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Un centenario entre 'orejonas' y broncas

Mourinho se convierte, en la complicada visita del Real Madrid al City, en el técnico más joven en alcanzar los 100 partidos en Champions. Ha conquistado dos veces el torneo pero nunca se ha alejado de la polémica

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El Real Madrid afronta un duelo crucial en el Etihad Stadium. El casi desahuciado Manchester City espera con el cuchillo entre los dientes para terminar de complicar la vida a los blancos en la Champions. Pero para José Mourinho será un partido especial. Alcanza los cien en la máxima competición continental. Cifra a la que ningún entrenador ha llegado nunca a una edad tan temprana, 49 años.

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El técnico portugués explica su precocidad vanagloriándose de que nunca ha sido eliminado en la fase de grupos. Y lo cierto es que no falla a la cita con su torneo favorito desde 2002, cuando se estrenó con el Oporto. Además, da la casualidad que fue en el estadio Santiago Bernabéu un 19 de febrero de aquel año. Desde entonces, la ha disputado también con el Chelsea, el Inter de Milán y el propio Real Madrid con un balance de 54 victorias, 25 empates y 20 derrotas con 166 goles a favor y 85 en contra.

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Por eso esta noche tiene motivos para descorchar el champán. Con permiso del City, claro. Porque los madridistas no pueden permitirse un tropiezo en Manchester. El Borussia Dortmund le ganó la partida en sus dos enfrentamientos y le aventaja en un punto al frente del grupo. Una victoria en un campo en el que nunca ha jugado antes le valdría el billete a octavos. Otro cantar es la primera plaza.

Mucho más dramático llega el encuentro para los citizens, que son colistas del grupo con solo dos puntos y, pese a su multimillonario presupuesto y a ser los actuales campeones de la Premier, pueden quedarse fuera de la Champions a las primeras de cambio e incluso sin poder ser repescado en la Europa League. Tanto Mourinho como Mancini cuentan con sus todas sus armas disponibles. Los blancos recuperan al alemán Khedira en el centro del campo y Benzema jugará en punta por la lesión de Higuaín. Los sky blues, por su parte, recuperan con respecto al partido de ida a Agüero y Balotell, que se unen a Silva, Dzeko, Tévez y Nasri.

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Un encuentro de altos quilates para celebrar la efeméride de Mourinho, que ansía lograr con el Real Madrid su tercera Copa de Europa particular. El portugués ha mantenido una relación especial con el torneo, con el que ha adquirido cierta obsesión. Diez años y 99 partidos han dado para mucho, tratándose de Mou. Esta semana recordaba algunos de sus momentos más señalados al portugués Diário Económico. Recuerda con especial cariño el Manchester United-Oporto de 2004 o "el Chelsea-Barcelona que ganamos 4-2 o el Inter-Barcelona de semifinales, cuando ganamos en Milán por 3-1 y, en la vuelta, aquel que yo llamo 'partido de los héroes'".

Obviamente, nadie le puede rebatir la conquista de las dos Copas de Europa que ostenta su curriculum. La que logró con aquel Oporto de Deco, Derlei y Maniche y la del Inter de Milán contra el Bayern en la final del Bernabéu de 2010. Sin embargo,  su profundo carácter competitivo, histriónico y, en ocasiones, irreverente, le han llevado a protagonizar en estos años escenas poco deportivas, polémicas ruedas de prensa y momentos que poco favorecen a la limpieza en el fútbol.

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Especialmente traumáticos han sido sus enfrentamientos con el Barcelona, equipo con el que más veces se ha llegado a topar (12). Y es que desde que Mourinho se marchara del Camp Nou como ayudante de Bobby Robson, su relación con la afición culé ha sido de pura animadversión.

En su primer enfrentamiento con el conjunto azulgrana, en 2005, la campaña que organizó contra el árbitro de la ida, el alemán Anders Frisk, acabó con éste colgando el silbato. El Chelsea acabaría eliminando al Barça y pasando a cuartos de final. En la temporada siguiente el destino quiso que ambos equipos se volvieran a enfrentar y se cambiaron las tornas. El equipo entrenado entonces por Rijkaard terminó ganando la Champions contra el Arsenal. Pero aquellos octavos serán recordados por la expulsión a Del Horno tras una fuerte entrada a Messi. Mourinho no se pudo callar y aseguró al respecto: "¿Qué podemos hacer? ¿Vamos a suspender a Messi por hacer teatro? Sí, ha hecho teatro. Catalunya es un país de cultura y sabéis lo que es teatro (en referencia a los medios catalanes). Es teatro del bueno".

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Mourinho se ha convertido con el paso de los años en un técnico especialmente susceptible con los árbitros europeos. Amigo de sacar a relucir las veces que se siente perjudicado, suele olvidar también aquellas de las que sale beneficiado.  Así pasó con las actuaciones del italiano Pierluigi Collina en la vuelta de los octavos contra el Barça en 2005 o del portugués Olegario Benquerença en la ida de las semifinales de 2010.  Aquel encuentro acabó con 3-1 a favor del Inter y el luso no pitó tres penaltis claros a favor de los azulgranas.

La vuelta en el Camp Nou será recordada por la imagen de un Mourinho saltando al terreno de juego como loco al terminar el partido y dedicando el pase a la final a los tifosi. Hasta Valdés le intentó contener y por poco acaban pegándose. Los aspersores saltaron oportunamente para relegar la celebración interista a los vestuarios.

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Y cuando Mourinho fichó por el Real Madrid y se cruzó en su primer año con el Barça en las semifinales, la tensión entre ambos equipos alcanzó su máxima expresión. Tras perder por 0-2 en el Bernabéu, partido en el que Pepe fue expulsado, el técnico activó su particular aspersor y deleitó con una de las ruedas de prensa más recordadas de la historia en la que desacreditó la historia del Barça, a la UEFA y a numerosos árbitros. Llegó a espetar frases como "Guardiola es un fantástico entrenador de fútbol, que ha ganado una 'Champions' con el escándalo de Stamford Bridge, donde hubo cuatro penaltis que no se señalaron. Y si la gana ahora, será con el escándalo del Bernabéu, a mí me daría vergüenza ganarlas así. Le deseo que gane una Liga de Campeones blanca y brillante".

El año pasado el Real Madrid cayó en los penaltis también en semifinales contra el Bayern de Múnich y poco hubo que objetar a la derrota. Y esta noche Mourinho alcanza 100 partidos en una competición en la que ha podido saborear las mieles de levantar en dos ocasiones la 'orejona' y en la que también ha mostrado la peor cara del fútbol.

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MANCHESTER CITY: Hart; Zabaleta, Kompany, Nastasic, Clichy; Nasri, Barry, Toure Yayá, Silva; Tévez y Agüero.

REAL MADRID: Casillas, Arbeloa, Ramos, Pepe, Coentrao; Xabi Alonso, Khedira; Di María, Ozil, Cristiano Ronaldo; y Benzema.

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ÁRBITRO: Gianluca Rocchi (ITA).

ESTADIO: Etihad Stadium.

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HORA: 20.45/Canal + Liga de Campeones.

 

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