Este artículo se publicó hace 15 años.
España maltrata su identidad
Serbia inflige una dura derrota a los de Scariolo en el debut del Europeo (66-57). La imprecisión en el tiro (2 de 19 en triples) y el resto de facetas debe obligar a un duro examen de conciencia a la selección
La espesura asomó en Lituania. Un extraño tufo de imprecisión que generó unas dudas que parecían achacables a un mal día. Las explicaciones, con más tono de excusa, aún tenían ese crédito de un equipo que sólo jugaba por llegar imbatido a Polonia. "Ellos por los lituanos han jugado un partido de campeonato, nosotros tan solo un amistoso", aseguraba Scariolo para justificar una derrota que parece no haber acabado con su recorrido.
El aterrizaje en Polonia ha significado mucho más que un mero cambio de fronteras para España. Porque Serbia, el equipo de Ivkovic, el mismo entrenador que dirigía a esa Yugoslavia que infligió a nuestro baloncesto, hace 18 años, la última derrota en el debut de un Europeo, devolvió a la tierra la euforia creada alrededor de un grupo, que si es fiel a sí mismo, luchará por el oro.
Para ello, todo el grupo debe realizar una profunda reflexión y un duro examen de conciencia sobre cuál es la identidad de este equipo.El que sucumbió ayer anteSerbia, una derrota maquillada por los fogonazos de protagonismo de Llull en el último cuarto, maltrató la identidad de España. El equipo de los múltiples recursos. El equipo que anota de forma natural y que reparte solidariamente los esfuerzos en defensa. El equipo que se ríe, que gusta al resto porque tienen como máxima el disfrute.
Sin embargo, todo eso parece olvidado después de dos partidos. Dos derrotas que han mostrado una dura evidencia de carencias. El tiro exterior no funciona (2 de 19 en triples), como la circulación de balón por el perímetro, una situación que personifica Ricky. Excesivamente descontrolado, Scariolo comenzó una rotación de bases con la que encontrar algo de sentido al ataque. La entrada de Cabezas, junto a Pau, envió un doble mensaje: más carga defensiva y balones al jugador de los Lakers. Pero Pau aún necesita rodaje. Sus cuatro puntos, al término del primer cuarto (15-12), apenas pudieron contener un intercambio de canastas que se demostró falso. Serbia liderada por Krstic en la zona, y Velickovic, que ayer se presentó en sociedad para los aficionados del Madrid recordó a aquella generación de la Jugoplastika que tiranizó Europa en los ochenta.
Ni las continúas rotaciones de Scariolo, en busca de un quinteto equilibrado, lograron una reacción que se perdió en el chorreo constante de imprecisiones. Pau, con un solo tiro libre acertado de ocho lanzamientos, personalizó la impotencia de España. Un triple de Macvan construyó la máxima ventaja serbia (56-37, min. 39) en un momento en el que el sonrojo parecía no tener límite.
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