Goles que llegan a pares

Unos pocos minutos pueden cambiar para siempre un partido. Un gol pesa, dos son una losa y no hay nada mejor para noquear al rival que encadenar tantos. El Madrid se ha especializado en ese arte, los goles blancos rara vez llegan solos, un golpe sigue a otro golpe y, con eso, mata los partidos o consigue el oxígeno necesario para sobrevivir.

El sábado fue el último ejemplo, el Sporting marcaba en el minuto 53 y cuatro después ya iba por detrás en el marcador. Primero Van der Vaart hizo el empate, luego Xabi Alonso, para ponerse por delante. No es casualidad, en los últimos seis partidos de Liga el Madrid ha marcado al menos dos goles en un lapso de menos de diez minutos. Contra el Valladolid hizo el segundo gol en el 45 y el tercero en el 52; ante el Sevilla perdía 0-2 y logró el equilibrio con goles en el 59 y el 61; ante el Villarreal marcó tres entre el 71 y el 84 y contra el Xerez marcó otros tres entre el 64 y el 71.

No es sólo una cuestión reciente, es algo con lo que los blancos han contado durante toda la temporada. De las 22 victorias del Madrid 14 tuvieron un aluvión de este estilo, con al menos dos goles en menos de diez minutos. La mayor exhibición en ese sentido la dio contra el Xerez en el Bernabéu, cuando marcó cuatro goles entre el minuto 75 y el 88. Fue, además, la primera vez en la que el Madrid logró acumular goles en un periodo corto de tiempo.

Las últimas jornadas los blancos también se han especializado en marcar después del gol del contrario. Contra el Sporting tardó menos de un minuto y contra el Sevilla los dos primeros goles fueron sólo cinco minutos después de que los hispalenses hubiesen logrado el 0-2.