Este artículo se publicó hace 16 años.
El Joventut alarga la maldición copera del Real Madrid
Los blancos controlaron el partido en la primera parte pero se desajustó en los momentos decisivos ante un Joventut pletórico (76-81)
El DKV Joventut selló de manera brillante su pase a la final de la Copa del Rey, que se está celebrando este fin de semana en Vitoria, tras derrotar en una disputada semifinal al Real Madrid por un apretado 76-81.
Ambos equipos desarrollaron un partido trepidante y repleto de alternativas en el marcador. Al desenfado ofensivo de la primera mitad del partido, le siguió una gran seriedad defensiva, que deparó un final de infarto del que el conjunto catalán salió victorioso gracias a su mayor serenidad en los momentos decisivos.
Los hombres que dirige Joan Plaza protagonizaron un gran inicio de partido y, liderados por Charles Smith, no tardaron en hacerse con la iniciativa del encuentro. El alero estadounidense anotó tres triples sin fallo en un espacio de apenas un minuto de juego y, con 11 puntos, logró pronto cómodas ventajas para los suyos.
Sólo la segunda falta personal logró frenar su buen comienzo y, gracias a Rudy Fernández, la Penya logró restablecer la igualada. Lejos de terminar, el festival anotador de los madridistas, sin errores desde la línea de 6.25, continuó y gracias a un parcial de 11-0, se colocaron 26-15 arriba en el luminoso.
La zona dispuesta por los de Aíto García Reneses no tardó en dar resultados, y el conjunto verdinegro logró reducir hasta el mínimo las distancias. Superada la dificultad inicial, el equipo madridista volvió a retomar el liderazgo en el marcador, pero la presión defensiva de los exteriores del DKV y el acierto en ataque, devolvió al partido la máxima igualdad.
Esa misma fórmula, la que habitualmente utilizan los de Badalona, permitió al Joventut recuperar una ventaja en el marcador que no conseguía desde el primer minuto del encuentro. La velocidad del ataque de los verdinegros resultó imparable para el equipo madridista, que vio como un parcial adverso de 15-2 concedía a los de Aíto la máxima ventaja en el marcador hasta el momento: 9 puntos.
Mientras el DKV Joventut vivía inmerso en una dinámica positiva en ataque, donde sobresalía un hoy inspirado Jan Jagla, el Real Madrid sufría para encontrar una vía de anotación, permitiendo de esta forma que el equipo que entrena Aíto se distanciara paulatiamente en el electrónico.
Gran acierto exterior de la Penya
La Penya castigaba cada intento de remontada de los madridistas con su sobresaliente acierto exterior. Demond Mallet, uno de los mejores cañoneros de la ACB, y Rudy Fernández, que sumó un inverosímil triple sin mirar a canasta, estiraron la ventaja de los catalanes hasta los 7 puntos.
Lejos de perder la cara al partido, el Real Madrid consiguió estrechar el partido. A pesar de que el actual líder de la Liga ACB no recuperó el acierto en ataque, el poderoso trabajo de sus hombres interiores bajo el aro rival, proporcionó a los blancos segundas oportunidades que sí lograron aprovechar.
Como era inevitable, el partido dio lugar a un final marcado por la máxima igualdad. Dos tiros libres convertidos por Sergio Llull y una canasta de Alex Mumbrú, que se enfrentaba a su ex equipo, volvieron a poner al Real Madrid por delante en el marcador, pero una gran entrada a canasta de Ricky Rubio restablecía el liderazgo verdinegro.
Esta vez el Real Madrid no supo contestar y fue Eduardo Hernánde-Sonseca, otro de los jugadores con pasado en el rival de hoy, quien se encargó de sentenciar el partido. Sus dos lanzamientos desde los 4.60 y un robo providencial en la última jugada del partido, sellaron la trabajada victoria badalonesa.
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