Este artículo se publicó hace 16 años.
Las lesiones merman la presencia de estrellas
En Noruega se concentran los mejores jugadores continentales, excepto los lesionados, que harán las delicias de los amantes del balonmano
El Campeonato de Europa de Noruega volverá a concitar, pese a la ausencia de estrellas de la talla del español Rolando Uríos, lesionado, o el precario estado de otras como el también croata Ivano Balic, a los más talentosos balonmanistas, que además de por el título, pugnarán por el galardón de mejor jugador continental.
Kasper Hvidt (DINAMARCA)
En una selección que en más de una ocasión ha acusado la falta de un marcado carácter ganador, Kasper Hvidt supone el contrapunto necesario para poner en estado de efervescencia a los gélidos Boldsen, Knudsen y compañía.
La concentración e intensidad con la que afronta el guardameta del FC Barcelona cada minuto de encuentro, convierten a Hvidt en el auténtico líder de la escuadra danesa, que tratará de romper en Noruega la barrera de las semifinales en la que se ha estrellado en las tres últimas citas continentales, así como en el pasado Mundial de Alemania 2007.
Torneos que permitieron a Hvidt llenar sus alforjas con cuatro medallas de bronce, que seguramente no serán suficientes para aplacar el hambre de triunfos del danés, tal y como quedó patente tras sus paso por el Ademar de León y el Portland San Antonio.
Reflejos, colocación y una explosividad, que le permite atajar balones aparentemente imposibles, convierten al portero de Frederiksberg en un serio aspirante a competir con los Omeyer, Fritz y Sterbik por el galardón de mejor portero del Mundo.
Albert Rocas (ESPAÑA)
Pocos jugadores en el mundo pueden presumir de la efectividad del jugador español, que no sólo se limita a perforar las redes desde el extremo derecho o desde la línea de penalti, sino que además se atreve, si es necesario, a jugar como lateral zurdo, una demarcación en la que brilló durante su etapa de formación.
La increíble potencia de salto de Rocas, unida a una sorprendente capacidad para rectificar en el aire, permiten al jugador del FC Barcelona salvar cualquier oposición de los porteros rivales, que tienen en el de Palafrugell uno de sus declarados enemigos.
"Es un finalizador", subraya siempre que puede el seleccionador nacional Juan Carlos Pastor, quizá uno de los mejores del mundo, o al menos uno de los más efectivos, lo que ha permitido a Rocas hacerse un hueco entre los mejores del mundo.
Un largo camino, pese a los tan sólo 25 años del catalán, que como siempre reclama Pastor, se atrevió, siendo muy joven, a buscar lejos de casa los minutos y la responsabilidad, primero en el BM Valladolid y posteriormente en el Portland, antes de regresar este verano con su fichaje por el FC Barcelona, como el mismo calificó, a su hogar.
Marcin Lijewski (POLONIA)
Sin la imaginación del islandés Olafur Stefansson, el polaco dispone de la visión de juego y del lanzamiento necesario para discutir al jugador del Ciudad Real el título de mejor lateral derecho del mundo.
Un galardón que Lijewski rozó el pasado año cuando fue elegido mejor lateral zurdo del pasado Campeonato del Mundo de Alemania, donde conformó un espectacular flanco derecho del ataque junto con el extremo Mariusz Jurasick, clave para explicar la presencia de Polonia por primera vez en la historia en una final universal.
Logros que sirvieron al jugador del Flensburg para recibir la Orden de Mérito de la República Polaca, en un año que el de Krotoszyn culminó con la disputa de la final de la Liga de Campeones, en la que cayó derrotado ante el Kiel alemán.
Una desilusión que Lijewski tratará de compensar en Noruega, donde una vez más liderará junto con los temibles Tkaczyk y Bielecki al emergente conjunto polaco, del que este entusiasta de Depeche Mode tiene el privilegio de ser el máximo goleador con más de seiscientos goles en su haber.
Nikola Karabatic (FRANCIA)
Pese a sus tan sólo 23 años el central de origen serbio es ya todo un veterano a nivel internacional, como atestiguan los más de cien partidos que acumula con la selección gala, con la que tuvo un espectacular debut en el Europeo de 2004, donde fue elegido mejor lateral izquierdo del torneo.
Cuatro años en los que el jugador del Kiel alemán, con quien conquistó el pasado año su segunda Liga de Campeones, tras coronarse por primera vez en 2003 con el Montpellier francés, se ha convertido para muchos en unos de los mejores jugadores del Mundo.
Para ello, "Neo", uno de los nombres con los que se conoce al francés, ha ampliado su repertorio, lo que le permite alternar la posición de lateral con la de central, donde constituye el auténtico paradigma del nuevo director de juego, más físico, aunque sin la magia de los legendarios Dujshebaev o Richardson.
No obstante, Karabatic es capaz de manejar con soltura el ritmo del encuentro, a la vez que golear sin piedad a cualquier defensa, como pudo comprobar España en la final del último Campeonato de Europa en la que el galo acabó con las ilusiones de los de Pastor con once tantos.
Blazenko Lackovic (CROACIA)
En una selección cargada de talento como la croata, Lackovic es el "brazo ejecutor". La envergadura, movilidad y capacidad de salto del jugador del Flensburg, hacen que el balcánico apenas necesite un par de metros para perforar cualquier portería rival.
Un auténtico cañonero como evidencian sus espectaculares cifras con el conjunto alemán, con quien acumula más de seiscientos goles en tres temporadas y media, o los más de trescientos que cuenta en sus compromisos con Croacia, con quien ha conquistado un título olímpico y otro mundial.
Lo cierto es que si Lackovic entra en racha son pocas las defensas que pueden frenar a este gigantón de casi dos metros, encargado de desatascar con sus lanzamientos, cuando la magia de su compañero Balic no lo hace posible, el ataque de la selección balcánica.
Un cometido que el lateral izquierdo deberá realizar más de lo previsto en el Europeo de Noruega si finalmente Croacia no puede contar en tierras nórdicas con Ivano Balic, o si el estado físico del jugador del Portland San Antonio le impide asumir el protagonismo habitual.
Torsten Jansen (ALEMANIA)
Eclipsado por el fenómeno social que constituía Stefan Kretzschmar, el jugador del Hamburgo ha permanecido oculto para muchos hasta el pasado Mundial de Alemania, donde Jansen fue para no pocos el mejor extremo izquierdo del torneo por delante del ruso Kokcharov, quien parece inamovible para la Federación Internacional en la elección de cualquier siete ideal.
Sin embargo, las carreras y los goles -el germano fue el máximo anotador de la final con ocho tantos- de Jansen fueron básicos para que Alemania se ciñera nuevamente la corona universal, veintinueve años más tarde de su anterior título en Dinamarca en 1978.
Una capacidad ofensiva, a la que el jugador del Hamburgo une una agresividad, que le permite, pese a su tan sólo 1,85 metros, actuar en defensa en el lateral, lo que facilita la puesta en marcha de contragolpe germano, en el que tanto Jansen como Florian Kehrmann actúan como auténticas puntas de lanza del cuadro teutón.
Especialidad a la que Torsten Jansen, un amante de la lectura, suma su templanza desde la línea de los siete metros, donde el jugador de Adenau, que ya acumula más de 350 goles desde su debut en octubre de 1999 con la selección, es todo un seguro de vida.
Marcus Ahlm (SUECIA)
Fortaleza, habilidad, rapidez y precisión, como un buen químico, estudios que concluyó el jugador del Kiel, Marcus Ahlm combina en las dosis perfectas los elementos necesarios para ser considerado por muchos como el mejor pivote del Mundo. Un galardón que no dudaron en conceder al internacional sueco los lectores de la prestigiosa Handball-Magazine en los años 2005 y 2006, y que posiblemente se le escapó en 2007 a causa de una inoportuna lesión que impidió a Ahlm tener el protagonismo que acostumbra.
Distinciones que reconocen el juego sin fisuras del pivote sueco, feroz en defensa y prácticamente infalible en ataque, como demuestran los más de trescientos goles que suma en los más de cien partidos que acumula con la selección nórdica.
Precisamente, el combinado nacional, es por ahora la asignatura pendiente de Ahlm, quien tras quedarse fuera del Europeo de Suiza 2006 y del Mundial de Alemania 2006, tratará de devolver a los escandinavos a lo más alto del podio en Noruega, si el inoportuno corte que sufrió en una mano durante la preparación no merma su rendimiento.
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