El Bernabéu se aleja

Sobre la dificultad y el borrón de una cruel derrota tendrá que jugarse el Barça todas sus ilusiones de disputar la final europea del Bernabéu. El Inter de Mourinho ganó claramente el primer pulso. Supo apretar a los azulgrana para llevarlos al peor escenario, un enfrentamiento agresivo y físico, de mucha pizarra, con rígidos marcajes, con los que anuló a sus mejores jugadores. Por una vez, en un partido de máxima exigencia, hubo pocas noticias de Messi. Como la mayoría de sus compañeros, se perdió en la enredadera italiana, desbordados todos por fuerza y velocidad. La imagen impotente de Ibrahimovic, en su reaparición, fue otro símbolo doloroso de las flaquezas del campeón .

El poder del Inter es el trabajo táctico de Mourinho, un entrenador que sabe adaptar la estrategia a las exigencias del rival. Y lo hizo con el Barça, al que obligó a jugar en las condiciones en las que peor se siente: muchos balones a la espalda de los centrales, incómoda presión sobre los creadores, especialmente Xavi, y el cierre de espacios con apoyos constantes. El Inter ganó así casi todas las pequeñas batallas del campo.

Aun siendo perjudicado por un árbitro portugués que tiró para casa, al Barça le faltó personalidad. Es chocante, después del carácter y confianza mostrado. Pero ayer, Mourinho le ganó la partida a Guardiola. El Inter supo desquiciar al Barça, y le obliga ahora a apelar a su mejor fútbol ofensivo para no caer.