entrevista. ferrAn de vargas
"Los JJOO buscan crear una euforia nacional en Japón para cambiar la Constitución y rehacer el ejército convencional"
Inaugurados el viernes pasado los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, leemos, escuchamos y vemos mucha información sobre una sociedad tan desconocida en nuestro país como la japonesa. Para deshacer algunos de sus mitos y conocer los aspectos más políticos de Japón, hablamos con Ferran de Vargas, doctor en traducción y estudios interculturales, máster en estudios de China y Japón y especialista en política y estudios culturales en Asia oriental y especialmente en Japón y que ha publicado recientemente el libro ‘Izquierda y revolución. Una historia política del Japón de posguerra (1945 a 1972)’.
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Barcelona, Actualizado:
Hace una semana se inauguraron los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, en Japón. Leemos, escuchamos y vemos mucha información deportiva, pero también, quizás por primera vez en mucho tiempo, nos llegan noticias sobre una sociedad y una cultura tan desconocida en nuestro país. Aunque pueda parecer lo contrario por la cantidad de anime (dibujos japoneses), suhsi y ramen que consumimos.
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Para huir de los mitos occidentales sobre Japón y entender mejor la sociedad japonesa más allá de los tópicos, hemos hablado con Ferran de Vargas (Barcelona, 1989). De Vargas es doctor en traducción y estudios interculturales, máster en estudios sobre China y Japón y especialista en política y estudios culturales en Asia oriental y especialmente en Japón. De Vargas ha estudiado cómo se conjugan los movimientos sociales con el arte y especialmente en cómo todos estos movimientos influyeron en la izquierda japonesa, la otra gran desconocida de Japón.
De Vargas ha publicado recientemente uno de los pocos libros, si no el único, donde se trata la historia de la aparición y la caída de la izquierda japonesa. Izquierda y revolución. Una historia política del Japón de posguerra (1945-1972) abarca la historia política de Japón desde 1945, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, hasta el 1972. Un periodo donde la izquierda japonesa fue la gran protagonista.
El libro forma parte de la Colección Estudios Japonesas de Edicions Bellaterra y ha sido financiado por el Centre d’Estudis i Recerca sobre Àsia Oriental, con el apoyo del Grup de Recerca GREGAL. En él se habla de la evolución de la izquierda japonesa y de su papel a través de diferentes hechos históricos, prácticamente desconocidos en España y en todo occidente. Ocupaciones de fábricas y empresas durante la posguerra; el Partido Comunista enviando guerrillas a las montañas para intentar sublevar a los campesinos siguiendo el ejemplo de la revolución maoísta; la movilización de masas más grande de la historia japonesa contra el Tratado de Seguridad entre EEUU y Japón; o las grandes luchas del 68 japonés, olvidadas siempre cuando se habla de 1968 desde occidente, con masivas movilizaciones contra la Guerra de Vietnam.
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O como la llaman en Vietnam, la Guerra Americana. Después de todo, tal como explica De Vargas, Japón fue durante muchos años, el lugar del mundo con más bases americanas.
"La motivación principal del libro fue contrarrestar la imagen que tenemos habitualmente de Japón", explica De Vargas. Principalmente los tópicos occidentales en torno a la sociedad japonesa, como pueden ser el hecho de ser una sociedad conservadora, sumisa, pasiva o poco politizada. "Japón, dependiendo del momento histórico, demuestra todo lo contrario", afirma el autor del libro.
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Para De Vargas, era importante hacer este libro porque varias generaciones de jóvenes han crecido con el anime o más recientemente con la gastronomía o el cine japonés. Esto, explica De Vargas, "ha sido una puerta de entrada a la cultura japonesa muy despolitizada". Aunque, como explica el autor, Japón fue el epicentro del marxismo en Asia (todas las obras que influyeron en el maoísmo fueron primero traducidas al japonés y después al chino).
Mitos de un país desconocido
Cuando se trata de hablar de mitos occidentales, Japón se lleva el pleno. "Lo primero que me viene a la cabeza es eso que alguien se inventó de la huelga a la japonesa. Incluso cuando hacen huelga se supone que trabajan más. Es un mito totalmente falso", explica de Vargas. De hecho "es un mito con sus orígenes aquí, desconocido totalmente en América Latina o el mundo anglosajón".
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Otro mito de la sociedad japonesa es la supuesta tendencia a la armonía y la no confrontación de los japoneses. De Vargas matiza en este caso. Mientras hay una parte de cierto en ello, realmente se magnifica más de lo que es en realidad. "Es cierto que cuando vas a Japón experimentas menos conflicto social cotidiano con la gente, pero hay otras formas de expresar el descontento y la no conformidad".
En Japón, explica el autor del libro, "se han visto episodios donde los japoneses, como cualquier otra cultura, o incluso con formas más radicales, demuestran su disconformidad de forma violenta cuando ha sido necesario". Las imágenes de las manifestaciones japonesas con los cascos y los largos palos para enfrentarse a la policía es, seguramente, de las más conocidas por aquellas personas interesadas en el país nipón. Japón, reconoce De Vargas, "es una sociedad de muchos contrastes con, a veces, muy pocos matices".
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Otro de los grandes mitos sobre Japón, afirma De Vargas, es que es un país conservador. Esto en realidad, como en cualquier otro lugar del mundo, siempre ha dependido del momento histórico. "Si se ha vendido en occidente a Japón como un país conservador, ha sido por intereses políticos o geoestratégicos". En los EEUU, afirma De Vargas, le convino mucho que Japón fuera un país conservador. "Puso muchos recursos y dinero para que en Japón gobernara la derecha".
Unos Juegos poco populares
El buen recuerdo de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 ha persistido durante todos estos años. Pero el Japón actual no tiene nada que ver con el de aquella época. En 1964 hacía pocos años que había salido de la posguerra y no existía aún la crítica al modelo olímpico y lo que conlleva en términos de especulación y destrucción del territorio.
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Ahora, afirma De Vargas, Japón hace tiempo (desde los años 90) que está en un periodo de decadencia, del que todavía no se ha recuperado. Esto ha hecho que estos Juegos Olímpicos, y más tras el desastre de Fukushima, "se estén viviendo con mucho escepticismo". "Había una cierta ilusión al principio", pero con la crisis sanitaria mundial, y también por diversas polémicas que han rodeado los Juegos, "esto se ha ido disipando a medida que se acercaba la fecha de inauguración". "La población japonesa está mayoritariamente en contra de los JJOO", afirma De Vargas. Además, el Gobierno "no ha gestionado muy bien la crisis sanitaria. Han ido bastante lentos en todo. Actualmente todavía hay muy poca gente vacunada".
Los JJOO por otra parte, han sido salpicados por varias polémicas sexistas, a las que se le han sumado las dos últimas. La dimisión del compositor de la música de la ceremonia de inauguración, después de que se descubriera una antigua entrevista en que admitía haber realizado acoso escolar a discapacitados. Y la última dimisión el pasado 22 de julio, de uno de los directores artísticos de la ceremonia inaugural para bromear sobre el holocausto.
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De Vargas sitúa el interés de acoger los Juegos por parte del Partido Liberal Democrático de Japón (jiyu-Minshuto, abreviado PLD) -derecha conservadora en el poder desde hace tiempo- en el hecho de querer aprovechar un momento de euforia nacional "para intentar imponer su principal objetivo, que es cambiar la Constitución. Concretamente el artículo 9, el cual no permite a Japón tener un ejército convencional". "La sociedad japonesa está bastante dividía en este punto y se necesitan dos terceras partes de ambas cámaras, la alta y la baja, para hacer esta reforma". Al PLD le faltan las dos terceras partes de la cámara alta. "Tenían la intención de aprovechar toda la euforia olímpica para volver a ganar las elecciones y conseguir las dos terceras partes en las dos cámaras". Esto, argumenta De Vargas, es también lo que quieren los EEUU, "un Japón con un ejército fuerte para tener un aliado en la zona en un momento que China comienza a ser una amenaza".
La respuesta a los JJOO por parte de la sociedad japonesa ha sido sorprendente según De Vargas. "Ha habido un cierto movimiento, teniendo en cuenta lo dormida que está la sociedad japonesa, con un par de episodios que incluso han salido en los medios de comunicación". Pueden parecer cosas menores, afirma el especialista, pero tratándose de Japón, "que hayan intentado apagar la llama olímpica", muestra un rechazo a los Juegos probablemente mayor de lo que se puede percibir. "Desde el 2019 ha habido movimientos organizados, que a pesar de no ser masivos, se han opuesto a los JJOO".
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De Vargas recuerda que actualmente todavía hay mucha gente sin casa a causa del tsunami que mató alrededor de 20.000 personas en 2011. "La gente todavía no tiene casa y esto ha sido un fuerte contraste con todo el dinero que se han gastado en los Juegos". Después de todo, Tokio 2021 serán los JJOO más caros de la historia.