Froome se hace con su tercer Tour de Francia, el segundo consecutivo
Sagan, imperial
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PARÍS.- El británico Chris Froome (Sky) entró por tercera vez con el maillot amarillo de vencedor del Tour de Francia en los Campos Elíseos de París, donde el alemán André Greipel (Lotto Soudal) se sumó a la fiesta como ganador al esprint de la última etapa, disputada en clave de fiesta y homenaje al campeón.
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Chris Froome ya tiene su triplete merced a sus victorias en 2013, 2015 y 2016. El corredor nacido en Nairobi (Kenia) hace 31 años escaló un peldaño en la historia de la carrera más importante del mundo. Iguala con leyendas como el belga Philippe Thys, el francés Louison Bobet y el estadounidense Greg Lemond. "Froomey" ya está entre ellos.
Froome volvió a sentir "una sensación que persigue todos los ciclistas" en la cúspide del podio parisino
Froome volvió a sentir "una sensación que persigue todos los ciclistas" en la cúspide del podio parisino, acompañado del francés Romain Bardet, el ultraligero del Ag2r orgullo del ciclismo galo, segundo clasificado, y del colombiano Nairo Quintana (Movistar), tercero.
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Froome sorprendió en descensos suicidas, arriesgando el pellejo por un puñado de segundos, o en escapadas por sorpresa en el llano
A diferencia de sus anteriores años triunfales, donde resolvió en las primeras etapas de montaña, Les Domaines en 2013 y La Pierre de Saint Martin en 2015, Froome sorprendió en descensos suicidas, arriesgando el pellejo por un puñado de segundos, o en escapadas por sorpresa en el llano. En las dos contrarrelojes marcó las diferencias.
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Sagan, imperial
También subieron al podio el campeón del mundo eslovaco Peter Sagan y el polaco Rafal Majka. Ambos el barco del Tinkoff tras la retirada de Alberto Contador en Andorra. Sagan estuvo imperial. Ganó tres etapas, se enfundó el quinto maillot verde de la regularidad consecutivo y fue declarado "supercombativo" del Tour 2016.
El ciclismo español se salvó de la sequía más absoluta gracias al triunfo de etapa de Ion Izagirre en Morzine.
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El ciclismo español se salvó de la sequía más absoluta gracias al triunfo de etapa de Ion Izagirre en Morzine. El campeón de España contrarreloj salvó el honor con una hazaña bajando el Joux Plane que quedó para la historia. Pero un vistazo a la general genera profunda preocupación por el futuro del ciclismo nacional.