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Un bombo con mucha miga: derbi madrileño, Pep o Mou

JORGE YUSTA

Se mire por donde se mire, el bombo del que este viernes (Nyon, 12 horas) saldrán las semifinales de la Liga de Campeones está cargado de picante. Los cuatro equipos, campeones todos de alguna competición europea, tienen cuentas pendientes e ingredientes extradeportivos que elevan más aun la expectación de las eliminatorias. 

Atlético de Madrid, Bayern Múnich, Chelsea y Real Madrid esperan a que el destino reparta suerte para conocer a sus respectivos rivales en los duelos que se dirimirán el 22 y 23 de abril en los encuentros de ida y el 29 y el 30 para los de vuelta. El objetivo común es el mismo: llegar a la final de Lisboa el 24 de mayo. Pero antes podría darse desde un derbi madrileño, hasta la vuelta de Mourinho al Bernabéu meses después de su convulsa salida hasta un nuevo duelo entre el portugués y su más enconado rival en los banquillos, Pep Guardiola.

Real Madrid y Bayern llegan como asiduos en estas lides. Para los blancos es su cuarta semifinal consecutiva, habiendo perdido las tres anteriores ante Barcelona, Bayern y Borussia, respectivamente. Los germanos disputan su cuarta semifinal en cinco años y son los actuales defensores del título. El Chelsea, por su parte, regresa dos años después de haberse llevado su primera 'orejona' y el Atlético revive las sensaciones que dejó aparcadas hace 40 años. 

Los madridistas siguen haciendo de la Décima su objetivo prioritario desde hace diez años. Sin embargo, la clasificación milagrosa ante el Borussia y la pésima imagen ofrecida en Dortmund le restan credibilidad pese a que hasta ese momento su trayectoria era inmaculada. El equipo más goleador del curso se quedó seco en su nueva pesadilla alemana. Y, además, se abre la incógnita de Cristiano Ronaldo, que se perderá con toda probabilidad la final de Copa del Rey y llegaría  muy justo al choque europeo.

Un choque contra el Chelsea haría regresa al hombre tan querido como odiado en Concha Espina, José Mourinho. Su convulsa salida del club tras la última temporada en blanco que cuajó elevaría el show de la semifinal. Viene de clasificarse por los pelos gracias a remontar con un 2-0 el 3-1 del que salió de su visita al París Saint-Germain. El portugués ha construido en una sólida defensa y tres pinceladas más un equipo caracterizado por la competitividad.

Si fuera el Bayern el rival, el duelo reviviría otros cientos de momentos entre dos de los grandes de Europa. Hace dos años fueron precisamente los hombres de Heynckes los que apartaron al Madrid de la final en aquella tanda de penaltis. Tampoco carecería de atractivo ver sentando de nuevo a Guardiola en el banquillo visitante de Bernabéu. Los bávaros, ganadores de la Bundesliga desde hace unas semanas, perdieron el otro día su primer encuentro de liga y contra el Manchester United han resuelto los cuartos con más suspense del esperado.

Una semifinal entre Chelsea y Bayern propiciaría el reencuentro de dos de los entrenadores que han protagonizado una de las mayores rivalidades del fútbol actual, José Mourinho y Pep Guardiola. La llegada del portugués al Real Madrid en la época del máximo esplendor del Barça de Guardiola propició una elevación excesiva en la tensión de los clásicos y cruces continuos de declaraciones entre ambos. 

El Atlético vive su momento. Ha alcanzado las semifinales 40 años después y si fuera el Bayern su rival tendría la excusa perfecta para clamar venganza por aquella final perdida contra los alemanes en 1974. Los rojiblancos habían ganado al Celtic de Glasgow en las semifinales y rozó el título cuando Luis Aragonés adelantó a los colchoneros con un gol de falta. Sin embargo, el alemán Schwarzenbeck puso la igualada y los germanos terminaron llevándose el título tras ganar por 4-0 en el desempate. Si se cruzara el Chelsea en el camino a Lisboa surge el debate sobre la cláusula de Courtois, propiedad del club londinense. O Mourinho le deja jugar o el Atlético tendría que pagar tres millones por partido si quiere contar con uno de los pilares de Simeone. 

Pero sin duda el duelo que más atracción provocaría sería un nuevo derbi madrileño, esta vez trasladado a Europa. Hace 55 años que Real Madrid y Atlético no se miden en una semifinales de Copa de Europa. El último y único precedente fue en la 1958/59, donde los rojiblancos cayeron eliminados a manos de su vecino en un tercer partido de desempate que finalizó con 2-1 para los blancos. El conjunto que dirigía Luis Carniglia venció en la ida el 23 de abril de 1959 por 2-1 en el Santiago Bernabéu, con tantos de Alfredo di Stéfano y Ferenc Puskas, este de penalti, si bien Vavá malogró otra pena máxima para los rojiblancos.

El 7 de mayo de 1959 se disputó la vuelta. El cuadro de Fernando Daucik respondió en el Metropolitano por 1-0 con diana de Enrique Collar. Hubo de disputarse un desempate en La Romareda, el 13 de mayo de 1959, en el que ganó el Real Madrid por 2-1 con dianas de Di Stéfano y Puskas para superar el que había anotado Collar. El conjunto blanco disputó la final en Stuttgart (Alemania) ante el Stade Reims francés y consiguió su cuarta Copa de Europa al vencer por 2-0 (Mateos y Di Stéfano).

Ciñéndonos a la temporada actual, la balanza está equilibrada. En Liga el conjunto de Simeone cuenta con un saldo más favorable. Ganó en el mes de septiembre en su visita al Santiago Bernabéu con un gol de Diego Costa y logró saldar con tablas el choque de la segunda vuelta de marzo, que terminó con empate 2-2. Además, el destino ha deparado que ambos equipos se hayan tenido que enfrentar también en las semifinales de la Copa del Rey, donde los madridistas superaron ampliando a los atléticos. Los de Ancelotti ganaron por 3-0 en la ida del Bernabéu y remataron su pase a la final (el próximo miércoles contra el Barcelona) con un 0-2.

Fuera de España, la historia de la Copa de Europa ya ha deparado otras semifinales con protagonistas de la misma ciudad. Ya hubo un derbi milanista en la campaña 2002/03 y la presencia de Chelsea y Arsenal, ambos de Londres, en la 2008/09. En la campaña 2002/03 el Milan y el Inter se encontraron en el camino a la final. Los interistas habían superado en cuartos al Valencia y los milanistas al Ajax. Con el Milan como local en la ida se registró empate a cero y en la vuelta el resultado fue de 1-1 gracias a un tanto del ucraniano Andrei Shevchenko que clasificó al equipo que dirigía Carlo Ancelotti.

La última vez hasta hoy que dos equipos de una misma ciudad estuvieron en semifinales fue en la que disputaron el Chelsea y el Arsenal en la 2008/09. El Arsenal se midió entonces al Manchester United, que ganó en Old Trafford por 1-0 y luego en el Emirates por 1-3. El Chelsea se enfrentó al Barcelona, que logró el pase a la final tras el 0-0 en la ida y el 1-1 en la vuelta con un gol salvador de Andrés Iniesta. Fue la temporada en la que el Barça de Guardiola se alzó con el título en Roma tras derrotar por 2-0 a los diablos rojos.

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