La impunidad de los ultras en los estadios de fútbol y los 20 minutos de vergüenza en el derbi entre Atlético y Real Madrid
El árbitro suspendió durante 20 minutos el partido entre el Atlético y el Real Madrid por el lanzamiento de objetos contra Courtois, portero del equipo blanco. El club rojiblanco, la Liga y la Policía trabajan en identificar a los responsables.
Madrid-Actualizado a
El estadio Cívitas Metropolitano se expone al cierre parcial del fondo sur por el lanzamiento de objetos que obligó a la suspensión del derbi entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid durante unos 20 minutos después de que el árbitro Mateo Busquets Ferrer ordenase a ambos equipos que se marchasen a vestuarios en el minuto 67.
Tras el gol del Real Madrid, cayeron varios mecheros y alguna botella en el área de Thibaut Courtois, portero del equipo blanco. Y después cayeron más. Courtois, con pasado en el Atlético, le entregó un mechero al colegiado. Busquets Ferrer se dirigió al delegado de campo para que por megafonía advirtiera de que no se hiciera más.
Sin embargo, los objetos siguieron cayendo. El protocolo en este punto es claro y explícito: si tras el segundo aviso siguen cayendo objetos, entonces el partido se suspende durante diez minutos. La megafonía lanzó la primera advertencia. Otro objeto. Después, la segunda. Otro más. Una bolsa cayó al lado del guardameta belga. El partido fue suspendido y los dos equipos enfilaron el vestuario.
La Comisión Antiviolencia aseguró este lunes, en un comunicado del Consejo Superior de Deportes (CSD), que analiza las imágenes disponibles para depurar responsabilidades y proponer las correspondientes sanciones, y elogió la celeridad con la que actuó el árbitro Busquets Ferrer al suspender el choque.
Los lanzamientos provenían de la grada baja del fondo, donde desde hace años se sitúa el Frente Atlético, el grupo de ultras del club rojiblanco. Son los aficionados radicales del Atlético y su ideología es claramente ultraderechista. Actúan con total impunidad desde hace años y el Atlético no termina de hacerles frente, como si han hecho otros equipos y como muchas veces hace la propia afición del Atlético.
Son tan ultras que de nada sirvió ni siquiera la petición de Koke Resurrección —el capitán—, Diego Simeone —el entrenador— o José María Giménez a los ultras del Atlético para frenar tal actitud.
En su acta, Busquets Ferrer lo contó así: "En el minuto 64 desde el fondo sur bajo, se lanzaron varios objetos sobre la zona donde se encontraba el portero visitante [Thibaut Courtois], sin que ninguno de ellos llegara a impactarle. Entre estos se pudieron identificar tres mecheros y una botella de agua. Ante este hecho, se activa el protocolo de lanzamiento de objetos requiriendo al delegado de campo para que se proceda a comunicar por los altavoces del estadio el mensaje a fin de que cesen dichos lanzamientos. Finalmente, en el minuto 67 y ante la continua repetición de lanzamiento de objetos desde la misma zona, se procede a suspender temporalmente el partido, ordenando la retirada de equipos a vestuarios".
Ahora, la Comisión Antiviolencia está llevando a cabo "las tareas de análisis de las imágenes disponibles para depurar las responsabilidades que se deriven de estas conductas para proponer las correspondientes sanciones" y recordó que "este tipo de actos conllevan sanciones severas, entre las que se incluye la prohibición de acceso a los recintos deportivos y multas económicas".
"La Comisión estima necesaria la colaboración de los clubes a la hora de identificar a los autores de estas execrables conductas, siendo necesaria su implicación en las labores de prevención de la violencia en los recintos deportivos", agregó.
La Comisión Antiviolencia asimismo condenó "los hechos que tuvieron lugar con anterioridad a la celebración del partido".
Inquietud antes del partido
Hasta entonces el partido se había desarrollado con normalidad. En los días previos al choque sí había cierta preocupación: se esperaba un ambiente enrarecido por lo que había pasado en años anteriores con Vinicius y los ataques racistas contra él, que otros años acapararon el foco. En el encuentro de la temporada pasada, el jugador del Real Madrid fue víctima de un ataque racista cuando un grupo de aficionados ultras del Atlético colgó de un puente un muñeco representando al jugador del equipo blanco.
De hecho, muchas de las tertulias deportivas previas al partido mostraban su inquietud ante algunas informaciones que publicaban ciertos medios: una de ellas aseguraba que en en la red X se convocaba a la afición del Atlético a utilizar la figura de Germán 'Mono' Burgos —exportero del Atlético y durante muchos años ayudante de Simeone— como coartada para atacar a Vinicius mediante un falso e impostado homenaje al exjugador del equipo rojiblanco; otros medios contaban que en redes sociales también se pedía a los aficionados rojiblancos que fueran con mascarillas al estadio para así disimular los insultos contra el jugador del Real Madrid.
Ninguna de las dos iniciativas tuvo éxito. La previa del partido fue tranquila, dentro de lo que se esperaba. Tan solo se manchó una placa de Thibaut Cortois y fuera del estadio se escuchó un cántico por parte de un grupo reducido de aficionados: "¡Vinicius es diferente, es diferente!".
La preocupación era tal, que horas antes del partido, en la habitual comida de directivas, le preguntaron a Enrique Cerezo, presidente del Atlético, si le inquietaba que hubiera algún incidente racista antes o durante el partido. La respuesta de Cerezo llegó con gazapo: "En el Atlético de Madrid no considero que haya nadie antirracista, ni racista, de ningún tipo. Es una afición ordenada, que como todas tiene sus grupos que son los que mueven todo este tipo de temas. Nosotros estamos siempre a favor de la tranquilidad, de que los partidos se jueguen bien. La gente va con los niños, con sus familiares o con sus amigos a ver un partido de fútbol, no una guerra", dijo.
"Pido a toda la afición que se comporte como se tiene que comportar y como se ha comportado siempre en el Metropolitano", añadió Cerezo a su llegada a la comida de directivas con representantes del conjunto rival.
Horas después, el Atlético emitió un comunicado en el que matizaba lo "en el Atlético no hay nadie antirracista": "Cuando he hablado con varios periodistas al entrar a la comida con el Real Madrid he tenido un error que todo el mundo habrá entendido como tal, pero que prefiero aclarar para que no exista ningún malentendido. Quería decir que todos tenemos el compromiso de luchar contra el racismo", dice parte de ese comunicado.
Investigación en marcha
Pero todo se precipitó a partir del minuto 67 de encuentro. El bochorno fue máximo: tras el gol del Madrid un grupo de aficionados, algunos encapuchados con pasamontañas —circunstancia que ha sorprendido y escandalizado a partes iguales—, empezó a lanzar objetos a Courtois. Ante el cariz de los acontecimientos, el árbitro suspendió el encuentro y sólo lo reanudó cuando el delegado de seguridad del partido le confirmó que la situación estaba controlada.
Ahora, la prioridad de la Policía, la Liga y el Atlético es identificar a todos y cada una de las personas que arrojaron objetos contra Courtois. La Delegación del Gobierno en Madrid investiga ya los incidentes y según ha podido saber Público, la Policía Nacional analiza ya las imágenes y espera que desde el Atlético sus responsables puedan identificar a los autores de estos hechos.
El Atlético de Madrid ha confirmado este lunes que ya ha identificado a uno de los implicados en el lanzamiento de objetos en la portería —un joven de 18 años, socio del Atlético— que estaba Thibaut Courtois durante el derbi de este domingo ante el Real Madrid y ha dejado claro que aplicará su régimen interno para "casos muy graves" a todos los responsables de estos hechos. Además, el club rojiblanco ya está colaborando con la Policía y la Liga para identificar a los responsables.
El Atlético, a la vez, aseguró que "estas actitudes no tienen cabida en el fútbol y manchan la imagen de un estadio que ha vivido un ambiente espectacular con más de 70.000 espectadores en sus gradas y que han mostrado un comportamiento ejemplar en su inmensa mayoría".
También han encendido cierta polémica las palabras de Simeone y de Koke por estos incidentes. Los dos condenaron el lanzamiento de objetos contra Courtois, pero también reprocharon al portero del Madrid su actitud. "Hay que sancionar a los que tiraron objetos y a los que provocan", llegó a decir el entrenador rojiblanco después del partido. Declaraciones que no comparte nadie y que han sido muy criticadas. Como también lo fueron los jugadores del Atlético, que al final del partido se acercaron a saludar a los aficionados violentos entre los reproches de la mayoría de la afición rojiblanca.
Quizá la reacción que mejor resume el bochornoso episodio que tanto avergüenza al fútbol español, sea la del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, reconocido aficionado del Atlético. "La mejor forma de que esto no suceda es reivindicando a la afición del Atlético de Madrid de forma que el club adopte las medidas para que no vuelvan a producirse estos incidentes (…). Reivindicar la afición del Atlético de Madrid es expulsar de esa afición y de ese estadio a todo aquel que no se comporte", ha aseverado Almeida a preguntas de los periodistas.
Ahora la pelota está en el tejado de los dueños del Atlético de Madrid.
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