Benzema no bromea
El delantero francés dejó destellos de su clase y marcó el gol del triunfo
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Llegó por sorpresa , silenciado por los ecos de las espectaculares contrataciones de Kaká y Ronaldo, pero con cartel de jugador enorme. Y, a la primera ocasión, Benzema presentó su candidatura a futbolista fundamental en el nuevo Real Madrid. El francés jugó el segundo tiempo y lo hizo sin ninguna concesión. Marcó el gol del triunfo con la derecha y, antes, envió un gran zurdazo al palo. Fue el mejor.
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Cristiano Ronaldo, en cambio, está de gira publicitaria. Mientras calibra pulmones, músculos y puntería, aprovecha la pretemporada para lucir palmito en la vertiente más exhibicionista del término. El portugués abusó de filigranas hasta el empalago. Ejecutó varias bicicletas inocuas, pisó una y otra vez la pelota y se empachó con incontables taconazos. Todo ello, para nada. En un mero ejercicio de vanidoso lucimiento personal.
Su planta y poderío físico son innegables, pero hay que esperar. Ayer exhibió, con exceso, todo su repertorio artístico, pero no lo pudo adornar con un gol que llevarse a la boca. Ni siquiera fue capaz de ejecutar con tino una falta. Tuvo dos ocasiones y en ambas escenificó esa pose que le ha dado fama y que siembra, a partes iguales, ilusión en las filas propias y pánico en las ajenas. Dio los pertinentes y amenazadores pasos atrás, miró desafiante al portero, pero su golpeo fue pobre.
Lógicamente, el cerebro no emite las mismas órdenes cuando te juegas una final o, incluso, tres puntos, que cuando se trata de pasar de puntillas sobre la primera cita del curso ante un equipo irlandés, tan laureado en su país como modesto.
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Pellegrini, imperturbable, siguió el guión prefijado y en el descanso dio entrada a los desheredados. Excepto Benzema, Sneijder y, posiblemente, Garay, al grueso de los que tienen que buscarse la vida lejos de Madrid o prepararse para vivir un año en la grada. El chileno colocó en el escaparate una mercancía que, si por lo mostrado este lunes, no será fácil de empaquetar hacia ningún destino donde garanticen prestigio al futbolista y dinero al club.
Si acaso, Van der Vaart hizo un amago de reivindicarse. Apareció un par de veces, se dejó ver y ejecutó una espectacular chilena. Luego, Benzema asumió su rol y solucionó la papeleta.
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Shamrock Rovers (0): Murphy; Flynn, Maguire, Silves, Bermingham; Gal-Andrezly, Rice, Robinson, O’Connor; Jurco y Amond. En el segundo tiempo jugaron Duggan, Price, Bradley, Cahill, Treacy, Purcell, McGill, Baker, Twigg y Madden.
Real Madrid (1): Dudek; Torres, Pepe, Metzelder, Marcelo; Gago, ‘Lass, Guti, Cristiano; Higuaín y Raúl. En el segundo tiempo jugaron Salgado, Heinze, Garay, Drenthe, Sneijder, Parejo, Benzema, Negredo y Tébar.
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Gol: 0-1. M. 87. Pase en largo de Heinze. El balón aéreo cae en la pierna derecha de Benzema, que lo pincha, hace un amago con el que se deshace de un defensa y marca por bajo.
Árbitro: Alan Kelly. Amarilla a Sives y a Salgado.
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Tallaght Stadium: 10.000 espectadores. Los organizadores tuvieron que triplicar el aforo.