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La final de Copa: un nuevo paso hacia el triplete o el triunfo del romanticismo

Barcelona y Athletic, los dos equipos más ligados al torneo, se disputan de nuevo el título. Los azulgranas cuentan con todo a favor. Luis Enrique tiene la duda de Suárez. Los rojiblancos acuden con máxima ilusión. El trofeo se les resiste desde 1984

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Aficionados del Barça y del Athletic emulan el partido en un futbolín. /EFE

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BARCELONA.- El sueño de conseguir el doblete en el Camp Nou o la posibilidad de firmar el partido de su vida, así afrontan el FC Barcelona y el Athletic Club la final copera de este sábado, un partido entre los dos históricos del fútbol español que acumulan 49 títulos del K.O. Llegan ambos equipos en el mejor momento de la temporada, y en una final que se ha repetido en los últimos años y también en la historia de la competición.

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Los azulgrana se presentan con el título liguero nacional recién estrenado y la aspiración a conseguir un triplete en una semana, periodo en el que jugará la final de Copa y la de la Liga de Campeones de Europa. El Barça es favorito al título. Juega en casa y lo tiene todo a su favor. Si consigue la victoria firmará el quinto doblete de su historia y mantendrá viva la posibilidad del triplete, aunque para eso aún tendrá que remar mucho.

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Los barcelonistas conocen de carrerilla la alineación que presentará su entrenador

La única duda de Luis Enrique Martínez era la presencia de Luis Suárez en el equipo titular. Sustituido en el descanso de las semifinales de la Champions ante el Bayern de Múnich, no ha jugado desde entonces (12 mayo) a causa de un problema muscular, pero no faltará a la cita. En realidad, los barcelonistas conocen de carrerilla la alineación que presentará su entrenador y la que, salvo contratiempo, podrá medirse al Juventus Turín en Berlín.

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El Athletic quiere emular a aquel que logró la gesta de imponerse al Real Madrid de Di Stéfano en 1958

En ese sentido, el Athletic ve esta final, la trigésimo séptima de Copa de su historia, similar a la de 1958 en el Santiago Bernabéu ante el arrollador Real Madrid de Alfredo Di Stéfano. Un partido que quedó para los anales en Bilbao como la de los 'once aldeanos" porque fue con once jugadores de la tierra, como marca su filosofía, con los que batió 2-0 a un rival que ese año fue campeón de Liga y de una de las cinco Copas de Europa que encadenó entre 1956 y 1960.

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Ausente De Marcos, Iraola parece la opción más lógica como relevo, pero el de Usurbil está ofreciendo un gran rendimiento de interior

Ausente De Marcos, Iraola parece la opción más lógica como relevo, pero el de Usurbil está ofreciendo un gran rendimiento de interior, la posición en la que debutó, también con Valverde de entrenador; y, además, el técnico ya no le sitúa como lateral en partidos de máxima exigencia y ante extremos rápidos y con recorrido como Neymar.

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