado para siempre en la historia de la selección. Tiene a los italianos muy estudiados y el partido programado. No duda del fútbol de sus jugadores, ni de él mismo, pero sí de la batalla psicológica por la leyenda negra que acompaña a España en los cuartos de final. “Tenemos un rival duro de roer y será complicado”.

Si por algo se ha caracterizado el transitar de Aragonés por los banquillos es por su capacidad para asimilar las experiencias: “El domingo hay que olvidarse que enfrente tenemos un rival que se llama Italia. Los dos tenemos mucho que perder, espero que gane el mejor, que será España. Hemos mucho en estos dos años y sabemos cómo es esta competición. Será complicado, pero creo que podremos salir adelante”. Partidos como el de Italia le van, porque los plantea para intentar ser más espabilado que el contrario. Sacar a los campeones del mundo de esta Eurocopa sería una manera de decir adiós a la selección acorde con el lustre su carrera como jugador y entrenador.

Cuando Güiza reventó a Nikopolidis con su cabezazo, Aragonés se levantó del banquillo, gritó el gol y cerró los puños. Una celebración más sobria que la de las otras ocasiones para una victoria con la que España firmó el pleno de partidos ganados en la primera fase. El festejo contenido se debió a que el duelo con el actual campeón de Europa era de relleno, aunque los tres puntos también encerraban un dato estadístico que respalda su labor. El tres de tres obtenido ha hecho entrar en la historia al seleccionador, al elevar su número de victorias a 36. Con ese bagaje supera a Clemente, que había obtenido idénticos triunfos en 62 partidos. Luis ha logrado esa cifra histórica en 51 encuentros. “Ni me acordaba del récord. Lo importante es sumar victorias y si ante Italia se agranda la marca, mucho mejor”.

El triunfo de ayer también le sirvió para comprobar que tiene a algunos suplentes afilados por si acaso tuviera que echar mano de ellos. Alonso, Güiza, Sergio García, Cesc, Cazorla y de De la Red pueden entrar en cualquier momento del partido ante Italia si hiciera falta: “Tenemos 23 jugadores muy buenos y en la segunda parte hemos jugado un fútbol inteligente”.