La grada no aprueba
Mou compara a la afición con "un jugador bueno pero intermitente, que se esconde"
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Cristiano saltó el último a calentar. Entró desbocado a la hierba. Pegó una patada a un balón e inició un sprint de 40 metros. Mourinho aún no piensa que esté bien, pero la decisión la tomó casi por una cuestión filosófica. "El fútbol es como la vida, vive hoy que nos sabes lo que pasará mañana, juega octavos porque no sabes que pasará en cuarto, ¿para qué vamos a esperar? Hay que arriesgar", aseguró. No tiene tan claro cómo será el futuro de su estrella. Tiene dudas en el calendario, especialmente en lo que concierne a Cristiano, y deja en el limbo su participación en el derbi. "Con el regalo que nos han hecho de jugar el sábado, a lo mejor no puede estar. Después de un partido como este, a lo mejor no está y, si juega, será un riesgo más grande que hoy", comentó en su ya típica queja sobre el calendario.
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La otra preocupación de Mou era la grada. En ese aspecto hubo de todo. Lo más caluroso antes del encuentro era una pancarta importada de la mística de Anfield que colgaba del primer anfiteatro del fondo norte: "Real Madrid, nunca caminarás solo". En los días previos Mourinho había apelado a la efervescencia del Bernabéu, al que se ha empeñado en revitalizar a toda prisa en los últimos días. Así que parte de la grada, azuzada por su técnico, decidió tirar por la vía rápida y copiar el lema del Liverpool. Mientras, en los videomarcadores, se lanzó un mensaje de ánimo a Abidal.
Luego, en el encuentro, empezó animosa. En los fondos, los decibelios se mantuvieron, pero a medida que pasaba el tiempo y no llegaba del gol, asomó el peso de los seis años sin pasar de octavos. A veces reinaba el miedo, otras el jolgorio de los goles, la intensidad crecía y decrecía. La grada apoyó, pero no lo suficiente. Al menos no para el técnico, que exige más a la afición: "El Bernabéu ha jugado bien, pero poco, es el tipo de jugador que juega a ratos, juega bien un rato, luego no toca el balón, aparece de nuevo, luego está cansado y se esconde... Me gustaría más que jugase 90 minutos, pero si crece con la competición y en cuartos es mejor que en octavos y aún mejor en semifinales, no está mal.
Sólo al final estalló el público. Con los goles y la seguridad de que el equipo estará en cuartos, la ronda que parecía vetada. Mourinho no ve relación entre su llegada y el pase a cuartos. "Algún día el Madrid tenía que pasar, lo normal es que pase, no que no lo haga. Hemos pasado bien porque hemos sido mejores que nuestro adversario, que es un gran adversario. Ganamos en casa, jugamos mejor los dos partidos, no hemos sufrido mucho", comentó el técnico luso.
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Ahora toca pensar en el próximo viaje, en la estación de octavos. Mourinho no opina sobre la conveniencia de jugar contra el Barcelona y la acumulación que supondría de partidos contra los azulgrana, pero sí tiene muy claro lo que quiere evitar en la siguiente ronda. "No quiero al Inter y al Chelsea porque emocionalmente es difícil jugar contra tu gente. En el pasado jugué contra el Chelsea y no me ha gustado. Si tiene que ser, tiene que ser; hay hermanos que juegan contra hermanos, pero no me gustaría", razonó el entrenador.
El sorteo será el mañana y la ilusión es máxima. Mourinho cree que las cosas van bien, pero es conservador: "Estamos en la línea correcta, si no ganamos títulos este año lo conseguiremos el siguiente, los equipos mejoran el segundo año".