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La contradictoria felicidad de Alonso

Flavio Briatore le ve bien, pero en Renault vaticinan un año «duro». Sin más, en la segunda sesión en Cheste McLaren y Ferrari pusieron alto el listón

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Flavio Briatore, patrón de Renault, ve feliz a Fernando Alonso. Los aficionados, también. "Se ha quitado de encima a Farruquito", comentaba con sorna un joven. Había visto la pancarta que decía: "Hamilton conduces como Farruquito".

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El inglés se incorporó ayer a los entrenamientos de Cheste. Y el público la tomó con él. Viendo los resultados de la tercera jornada de pruebas, encabezada por Kovalainen, algunos aventuraban: "Ahora, ¿qué va a hacer? ¿Tomarla con el finlandés?". Mientras, en la carpa de Renault había gestos serios. "Va a ser muy duro", se sinceraba uno. La felicidad de Alonso, que el jefe de Renault dice no haber visto durante su estancia en McLaren, se mezcla con las dificultades que se le avecinan al piloto asturiano.

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Ferrari y McLaren parten con ventaja. Lo están demostrando en los entrenamientos. El martes fue la escudería italiana la que lideró la prueba. Ayer fue Kovalainen quien hizo el mejor tiempo. Su compañero Hamilton, recién llegado a Cheste, finalizó cuarto. Entre ambos, los Ferrari de Massa y Raikkonen. Alonso repitió por segundo día consecutivo el sexto puesto, ya que por delante se coló el Williams de Nakajima. Con este panorama, de momento sólo la afición es optimista. Y Briatore.

La afición lo es por naturaleza. "Alonso, you'll never walk alone" (Alonso, nunca caminarás solo), rezaba una pancarta del Club F1 de Oviedo. El optimismo de Flavio Briatore también es por naturaleza. La naturaleza del jefe que trata de devolver la sonrisa perdida del piloto que fue bicampeón mundial a su lado. Pero Alonso, al menos de puertas hacia fuera, se muestra cauto. El R28 con el que compite por el Mundial responde muy poco a poco. El asturiano dice que sí, que va notando la progresión. El sexto puesto de los dos días de pruebas vuelve a dictar sentencia. Todo lo provisional que se quiera, pero sentencia. Los aficionados, de nuevo, salen al paso: "Alonso + R28 = Ganar el Mundial". Natu-raleza obliga.

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El crono sí es optimista

Y lo cierto es que, con los tiempos en la mano, el optimismo de la afición y de Briatore no parece exagerado. Alonso mejoró en casi un segundo sus prestaciones. Recortó distancias con sus rivales. La sorpresa vino de la mano de Kovalainen, que batió el récord del circuito de Cheste, en posesión hasta ahora de su compañero de equipo Lewis Hamilton. "Donde las dan, las toman", repetía un joven de azul; de azul Renault. El joven recordaba la pugna entre Alonso y Hamilton, y la trasladaba a la que puede darse este año con quien de momento es su discípulo aventajado: Kovalainen. Cosas de la afición, tan dada al pique.

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Alonso se despide así de Cheste, que ayer volvió a contar con numerosa presencia de espectadores. Eso sí, casi la mitad del día anterior: 22.000 frente a casi 40.000 de la jornada del martes. Cifra estimable si tenemos en cuenta que era laborable. Nelsinho Piquet toma el testigo del asturiano para cerrar hoy la tanda de entrenamientos. El brasileño no es Hamilton. El jefe de Renault lo recuerda por si acaso. Dice que Piquet puede aprender mucho de Alonso, al que concede todos los galones. Lo dicho: por si acaso.

Cheste reunió ayer a todos los grandes. El público estuvo expectante por ver si coincidían Alonso y Hamilton. Pero al asturiano y al inglés les separaban Toyota y Williams. El morbo no pudo ser saciado. Tiempo habrá para ello.

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