Este artículo se publicó hace 9 años.
La Liga quiere tener control total de la venta de entradas de los clubes
Se trata de una nueva normativa de inminente aplicación a la que ha tenido acceso PÚBLICO. Pretende erradicar la violencia dentro de los estadios vigilando a los aficionados. Se establecen controles estrictos en la venta de abonos de las “gradas de animación”, así como la venta de entradas a las aficiones rivales, por Internet e incluso las invitaciones.
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MADRID.- Ahora que acaba de cumplirse un año del fallecimiento del hincha radical del Deportivo Francisco José Romero Jimmy, conviene saber cuál es la situación respecto al control de LaLiga para acabar con la violencia de los estadios de fútbol.
Al margen del cambio normativo en el Código Disciplinario Federativo sobre los cierres parciales y totales de los estadios, del cual ya informamos detenidamente en PÚBLICO el pasado 2 de agosto; LaLiga quiere implantar de forma inminente un Reglamento de control total y absoluto de venta de abonos y entradas en los 42 clubes del fútbol profesional, los 20 de Primera y los 22 de Segunda. Reglamento que sólo está pendiente de la aprobación por parte de la Comisión Directiva del CSD.
Un cambio normativo que busca erradicar cualquier capítulo de xenofobia, violencia, racismo etc... que pueda tener lugar en todos los estadios del fútbol español y en sus alrededores. El objetivo es tener totalmente localizados a todos aquellos que se ubican en las zonas de los estadios donde están las aficiones más “activas” o beligerantes, así como tener perfectamente controlados a todos aquellos que vienen con el equipo visitante. No están dispuestos a que se repita un capítulo similar al sucedido con el hincha radical del equipo gallego y que convirtieron los alrededores del Vicente Calderón en una auténtica batalla campal.
Dada su complejidad, este nuevo reglamento se ha elaborado en conformidad con la Ley 19/2007 de 11 de julio contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte además del Real Decreto 203/2010 de 26 de febrero por el que se aprueba el Reglamento de prevención en la violencia, racismo, xenofobia y la intolerancia. Incluso se han tomado como ejemplo normativas de otras ligas como la existente actualmente en la Premier League.
Se establece un control total de la venta de entradas en estas zonas de animación además de las que pueden ponerse a disposición del club visitante
Varios son los puntos clave de este nuevo texto. El primero pasa por fijar unas condiciones para la venta de abonos especialmente en las zonas de las llamadas gradas de animación. También se establece un control total de la venta de entradas en estas zonas de animación además de las que pueden ponerse a disposición del club visitante. Un segundo punto clave radica en una estricta regulación de la venta de entradas por internet. Y por último, hasta se establecen los criterios de reparto de las llamadas invitaciones o entradas de cortesía para patrocinadores, instituciones, etc...
Las gradas de animación y las aficiones más beligerantes deberán someterse al sistema de reconocimiento biométrico
La primera gran novedad radica en la venta de abonos de las llamadas “gradas de animación”, aquellas zonas donde se sitúan los aficionados más activos o beligerantes, que deberán estar claramente identificadas por todos y cada uno de los clubes. Todos aquellos aficionados que quieran poder tener un abono de temporada o media temporada, además de aportar la documentación habitual como DNI, domicilio etc.., estarán obligados a dar aquel dato biométrico que se determine.
Los títulos o abonos que se otorguen en esta zona, a diferencia del resto de sectores del estadio, serán personales e intransferibles, pudiendo ser sometidos “a todos aquellos controles de verificación de identidad vigentes en cada momento, incluyendo aquellos relativos a sistemas automáticos de carácter biométrico”. Así de claro y rotundo está expuesto en el proyecto al que ha tenido acceso PÚBLICO.
De tal forma que sólo podrán acceder al estadio los aficionados que tengan el abono correspondiente y se sometan a la lectura de su dato biométrico además de todos y cuantos controles establezcan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado junto al propio club. La utilización de este documento por un tercero implicará su expulsión inmediata de recinto además de las medidas disciplinarias que imponga el club.
El siguiente gran control tiene que ver con la venta de entradas, tanto en la citada grada de animación, como en la zona acotada para la afición visitante como en el resto del estadio. Como norma general, una vez entre en vigor este nuevo reglamento, queda totalmente prohibido para todos los clubes vender más de seis entradas por persona, incluido en las campañas de captación de abonados.
Para poder adquirir más, el club debe aplicar un procedimiento para que sean en una zona neutral y que la persona del citado grupo que las compra este debidamente identificada. En el caso de que el club reduzca ante un determinado partido reducir ese cupo de seis entradas, deberá ser notificado al menos con siete días de antelación.
Además cuando el partido sea declarado de alto riesgo este número será reducido a cuatro salvo que el club y el coordinador de seguridad consideren que pueden mantenerse las seis. Además se prohíbe vender entradas en taquilla el mismo día del partido, salvo que el también el propio Coordinador de Seguridad lo autorice.
Otro de los grandes apartados a analizar tiene que ver con las condiciones de venta de las entradas para la afición visitante. Es potestad del equipo local fijar dicho número siempre buscando alcanzar acuerdos de reciprocidad con el club visitante. Precisamente lo que no se produjo en el Celta-Sporting de Gijón del pasado fin de semana. En todo caso, el club visitante deberá solicitarlas siete días naturales antes de la disputa del encuentro.
Las entradas de las aficiones visitantes serán nominales y se recogerán el nombre, apellidos y DNI de cada comprador
Una vez se haya acordado el número, es responsabilidad del club visitante la venta de las mismas a través de los canales oficiales y cumpliendo una serie de requisitos mínimos. Y es aquí donde radica el gran control de LaLiga. Tendrá que ser una venta nominal, generándose un listado de las entradas que contenga las entradas vendidas y los datos personales (nombre, apellidos y el documento nacional de identidad) de los compradores.
En el momento del acceso se podrá comprobar la identidad del comprador y la coincidencia con la entrada que porta. En caso de comprobarse que la persona que entra al recinto es diferente a la que tiene asignada la localidad, se procederá a su inmediata expulsión.
Además el club visitante está obligado a remitir el listado y la identidad de los compradores a su coordinador de Seguridad, así como los planes de organización y desplazamiento de seguidores.
El listado además se deberá enviar también al Director de Seguridad del equipo local para que este pueda llevar a cabo las pertinentes comprobaciones en el acceso al recinto. Una vez finalice el evento se procederá a la cancelación de los datos de todas las personas que hayan acudido al estadio, salvo que fueran necesarios para identificar a quienes pudieran haber realizado actos o conductas violentas.
Está totalmente prohibida la venta de entradas de la afición visitante en las taquillas del estadio del equipo local
Está totalmente prohibida la venta de entradas de la afición visitante en las taquillas del estadio del equipo local. Además, en el caso de devolución de entradas por parte del equipo visitante, sólo se podrán poner a la venta si, como dice el propio reglamento, “entre las localidades y las ya vendidas, se pueden establecer medidas que garanticen la debida separación de los aficionados de ambos clubes”. Cualquier grupo de aficionados que no haya adquirido entradas siguiendo este “modus operandi”, no podrá tener acceso al estadio.
Muchos de los operativos hasta ahora mencionados ya estaban poniendo en marcha hasta ahora entre los clubes, si bien carecían de esta regulación que pretende imponer desde ahora la patronal del fútbol. Pero, sin duda, una de las grandes novedades de esta normativa a la que ha tenido acceso PÚBLICO está en la venta de entradas por Internet, un cauce ideal para los grupos más radicales o violentos de intentar entrar en los estadios.
No se podrá vender entradas a través de Internet ni de las gradas de animación ni de las zonas acotadas para la afición visitante
Pues bien, tal y como establece este nuevo reglamento, no se podrán vender entradas a través de Internet ni de las denominadas gradas de animación con sistema de identificación biométrica, ni de las zonas acotadas para la afición visitante. Al igual que sucede con la venta en taquilla, sólo podrán adquirirse un máximo de seis entradas por persona, que serán reducidas a cuatro en los partidos declarados de alto riesgo. Todos aquellos que adquieran entradas por Internet deberán “imprimir o descargar un documento físico o virtual, similar a la entrada, donde figurarán la puerta de acceso, ubicación de la localidad así como las condiciones de acceso y permanencia en el recinto deportivo”.
Es en el artículo 6 del citado reglamento donde se regulan incluso la distribución de las invitaciones, consideradas así de toda la vida, y ahora mejor llamadas “entradas de cortesía”. Aquellas que todos los clubes reparten a sus patrocinadores, proveedores etc... También éstas van a estar sometidas a un férreo control por parte de la Liga obligando a todos los clubes profesionales a cumplir unos requisitos indispensables.
Y que pasan primero por la imposibilidad de que estas corresponden a las zonas donde se sitúan las gradas de animación o las acotadas para la afición visitante. Existen algunas excepciones en lo referente a la zona de la afición rival, en cuyo caso la distribución corresponderá al propio club visitante, exigiendo la identificación nominal del invitado, incluyéndoles en la lista junto al resto de aficionados rivales.
Todas las invitaciones, sean para la zona del estadio que sean, no podrán ser vendidas nunca a terceros
Es decir, el objetivo es evitar que ningún violento, radical, persona que haya sido expulsada previamente de club o a quien se le haya retirado temporalmente el abono o que esté cumpliendo una sanción de prohibición de acceso a un recinto deportivo, pueda colarse con una invitación. Todas las invitaciones, sean para la zona del estadio que sean, no podrán ser vendidas nunca a terceros.
Cuando la distribución de las mismas se realice a través de los distintos sponsors, patrocinadores, empresas colaboradoras etc... tendrá que hacerse bajo un control total, evitando lo anteriormente señalado. Que no sea utilizado por personas que están expulsadas totalmente o parcialmente del estadio o que se encuentran cumpliendo una sanción. Es quizá este último apartado donde puede encontrarse el único punto débil a una normativa que busca acotar claramente a los considerados violentos.
Desde ahora todo estará perfectamente controlado, tanto en las aficiones más animosas del equipo local como las que vienen de fuera. Se conocerá el nombre, apellidos, domicilio etc... de todos y cada uno de ellos. Incluso, en el caso de la afición local, con la obligación de pasar estos controles biométricos. En el caso de la afición visitante, estarán todos “fichados” por el club, sino no podrán acceder al estadio del club local.
Ahora sólo queda el último trámite, la aprobación por parte del CSD que debería tener efecto en las próximas semanas. Por supuesto esta normativa no asegura que se logre erradicar la violencia de raíz, pero parece claro que contribuirá a evitar imágenes lamentables del pasado que nada bien le hacen al fútbol español.
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