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Zhang Yimou: “Todas las películas en China son censuradas, sin excepción”

El cineasta chino se sacude definitivamente el sambenito de ‘amigo’ del régimen con esta nueva película, ‘Regreso a casa’, historia de la Revolución Cultural y sus consecuencias en la vida de una familia. Es una metáfora eficaz de la pérdida de memoria colectiva.

'Regreso a casa'

MADRID.- Zhang Yimou, probablemente el cineasta chino más célebre hoy, ha conseguido con su nueva película, Regreso a casa, cerrar el capítulo de ‘amigo’ del régimen totalitario, cuando se le consideró casi un intocable, el privilegiado que firmó la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Beijing –oferta que Spielberg rechazó por su oposición a la represión del gobierno chino-. Con Amor bajo el espino blanco (2010) dio los primeros pasos de vuelta. Y ahora ha rematado el camino. Los terribles años de la Revolución Cultural y las consecuencias que tuvieron en millones de familias han vuelto a ponerle en el lado de los oprimidos. “Es un tema que todavía no puede tocarse en China”.

Película número veinte de un exitosa filmografía, en ella el cineasta vuelve a reunirse con los actores Gong Li y Chen Daoming (una vez más, maravillosos en sus personajes), a los que se une la joven Zhang Huiwen, y se repliega en una historia más íntima, aunque nacida sobre un fondo mucho más profundo y valioso que la mayoría de sus superproducciones dedicadas a las artes marciales (La casa de las dagas voladoras o Hero). Con ella, Yimou se enfrenta de nuevo a la censura de su país. “Todas las películas en China son censuradas, sin excepción”

Metáfora de la pérdida de la memoria colectiva

Regreso a casa, película que funciona deliberadamente como metáfora de la pérdida de la memoria colectiva, es la historia de la vuelta al hogar de Lu, un preso político, al final de la Revolución Cultural. Cuando llega descubre que su mujer está enferma y no recuerda nada reciente, no le reconoce, solo se acuerda de su aspecto veinte años antes cuando le apresaron. Con él a su lado, ella sigue, sin embargo, esperando que su compañero algún día vuelva.

Zhang Yimou propone así una revisión social de la Revolución Cultural y una necesaria recuperación de la memoria colectiva. Al mismo tiempo, a través del personaje de la hija, señala la confusión ética en que se sumió a toda una generación posterior, a la que el propio cineasta pertenece. “Me veo a mí mismo en el papel de Dan Dan, la hija, porque viví la Revolución Cultural desde los 16 hasta los 26 años. Tengo un enorme interés en ese periodo histórico, ¡hay tantas historias interesantes de esa época! Sin embargo, es un tema todavía delicado de tratar”, señaló recientemente en una entrevista concedida a LiveForFilms.

'Regreso a casa'

'Regreso a casa'

"Que solo haya cine comercial no es saludable"

“Me gustaría –añadió Yimou- que la gente más joven pueda aprender algo sobre aquel momento histórico. Creo que Regreso a casa les ayudará a aprender cosas sobre ello y espero que después de ver la película con sus padres empiecen a hablar con ellos sobre las experiencias que estos vivieron”.

Esta reacción, en opinión del cineasta, es especialmente importante para cambiar la actual tendencia del cine chino. “Ahora mismo China vive un proceso de olvido. En el caso de la cultura están mucho más interesados en cosas superficiales, en el cine quieren películas que sean como comida rápida”, aseguró en el Festival de Toronto. “Me gustaría cambiar esa corriente”, añadió en unas declaraciones en The Wall Street Journal, donde dijo: “Siempre se dice que los mercados locales, el chino también, necesitan diversidad. Estoy completamente de acuerdo, que solo haya películas comerciales no es nada saludable, también por eso he hecho Regreso a casa”.

Un asunto casi intocable

Adaptación de la novela de la escritora Yan Geling, que la escribió contando las vivencias reales de su abuelo, la película retrata el miedo que se vivía en aquellos tiempos, la forma en que el gobierno manipulaba a niños y jóvenes, el tristísimo regreso de muchos de los que volvieron de los campos de trabajo que encontraron a sus familias distanciadas o, mucho peor, que no encontraron ningún hogar al que regresar… La delación, la deslealtad, el sentimiento de culpa y el necesario perdón surgen en esta película, que propone no olvidar jamás lo pasado.

“Todas las películas en China son censuradas, incluso las que llegan de Hollywood, no hay excepciones. Y la Revolución Cultural todavía es un asunto casi intocable, las cosas que puedes contar sobre ella son muy limitadas”, reconoció Zhang Yimou no hace mucho en Nueva York, donde sentenció: “Una de las cosas más valiosas de la naturaleza humana es la memoria, la facultad de ordenar el mundo a través de la experiencia pasada”.

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