La ACB acogió ayer con sorpresa y cierta satisfacción un hecho insólito: disputadas sólo tres jornadas de la Liga Endesa, sólo un equipo, Unicaja, permanece invicto. No sucedía algo así desde hace 17 años, cuando la competición se estructuró con una única fase regular. Y todo porque el vigente campeón, el Barça, cayó ayer en Sevilla (81-75), después de que el Baskonia mordiera el polvo en la pista del CAI Zaragoza (86-66). El Madrid, que ayer celebró una nueva exhibición de Rudy Fernández ante el Valladolid (84-72), les había precedido en la segunda jornada, cuando salió derrotado de Miribilla.

La caída del Barça fue tan justa como inesperada. Navarro no acudió como acostumbra al rescate azulgrana (9 puntos) y el equipo de Xavi Pascual no encontró alternativas a la buena defensa que le planteó el Cajasol durante tres cuartos de partido. Eidson, el jugador más acertado del Barça (19 puntos), resultó insuficiente para romper el recuperado orden de los de Joan Plaza. Superados en el primer cuarto (22-25), los sevillanos se corrigieron en la continuación, bajaron el ritmo de la contienda, aprovecharon los 18 balones perdidos por el Barçay se rearmaron moralmente con un par de acciones de Bogdanovic en el tramo final, cuando el campeón amenazaba con revertir la contienda.

Mucho menos resistió el Baskonia en Zaragoza, incapaz como fue de frenar el recital de triplero con el que los maños concluyeron el tercer cuarto e iniciaron el definitivo. El 69-50 que los discípulos de José Luis Abos colocaron en el marcador con nueve minutos aún por disputar fue ya irremontable incluso para Teletovic, cuyos 19 puntos igualaron los de Hettsheimeir sin mayor efecto.

Los de Rudy (28), en cambio, constataron que, en Euro-pa, marca diferencias. Tirador en la NBA, el balear se maneja en la ACB como un jugador total. Contra el Valladolid, ganó el partido casi solo, con una magnífica exhibición en la que terminó con 28 puntos y 35 de valoración. Y una genial estadística: siete de siete en tiros de dos, incluido un colosal alley hoop asistido por Llull. El Madrid, con buena lógica, se pregunta cuánto tiempo seguirá el escolta de Dallas en la capital.