Este artículo se publicó hace 14 años.
Carretera, manta y paciencia
La expedición azulgrana ha recorrido los casi 1.000 kilómetros que separan la capital lombarda de la catalana en autocar en dos etapas y haciendo noche en Cannes
Mentalizados para pasar 14 horas en la carretera, aficionados, directivos y familiares vivieron momentos de euforia ayer por la mañana, cuando la agencia de viajes del club (RACC) anunciaba que, al final, la expedición azulgrana, huérfana ayer del equipo y de parte de los periodistas que cubren el partido y que el domingo ya partieron hacia Italia en autocar, podría tomar un vuelo hacia el aeropuerto de Malpensa. La alegría duró apenas una hora.
A pesar de que el chárter fletado por el RACC no tenía ningún problema para despegar desde El Prat, a las 9 h, la autoridades europeas decidieron cerrar de nuevo los aeropuertos del norte de Italia, entre ellos, los de Milán. El contratiempo se solucionó con dos autocares y cuatro o cinco monovolúmenes. Y también hubo alguno que decidió volverse a casa antes que pasar 14 horas en un autocar con un par de niños.
Jaume Ferrer, Albert Perrín, Magda Oranich casi toda la directiva del Barça excepto Joan Laporta, que decidió apurar hasta hoy mismo; Alfons Godall, que sigue fuera de juego, y Rafael Yuste, que viajó el domingo con el equipo, decidieron hacer el trayecto en autos de alquiler. También el secretario técnico, Txiki Begiristain. Y los padres de Gerard Piqué, que cambiaron el autobús por el utilitario. En cambio, la novia y el hermano de Pedrito, el hermano de Jeffren y el de Busquets, recordaron sus no tan lejanas salidas de excursión con el colegio.
Ayer por la noche también salieron hacia Milán nueve autocares más con el resto de aficionados que tenían contratado su viaje con el RACC y decidieron no cancelarlo a pesar del contratiempo. De los 1.200 seguidores que habían reservado una plaza en uno de los seis vuelos chárter concertados por la agencia de viajes del club azulgrana, aproximadamente 350 fueron los valientes que optaron por emprender viaje ayer a las nueve de la noche hacia la capital lombarda.
Sin llegar a ser un periplo comparable a las travesías vividas por Colón, Marco Polo, Napoleón o Cook, hay que destacar la meritoria mini odisea por carretera 14 horas de ruta, que la parroquia azulgrana ha realizado. Una victoria esta noche ante el Inter y acercarse a la final del Bernabéu un pasito más sería la mejor recompensa que el equipo podría darle a sus fieles para afrontar el duro camino de vuelta a casa.
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